sábado, 31 de diciembre de 2011

La teoría de la simulación


Por Sandra Russo
En el pasado reciente argentino sobran ejemplos burdos de simulación política, aunque nunca hayan sido categorizados así. Esa palabra fue muy pronunciada en los ’90, cuando los teóricos de la posmodernidad la usaron para conceptualizar la preeminencia de la imagen por sobre la acción en las sociedades de fin de siglo. Se hablaba así de un condimento de época, un rasgo que se incrustaba en la subjetividad y hacía difuminarse el ser bajo el parecer. Era la época de la inconsistencia, y había revistas en las que los famosos exhibían sus dormitorios y sus baños, y reality shows en los que los pobres exhibían sus miserias. La televisión fue el soporte excluyente de la era de la simulación, así como hoy es la red la que marca el compás de los tiempos.
Mientras tanto, en todo el mundo, y desde luego aquí también, hubo un crescendo de simulación política que muy pocas veces fue leído como tal. En la Argentina, uno de los ejemplos más brutales de lo que se podría llamar simulación fue Menem en la primera campaña, cuando llegó al poder prometiendo un salariazo y después destruyó el Estado, el aparato productivo y los derechos de los trabajadores. Qué otra cosa fue el menemismo sino simulación de peronismo. Y también fue un simulacro, o qué otra cosa fue, si no, la Alianza. Un simulacro de progresismo y republicanismo en el que se siguieron vendiendo leyes y comprando jueces, aunque aquél terminó siendo un gobierno, además, represor y asesino. A esa altura éramos todos parte de la simulación: los legisladores hacían como que legislaban, los jueces hacían como que investigaban, los periodistas hacían como que analizaban, De la Rúa hacía como que manejaba la situación y salía por cadena nacional a decretar el estado de sitio y ahí sí: el 19 y 20 de diciembre de 2001, un latigazo popular fue el grito contra aquel simulacro de democracia, nunca enunciado así, porque “la teoría de la simulación” debió esperar al 2003.
Esa idea, que también es un “relato”, empezó a tomar cuerpo lentamente, porque este período argentino no nació como lo que es; se fue edificando despacio, tallado en el país que había, con sus potencialidades y sus rémoras, por actos de gobierno. Lo que comenzó a hacer virar a volantazo limpio la escena política argentina no fue ningún ingrediente posmoderno, como sí lo fueron el peronismo pasteurizado de la entrega y el radicalismo corroído y ensangrentado del helicóptero. Lo que comenzó a impactar profundamente en una parte de la sociedad argentina fueron actos de gobierno. Políticas. Básicamente, políticas de ampliación de derechos. La “teoría de la simulación” que todavía hoy intenta explicar al kirchnerismo provino de la izquierda antikirchnerista, siempre obligada a justificar la irritación que le provoca un gobierno que levanta banderas muy parecidas a las propias. La solución es: esas banderas son falsas. Esa interpretación viene circulando acompasada con otra, la de la derecha, que sostiene que las que flamean son sucios trapos rojos y una voluntad estatal de doblegarlo todo, no al estilo Keynes sino más bien Stalin.
La “teoría de la simulación” señala que lo que se denomina “proyecto nacional y popular” es un “como si”, un mero “relato” –aquí usado como sinónimo de “cuento”– para crédulos que se creen que las cosas cambian, cuando en realidad todo sigue igual que antes del 2003.
La “teoría de la simulación” tiene variantes, pero ése es su principal disparador. Hay quien la desarrolla con argumentos de pretensión teórica, pero se entiende más fácilmente –y el sentido es exactamente el mismo–- cuando se leen los comentarios de los trolls en los blogs kirchneristas. “Esto es puro menemismo, idiotas”, firma uno al azar. “Dejen de repetir como loros las pavadas que dice la Kretina”, firma otro. Nombres falsos, claro.
Según esa “teoría”, hay en este país once millones de argentinos que mal entienden las cosas porque son tontos o mercenarios, y que nada importante –en términos de correlación de fuerzas, en el orden de los poderes que se enfrentan– está pasando en realidad, salvo el engaño del que sólo se dan cuenta algunos bien dotados de izquierdismo.
Los sostenedores parlamentarios de esa “teoría” anidaron en el seno del Grupo A el año pasado, y llegaron a presentar una demanda penal contra la Presidenta cuando ellos mismos –no con sus argumentos pero sí con sus votos– sostenían en el Banco Central a Martín Redrado, y el pago de deuda con reservas fue por decreto. Ahora acaban de explayarse en contra de la democratización del acceso al papel, montados sobre el fantasma del temido “control” estatal sobre el insumo básico de la prensa. Es al menos intrigante qué rol se le reserva al Estado en esos nichos de pensamiento de izquierda.
Sería deseable que la “teoría de la simulación” fuera superada por una crítica que permita algún tipo de discusión sensata. Nunca queda claro, por ejemplo, si esa “simulación” incluye a toda la región, o si se considera que los otros presidentes latinoamericanos que estratégicamente han iniciado un proceso de integración inédito en la historia también son poco avispados y no advierten que desde la Argentina sólo llegan trucos embaucadores.
Cuando uno escucha hablar, a veces, a los sostenedores de esa “teoría”, siente un poco de pena. No por ellos, sino por el desencuentro. Porque ese eje –dar por sentado que los que acuerdan con este modelo no se dan cuenta de la verdad– no tiene destino de diálogo posible, dada su horripilante subestimación de quienes podrían ser sus interlocutores. Lo peor que tiene la “teoría de la simulación” no es en realidad la categorización del Gobierno, sino la de su electorado. A la “teoría de la simulación” sólo le corresponden las “mayorías imbéciles”.

