miércoles, 16 de julio de 2014

"Los simios no necesitan del poder"

Entrevista A Andy Serkis

"Los simios no necesitan del poder"

El actor vuelve al carismático Caesar en  El planeta de los simios: confrontación, la nueva entrega de la clásica saga. Un personaje entre la vida salvaje y la civilización.

Las secuelas de las grandes producciones de los estudios de Hollywood dicen presente cada año en las salas cinematográficas del mundo haciendo honor a su histórico rendimiento. Después de X-Men, El sorprendente hombre araña 2, Capitán América y la recientemente estrenada Transformers 4, primera en taquilla en la Argentina desde su desembarco en salas, mañana llega una nueva entrega de El planeta de los simios.
La secuela de la saga basada en los simios más famosos del mundo del cine esta vez recibe el nombre de El planeta de los simios: Confrontación. Esta vez, una nación en crecimiento de simios evolucionados genéticamente dirigidos por César, se ve amenazada por un grupo de sobrevivientes de una letal epidemia que dejó a los humanos al borde de la extinción. La paz se mantiene, pero en forma frágil, la guerra es inminente y de ella saldrá la nueva especie dominante del planeta.
Protagonizada por Gary Oldman, Andy Serkis, Keri Russell y dirigida por Rupert Wyatt, la película vuelve a traer el clásico mundo de disputa entre simios y humanos, sólo que en esta oportunidad el guión da cuenta de diferentes contrastes entre los sectores en disputa.
Serkis formó parte de la primera entrega de la saga, y ahora regresa interpretando nuevamente a Caesar, luego de haber cautivado al público con su carismática actuación que fue casi por completo sin palabras. Caesar está un poco más viejo y sabio, pero también es un líder, padre y marido. "Es muy emocionante y grandioso trabajar con Matt (Reeves, el director del film). Se trata de un tipo brillante y muy específico que sabe muy bien la historia que quiere contar", dice el actor.