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viernes, 30 de diciembre de 2011

Resolución de la secretaría de comercio interior

Cablevisión debe cobrar $ 116

Publicado el 30 de Diciembre de 2011

El gobierno prorrogó ayer hasta marzo próximo la norma que fija el abono básico en esa suma. Pero los consumidores denuncian que la empresa de Clarín no cumple con la norma.
La Secretaría de Comercio Interior prorrogó ayer por el lapso de tres meses la resolución que fija el abono básico de la empresa de televisión paga Cablevisión en $ 116. De este modo, la Resolución 141, que fue adoptada el 28 de octubre pasado y cuyo vencimiento estaba previsto para mañana, extenderá su vigencia hasta el 28 de marzo de 2012.
La decisión oficial, que regirá desde el 1º de enero de 2012, se dio a conocer por medio de la Resolución 10, publicada ayer en el Boletín Oficial con la firma del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Los especialistas juzgaron positivamente la decisión estatal aunque marcaron algunas imprecisiones en el cumplimiento de lo resuelto por parte de la empresa del Grupo Clarín.
En este sentido, Adolfo Piacente, presidente de la Asociación de Consumidores de Vicente López, celebró la noticia pero lamentó las trabas judiciales a la aplicación. “La Cámara Federal de San Martín nos rechazó todas las cautelares con argumentos que premian el incumplimiento”, analizó el abogado, quien denunció la existencia de un “fórum shopping” favorable a la compañía.
Por su parte, Sandra González, titular de la Asociación de Defensa de los Usuarios y Consumidores de la Argentina, consideró “muy bueno” que se prorrogue la disposición 114, pero denunció la negativa de la empresa a ejecutar la disposición, y dijo que “el gobierno debería intimar” a Cablevisión y que “el servicio ya debería estar regulado”.
En la misma línea, Pedro Busetti, presidente de Defensa de Usuarios y Consumidores, aseguró que “la televisión por cable merece una regulación estatal” porque “no se puede dejar un tema de tanta envergadura económica en manos del mercado”.
Sobre esa regulación, Busetti consideró que “tiene que estar inscripto en una política de Estado que favorezca el crecimiento del sector cooperativo”.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Bodypainting contra las pieles de animales

Activistas con el cuerpo pintado como tigres, leopardos, víboras o vacas se manifestaron esta semana en Hollywood, California, para protestar contra el uso de pieles de animales. La protesta, organizada por la ONG PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) en una zona de tiendas departamentales y almacenes de prestigiadas marcas de ropa, tuvo como fin instar a los compradores a dar un poco de paz a los animales obsequiando prendas de imitación y no de pieles auténticas.
Fotos: AFP
Televisión / Novedad

Un canal pensado desde el mundo gay, pero para todos

La señal argentina emite actualmente en formato de prueba
Desde fines de noviembre se halla en fase de lanzamiento una nueva señal de televisión paga. Se trata de Friendly Mundo, un canal de televisión argentino pensado desde el mudo gay pero dirigido a todos. Desde esta base su contenido es plural y diverso, apto para todo público y dirigido a todos los sectores de la sociedad.
La señal se inscribe dentro del segmento de los canales dedicados a estilos de vida que integra contenidos diversificados de series de ficción con programas de música, ciclos de cine, cocina, moda y artes, con una importante producción local.
Al estar producido íntegramente en el país, el nuevo canal puede capitalizar el alto nivel de desarrollo de la industria televisiva del país, y, además, generar una mirada propia sobre los contenidos, para lograr una clara identificación con el público y un fuerte reconocimiento y valoración local.
El contenido producido hasta el momento, por un grupo de profesionales con vasta experiencia en el quehacer televisivo, publicitario y de entretenimientos, ya fue evaluado y cuenta con propuestas de comercialización tras ser presentado en las ediciones 2010 y 2011, de Mipcom, la feria internacional de contenido televisivo que se realiza anualmente en Cannes, Francia.
Por tres meses la señal se emite en un formato preview con 3 horas de programación de lunes a domingo. Luego de esta etapa inicial alcanzará las 6 horas diarias y, en una tercera etapa, se buscará concretar el formato de señal de 24 horas. Adoptará una estructura de programación flexible con programas de 10 minutos, 30 minutos y de 1 hora, producidos totalmente en alta definición y hablados en español.
Friendly Mundo SA, la compañía encargada de la producción de contenidos para el canal y de su comercialización, se encuentra actualmente en tratativas con los más importantes operadores de televisión paga del país y de la región para que Friendly Mundo pueda llegar en el corto plazo al universo potencial de 47 millones de hogares conectados al sistema que existen en América latina..

"Creamos algo que no existía en América"