–Tuviste una buena relación con el director Rupert Wyatt en la primera película pero él renunció a la dirección de este film muy al principio del proyecto. ¿Fue dificil para vos?
–Rupert hubiera hecho una película muy distinta pero que hubiera sido una travesía igual de interesante, de eso estoy seguro. Sé que una de las principales diferencias con el enfoque de Matt es que éste último quiere ver las etapas de crecimiento de los simios en términos de una comunidad; como un grupo, antes de volver a encontrarse con los humanos y esa es la principal diferencia en la historia. Pero el ADN de Rupert está en esta historia, él pasó también por la etapa de la escritura y eso es algo que se ve reflejado.  Rupert tuvo sus propias razones por las cuales no quiso hacer la película y obviamente, uno respeta eso, aún seguimos siendo muy cercanos y nos mantenemos en contacto. Pero también Matt es bastante inspirador de una manera distinta; es un gran director de actores y lo suyo siempre tiene que ver con el drama. Matt se dio cuenta en dónde yacía el corazón de la historia y dónde tenía que buscar e invertir tiempo; así que se tomó su tiempo para darle a los actores un buen ambiente para la actuación y entender totalmente el proceso.  
–¿Cómo sería un leve esbozo de la historia de ésta película?
–Se lleva acabo diez años después de que se han liberado los simios y  Caesar pasó por toda esta travesía de identificarse con el simio que hay dentro de él para encontrar la manera de existir y llegar a un acuerdo entre las distintas especies de simios, porque ésta comunidad que tenemos ahora cuenta con unos 2000 simios. Durante los últimos dos años es como si los seres humanos hubieran desaparecido y por el término de los primeros ocho años hubo avistamientos de humanos por toda la ciudad. Los simios los vigilaban en San Francisco y podían ver luces y fuegos y definitivamente había alguna evidencia de que los humanos no habían sido del todo aniquilados por la influencia de los simios, pero durante los últimos años todo había estado muy, muy callado.  Así que los humanos casi se quedaron fuera de la consciencia pública de la comunidad de los simios; hasta que un día una partida de humanos entra en nuestro territorio. 
–¿Estuvo contento por las reacciones sobre su actuación anterior en la saga y en particular hacia Caesar?
–Absolutamente. Cuando leí el guión de la anterior entrega de la saga puede ver que era asombroso. Pensé que era una fantástica pieza de escritura y que cualquier actor hubiera querido interpretar ese papel a pesar de que se tratara de un  simio; tan solo el arco narrativo de la película era brillante. Interpretar a Caesar desde su infancia hasta llegar a su status revolucionario fue un gran, gran papel. Y ésta película fue aún más complejo de lograr. ¡Y yo que pensé que la anterior había sido difícil!
–¿Desde la perspectiva de la actuación?
–Sí, desde el punto de vista de la actuación, los retos en ésta fueron inconmensurablemente más difíciles debido a la complejidad de la travesía y por la articulación de la emotividad y del lenguaje. La manera en que está escrita esta película para Caesar, es la más filosófica de todas y lo que descubrimos en los ensayos es que es muy, muy difícil lograr escenas que sean filosóficas, reflexivas o intelectuales sin que parezca que estás sobreactuando un pensamiento. Así que tuvimos que encontrar maneras de adelgazarlas un poco o de simplificar el pensamiento, pero al mismo tiempo permitir que Caesar sea el más articulado de los simios. Fue todo un dilema, un verdadero dilema pero creo que lo resolvimos.
–¿Por qué es más compleja la travesía de Caesar en esta entrega de la franquicia?
–El personaje ahora está completamente dividido porque no odia del todo a los humanos, pero no puede admitir esto a los demás simios. De hecho, él fue criado con mucho amor y eso es algo muy difícil de comunicar a los demás miembros de su tribu. Así que él aísla a las únicas personas que pueden atravesar todos esos prejuicios para conectarse con él. Obviamente esto es un reflejo de su lado humano. Lo que amo de ésta película es que resulta increíblemente balanceada; es una pieza de reparto y la historia humana es igual de potente como significativa. Estamos hablando de personas a la orilla de la sobrevivencia y a punto de la destrucción. Así que en este punto del tiempo, los simios sobreviven porque no necesitan del poder, no necesitan de los mismos recursos que necesitan los humanos y esto nos muestra lo caprichosa que es la sobrevivencia en ambos bandos, supongo. La película está muy centrada en la familia; a ambos lados de la historia hay relatos de familia.
–Caesar ahora es padre...
–Sí, ya es padre. Hay una nueva generación de simios. Rocket también tiene un hijo y al igual que nuestros hijos que son superiores a nosotros con los iPads y la tecnología, ellos están un poco más evolucionados. Eso es lo que quería Matt. Él no quería que la película se situase 20 o 30 años en el futuro en donde todos los simios estamos amigablemente hablando.
–¿Cómo se comunican los simios los unos con los otros en esta historia si no se la pasan hablando?
–Tuvimos que aprender cómo funciona el lenguaje, así que creamos varias vocalizaciones de distintos tipos de simios, chimpancés, orangutanes y gorilas, con sus propias maneras de vocalizar, además los gestos… unos gestos ligeramente más humanos. Y luego está el lenguaje de señas, el cual obviamente conoce Caesar y que supo transmitir porque lo usan él y Maurice. Enseguida está la habilidad de Caesar de utilizar las palabras humanas y la lógica tras ellas. Matt fue muy específico al no querer aterrizar la historia mucho muy avanzada en términos de la evolución.
–¿ Y por qué necesitan hablar?
–Esto nos lleva a lo que Caesar aporta a la evolución de sus semejantes y lo que toma de la humanidad para su comunidad. Él cree que esto eleva a su sociedad, así que es parte de llevar las buenas cosas de la humanidad a la comunidad de los simios. El conocimiento es poder y eso es algo que Caesar mantiene como una norma y una creencia muy importante para su tribu.
Producción: Diego Gez.