Charles Sennott, uno de los fundadores del GlobalPost, explica de qué manera su empresa periodística se adaptó al mercado online de noticias
Por Agustina Rodríguez | LA NACION
Con 25 años de trayectoria en la cobertura de conflictos internacionales y corresponsal en más de 15 países, Charles Sennott se cansó de ser sólamente un corresponsal y se convirtió en un emprendedor. En 2008, junto con Philip Balboni lanzaron GlobalPost , un sitio de noticias que tiene como objetivo ser la voz de la audiencia estadounidense en la era de la revolución digital y el periodismo online a la hora de cubrir noticias internacionales.
GobalPost se diferencia de otros medios digitales en cuanto proporciona historias exclusivamente sobre hechos globales y propone un modelo de participación activo entre usuarios y periodistas.
El diario online cuenta con más de 70 corresponsales en 50 países de todo el mundo y actualmente su audiencia excede los dos millones de usuarios mensuales.
Los lectores tienen la posibilidad de convertirse en miembros pagando US$ 2.95 por mes. Una vez que los usuarios obtienen la membrecía pueden sugerir temas para que luego cubran los corresponsales del diario. Además tienen chats semanales en los que pueden interactuar con otros miembros y periodistas del GlobalPost y cuentan con artículos especiales para leer que no son publicados en el sitio.
Charles Sennott en una conferencia en el Salzburg Global Seminar en julio de 2011. Foto: Andrea López Portillo / Salzburg Global Seminar
¿Cómo surgió la idea de fundar el GlobalPost?
Fui corresponsal para Boston Globe durante 10 años, pero el diario, al igual que muchos otros periódicos estadounidenses, tomó la decisión de cerrar todas las corresponsalías extranjeras y perdió al editor de la sección de noticias internacionales.
A partir de este cambio en la realidad económica percibí una oportunidad para empezar una organización internacional y digital de noticias que pudiera llenar el vacío de tantas otras empresas periodísticas que reducían, y en algunos casos, abandonaban la cobertura de acontecimientos internacionales.
¿Cómo fue su experiencia en el Boston Globe?
Yo quise trabajar en el Boston Globe desde que estaba en la secundaria. Crecí leyendo el diario y siempre me gustó. Fue realmente un sueño hecho realidad conseguir un trabajo ahí en 1993. En 1998 cuando fui asignado como corresponsal en Jerusalén supe, finalmente, que tenía el trabajo que siempre había querido. En 2001, tuve la suerte de que me trasladaran a Londres. En los años en los que trabajé para el Boston Globe admiré su ambición y me sentí orgulloso de formar parte de ese equipo.
¿Por qué se fue?
Me fui porque decidí seguir mi pasión de cubrir historias internacionales. Quería tener la oportunidad de construir una nueva organización periodística para acompañar la era digital y de esa forma empecé a pensar en la idea que ahora conocemos como GlobalPost.
¿Cómo fue la transición de trabajar en un diario a fundar el GlobalPost años más tarde?
No fue una transición fácil pasar de un diario sólido y constituido a un nuevo comienzo. Por un lado, empezar tu propio negocio significa un gran riesgo económico pero amé cada minuto de ser un emprendedor y ser parte de la construcción de una nueva organización periodística.
En términos de innovación, audiencia y modo de cubrir las historias, ¿qué medio periodístico toma el GlobalPost como modelo?
Un medio que consideramos exitoso es Politico , una nueva organización periodística . Aspiramos a crear algo que realmente no existía en América hasta que llegamos nosotros, un medio que se centra exclusivamente en el tratamiento de noticias internacionales online. Por eso, en ese sentido, sentimos que estamos al frente y por nuestra cuenta en el desarrollo de esta empresa periodística.
¿Qué otros medios piensa que son competencia directa para GlobalPost?
En la web, la competencia es diferente a lo que es en el mundo analógico de la prensa impresa o en el mercado televisivo. Tenemos organizaciones afines de noticias, como The Christian Science Monitor o Foreing Policy , pero no los vemos como competencia en un sentido tradicional.
¿Cómo es su estrategia para mantener una perspectiva global a la hora de cubrir conflictos internacionales?
No creemos que escribir con una perspectiva americana signifique bajar línea sobre la política exterior de Estados Unidos. Queremos ser independientes e imparciales y hacer lo mejor que podamos a la hora de cubrir hechos internacionales, siempre teniendo en cuenta quien es nuestra audiencia.
¿Cuál es la función de sus corresponsales y la importancia de escribir para una audiencia estadounidense?
Queremos que nuestros corresponsales sean conscientes de que más de dos tercios de nuestra audiencia es americana y por eso los alentamos a escribir con una mirada afín.
¿Cuál es el modelo de negocio del GlobalPost?
Somos una organización de noticias con fines de lucro que depende de la publicidad online para la mayor parte de sus ingresos.
Recientemente, encabecé una iniciativa para desarrollar bases de apoyo para "Informes especiales" y ahora tenemos un nuevo brazo sin fines de lucro que recibe donaciones de las principales fundaciones como la Fundación Ford.
Como periodista, ¿cuál es su opinión sobre el modelo del Huffington Post? ¿cree que es un modelo sustentable?
The Huffington Post es una organización moderada, inteligente y definitivamente viable. Es una empresa que está ampliando sus ambiciones y con la que tenemos una muy buena relación. Permitimos que nuestro contenido se publique en su sitio a cambio de obtener tráfico y alcance en nuestras historias.
¿Qué otros medios utiliza para estar informado?
The New York Times , The New Yorker , BBC y NPR son mis pilares. Creo también que el Daily Beast es un sitio web interesante. Todavía leo el Boston Globe todos los días porque vivo en Boston y creo que tiene el mejor site de deportes del mundo.

Ataque al World Trade Center

El 26 de febrero de 1993 una camioneta cargada de explosivos estalló en el estacionamiento del World Trade Center dejando seis muertos, más de mil heridos y un agujero de 18 metros en el subterráneo que afectó a cinco pisos del edificio. Por el ataque, el paquistaní Ramzi Ahmed Yousef , fue condenado a 240 años de prisión
Charles Sennot, de 30 años cubrió esta noticia como periodista de policiales del Boston Globe.
Como periodista que tuvo la oportunidad de ver el surgimiento de Al- Qaeda, ¿cómo fue su experiencia en la cobertura del ataque al World Trade Center en 1993?
Me mandaron a cubrir una noticia policial sobre lo que había sucedido en el World Trade Center. Seguí a los sospechosos del crimen, quienes eran de Egipto, Sudán, Pakistán y Palestina y no tuve idea en ese momento de que la historia que estaba contando iba a ser la historia que iba a cubrir por 18 años..

Vivir en la villa

Miércoles 28 de diciembre de 2011 | 21:02

Cómo es el primer multimedio de las villas

Se trata de Mundo Villa y está compuesto por un periódico mensual, una radio, una señal de televisión y una página web; fue creado por Adams Ledezma, el periodista asesinado hace dos años; también se dictan talleres de comunicación
Por Mauricio Giambartolomei | LA NACION
El 27 de abril Cristian y Kevin pasean en moto alrededor de una canchita de fútbol. Se detienen en un pasillo del barrio y se encuentran con dos pibes. Discuten. Uno de ellos saca un arma y le dispara a Cristian en el abdomen. La moto cae y Kevin, de 17 años, intenta levantar el vehículo desde el asiento de atrás, como puede. Los testigos dicen que ni siquiera intentó defenderse. El asesino de Kevin se acercó y lo fusiló de un disparo en la sien.
El párrafo pertenece al texto "La verdadera inseguridad" y su autora es Ruth Torrico, la esposa de Adams Ledezma, periodista y vecino de la Villa 31 y creador de Mundo Villa, el medio de comunicación ideado para mostrar los problemas de los barrios de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires.

Video: Los protagonistas de Mundo Villa
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Ledezma fue asesinado el 4 de septiembre de 2010 en un intento de robo, pero la semilla que plantó en las manzanas de su barrio germinó entre su familia y un grupo de jóvenes que continuaron con el proyecto, lo hicieron crecer y, a partir de este año, comenzaron a formar escuela.
"¿Qué es Mundo Villa? Es el primer multimedio de las villas, compuesto por un periódico, una señal de cable, una página web y una radio", explica a LA NACION Joaquín Ramos, coordinador periodístico.
Desde la plataforma digital mundovilla.com , a través de la radio Mundo Sur , el periódico, la señal de televisión y las redes sociales Twitter y Facebook , los integrantes del staff se plantean reivindicar los valores de los barrios más pobres. Son adolescentes y adultos de la villa 31, la 21, Rodrigo Bueno o Soldati, juntos por un objetivo en común.
"Surgió la necesidad de mostrar problemáticas y costumbres con el fin de romper con los prejuicios y mostrar la cultura de los inmigrantes que conviven en estos barrios. A partir de eso nace Mundo Villa", define Joaquín. Detrás suyo los periodistas reparten ejemplares gratuitos del periódico.
El barrio no se detiene. La cámara está posada en la vereda de una de las calles laterales, a metros de la esquina donde se levanta una casa de cinco pisos, cerca del ingreso de los micros a la terminal de Retiro. Los chicos festejan las fiestas a la hora de la siesta, se escucha el estampido de cohetes, algunos camiones de reparto bajan mercaderías en los comercios y varias personas caminan con sus diferentes uniformes de trabajo. Para todos ellos está Mundo Villa.

Joaquín Ramos y Paula Stiven, dos integrantes de Mundo Villa. Foto: LA NACION / Darío Del Olmo
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"En el barrio no había posibilidad de tener señal de cable, salvo la satelital. Pero gracias a Adams un empresario se acercó, colocó las antenas y repartió la señal que se legalizó con la Ley de Medios. Ahora 40.000 personas tiene acceso a Mundo Villa TV", dice Ramos.
Hasta el momento elaboraron informes a bajo costo porque los gastos de producción son una barrera importante. Pero en 2012, y con el apoyo de la Secretaria de Cultura de la Nación , se fortalecerá los el presupuesto para realizar documentales e incursionar en cine.

Semillero propio

Además del multimedio el proyecto creció y este año sumó los cursos de capacitación para chicos que quieran incursionar en los medios de comunicación. Alrededor de 60 alumnos asistieron, todos los sábados, a los talleres itinerantes que recorrieron varios barrios de Capital Federal.
Todos los integrantes tienen una participación activa dentro de los medios de Mundo Villa. "Se trata de mostrar la realidad del barrio, de lo que se puede hacer con los pocos recursos que se tiene. La idea es tener ganas. El grupo está consolidado y siempre que se genera un evento, estamos", resume Cristian Aranda, que se especializa como camarógrafo y periodista.
Las clases las dictan colaboradores y aunque hay un concepto periodístico de fondo el espacio funciona como un lugar de contención. Allí los chicos, algunos con situaciones difíciles, personales o familiares, logran intercambiar experiencias y aprovechar la diversidad cultural que ofrece el barrio.
"Vienen pibes de Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay y otros países. Se vuelve un lugar integrador. Y aunque la idea es formar a nuestros propios corresponsales, el objetivo va más allá de la formación: queremos potenciar a las personas", cuenta Paula Stiven, profesora de los talleres de periodismo y producción de televisión.
La trágica muerte de Ledezma incentivo al Mundo Villa a fortalecer los talleres, que tiene lugar en la 31 y se replican en otros barrios. El objetivo general es la formación de periodistas para mostrar la realidad del barrio, dándole prioridad a la voz de sus habitantes.
"La sensación que me queda, después de hacer los talleres, es que podemos intervenir a partir de lo que realizamos para mostrar cosas que tal vez están estigmatizadas. Es bueno construir algo diferente para pasar las barreras de prejuicios. Siento que a través de nuestras notas podemos superar esos sesgos", sintetiza Alan Aranda, estudiante y periodista de Mundo Villa
Nuevo paradigma