Varias miradas sobre los famosos monos
Cinco fueron las películas bajo el concepto de El planeta de los simios desde 1968 hasta 1973. Siempre con el eje central de la caída de la raza humana y la ascensión de simios inteligentes, los films representaron una nueva instancia en lo referente a las peículas de ciencia ficción.
Luego de estas producciones llegaron dos series para la televisión estadounidense. La primera de ellas llamada simplemente El planeta de los simios nos muestra una civilización basada en el dominio de los primates por sobre el resto de los seres vivos. La segunda entrega fue en 1975 bajo el concepto de serie animada bautizada bajo el nombre de El regreso del planeta de los simios. Más de 30 años después volvió a producirse una película bajo el concepto original de las producciones de los años sesenta de la franquicia. Por eso en 2001 se produjo una remake de El planeta de los simios dirigida por Tim Burton que obtuvo feroces críticas por parte de la prensa especializada.
Una década más tarde se produce el regreso formal de la franquicia con El origen del planeta de los simios, que bajo la dirección de Rupert Wyatt recaudó más de 480 millones de dólares. Hoy, la legión de fans de los simios más famosos del mundo espera el estreno de la nuestra entrega de una saga que deberá superar ganancias por más de 400 millones de dólares para no ser considerada un fracaso.
 


Matt Reeves, un director que se salió con la suya
Después del éxito de 2011 con El origen del planeta de los simios, todo parecía indicar que el director Rupert Wyatt continuaría en la silla del director, pero en septiembre de 2012 Wyatt abandonó súbitamente la producción alegando falta de tiempo para tener la secuela de la nueva entrega de El planeta de los simios para esa fecha, obligando de esa manera a los productores a optar por un nuevo director. El elegido fue Matt Reeves, un director notable pero que hasta ese entonces había realizado películas de encargo para otros. El planeta de los simios: confrontación, significa un gran salto como realizador para Reeves y todo su entorno creativo. "Cuando llegué, en Fox me contaron la historia que tenían planeada realizar y pensé que yo no iba a hacer esa película. Era una historia con la que no lograba conectar", dijo el director en rueda de prensa.
El secreto para el triunfo de un director en este tipo de películas es sentir amor a un personaje o por el material que se está tratando. En el caso de Reeves fue su afición por las películas originales de El planeta de los simios, pero concretamente lo que como director quería era plasmar algo completamente inusual y diferente. "Esa es una de las razones por las que quería hacer la película. Y lo más increíble de todo es que me dijeron: 'adelante, adelante'", comenta Reeves sobre los inicios de la producción. "No pude parar de pellizcarme hasta creer que era verdad, que lo más loco de esta película es que nos estuvieran dejando hacerla. Mi idea inicial sobre lo que supondría realizar una cinta para un gran estudio sería que habría que seguir una serie de fórmulas y unos parámetros establecidos y esto y aquello. Y la película que les conté es que nos dejaron hacer. Tuvimos que esforzarnos para saber cómo llevarla a cabo, pero al final es lo que hicimos. Y no puedo parar de pensar que es de locos."

–¿Cuál es el primer recuerdo que tenés de las conversaciones con los productores?
–La primera vez que se les expuse mis ideas se emocionaron mucho. Les encantó que tratásemos de ser tan ambiciosos. Como director siempre estoy esperando a que me suelten el 'pero'. Ese momento en el que dicen 'ok, eso no va a funcionar, esto se queda fuera. Olvidate de todo porque no vas a poder hacer eso.' Yo seguía esperando que llegase ese momento. Por supuesto que hubo debates y choques sobre esto y aquello, pero la esencia por la que estaban apostando y esa secuencia en particular fueron algo realmente importante para mí. Y de algún modo conseguimos pasar por todo ese proceso y ahora el mundo va a poder ver la película. Todo esto me parece una locura.

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