Es tiempo de librar la Batalla Cultural

Publicado el 29 de Diciembre de 2011

Esta Batalla Cultural implica también revertir el estrecho patriotismo impuesto por el proceso disgregador de América Latina y asumir un nuevo patriotismo continental.
La reelecta presidenta Cristina Fernández de Kirchner reeligió a sus ministros y secretarios. Si la voluntad popular la había reelegido como consecuencia de una política acertada, ¿cuál sería la razón para cambiar a los ejecutores de esa política? Esa política tiene, entre sus elementos constitutivos, un aspecto que la propia presidenta ha llamado la Batalla Cultural.
La Batalla Cultural es un esfuerzo político e intelectual, desde el gobierno y desde la sociedad, que permitirá cambiar el paradigma sobre el cual se ha construido la visión de que los argentinos y argentinas tenemos sobre nosotros mismos. Ello implica, por lo tanto, restablecer un relato histórico que exprese la formación de nuestra sociedad desde la perspectiva de las grandes masas, de los sectores populares, derrotados en la mayoría de nuestras grandes encrucijadas, y de la construcción de nuestra independencia política, territorial y económica. La presidenta lo ha enunciado expresamente en varias oportunidades. En la celebración del Día de la Soberanía en la Vuelta de Obligado, cada 20 de noviembre, y en la reivindicación de nuestra jurisdicción nacional sobre las Islas Malvinas y de nuestra guerra patriótica de 1982, cada 2 de abril, Cristina expresó el núcleo de ese paradigma que se enfrenta al relato establecido en 1853, como resultado de la batalla de Caseros. “Despojar de nuestras cabezas las cadenas culturales, que durante tanto tiempo nos han metido y que son más invisibles y dañinas que los cañonazos,” fue la propuesta lanzada por la presidenta Cristina el 20 de noviembre del año pasado.
Esta Batalla Cultural implica también revertir el estrecho patriotismo impuesto por el proceso disgregador de América Latina y asumir un nuevo patriotismo continental. Significa romper en nuestros cerebros, el verdadero campo donde se libra esta batalla, la idea de una Argentina diferente −por blanca, por europea, por civilizada− al conjunto de los países de la UNASUR o de la CELAC. Estamos volviendo a ser parte de una gran nación latinoamericana y es necesario comenzar a pensar en esos términos, que eran los de San Martín, Artigas, Bolívar y O’Higgins, pero que, en otra batalla cultural perdida, fueron escamoteados. De ahí que el Instituto del Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano se haya propuesto rescatar del olvido o hacer conocer las figuras de grandes compatriotas continentales a los que la balcanización convirtió en desconocidos en su propia tierra.
Además, el año que viene se cumplen 30 años de la Guerra de Malvinas. La sociedad y el Estado argentinos deberán recordar con dolor y dignidad a sus muertos heroicos en la turba malvinense. Tendremos que denunciar, con mayor vigor que nunca, la usurpación colonial británica y reivindicar la gesta que se inició el 2 de abril de 1982. Este año Cristina declaró solemnemente en Río Gallegos: “Hagamos el duro aprendizaje de poder diferenciar las cosas y saber comprender que la patria y sus derechos están por sobre toda otra circunstancia o episodio que nos haya tocado vivir a cada uno de nosotros. Esa parte de la Argentina probritánica, determinada por el paradigma impuesto en Caseros, más la colaboración de los propios británicos inició, con la derrota en el mar Austral, lo que se llamó la “desmalvinización”, quitar de la memoria cultural argentina el orgullo de haber luchado por nuestro territorio. Forma parte de la Batalla Cultural restablecer aquel entusiasmo, revivir −como ocurre en cada reunión de países latinoamericanos− el sentimiento de patria grande que despertó aquella gesta. Este será, en 2012, otro de los momentos de esta batalla.
Y si bien esa contienda que ha propuesto Cristina se da en todos los frentes de la actividad del Estado, la Secretaría de Cultura de la Nación ha tenido y tiene una función decisiva. Jorge Coscia, el secretario de Cultura de la Nación, ha jugado en estos dos años un gran papel. Tanto el Tercer Congreso Nacional de Cultura, el año pasado en San Juan, como el IV Congreso Iberoamericano de Cultura, este año en Mar del Plata, abrieron un amplio debate sobre estos nuevos paradigmas, sobre esta reescritura de nuestra memoria histórica. Los acuerdos celebrados recientemente con la ministra de Cultura de Brasil, Ana de Hollanda, el lanzamiento de los Puntos de Cultura –un programa de democratización de los proyectos culturales y fortalecimiento de las organizaciones de base−, la Cátedra de los Libertadores a lo largo de estos dos años, ha significado, con tantas otras iniciativas, que la cultura argentina es parte de un espacio más amplio, el continental, que, por otra parte, es ratificado por la presencia en el país de tradiciones y culturas de los compatriotas latinoamericanos que habitan nuestro suelo.
Esta batalla incruenta, de ideas, de pensamiento, de debate y reformulación es, de alguna manera, la garantía de continuidad en el tiempo, sin restauración posible, de este momento extraordinario que vive América Latina. Por primera vez en tiempos modernos un gobierno de signo nacional y popular podrá ejercer su mandato por más de diez años continuos. Es el momento para que la impronta de estos años quede fijada para siempre en la autoconciencia nacional.
Estamos velando las armas de la crítica.<
Medios

J. P. Feinmann quiso promocionar su libro y terminó furioso

El filósofo criticó la entrevista que le hizo La Nación. "Estuve confiado y un poco bobo", dijo. La dura réplica del entrevistador.

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28.12.2011 | 19:45

foto perfil.com

El filósofo se trenzó en una riña mediática con el diario La Nación. | Foto: Cedoc

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Un reportaje a José Pablo Feinmann en La Nación desató tal polémica, que el mismísimo filósofo tuvo que salir a aclarar a través de una columna en el diario Página 12 a la que tituló: "El puñal en la espalda". El periodista que lo entrevistó, Ricardo Carpena, también se encargó de responderle en una columna publicada hoy en LaNación.com bajo el título: "Conmigo no, Feinmann".

Sucede que en su versión on line, el título de la entrevista, que originalmente era una cita textual del filósofo que decía "Si gobierna Moyano, van a ver lo que es el autoritarismo peronista", fue cambiado por otra cita: "Es muy incómodo adherir al gobierno de dos multimillonarios que te hablan del hambre". Y Feinmann puso el grito en el cielo, al entender que lo ubicaban como "antikirchnerista", y salió a dar todo tipo de explicaciones.

"Creo que estuve confiado, ingenuo y hasta un poco bobo en el reportaje de La Nación", dice en su columna de hoy en Página/12. Y asegura que esa cita con la que tituló LaNación.com fue sacada de contexto y lo hace decir algo que asegura que no dijo y que lo ubica en "el esquema binario" entre "lo K y lo no K".

"Voté a Cristina y adhiero a su gobierno", dice en una parte de su artículo publicado hoy. Pero agrega: "No acepto ser definido como 'kirchnerista' porque sería validar el esquema binario con que se piensa (mal) la política argentina: lo K y lo no K".

Pero también menciona a Carpena, el periodista que lo entrevistó, a quien luego de criticar dice que puede "comprenderlo".
"Su trato fue muy amable. No puedo pretender que piense como yo si está en La Nación. Es parte del disenso democrático que acepte sus puntos de vista y hasta algunas de sus trampas, que tal vez ya le broten solas", dice el filósofo.

Por su parte, Carpena le respondió hoy en una columna que empieza diciendo: "Sólo falta que diga que lo drogamos para que dijera lo que dijo. O que lo amenazamos con un revólver en la cabeza".
Y el entrevistador añade: "Me decepcionó José Pablo Feinmann. Hoy publicó una columna en Página 12 en la que sigue el esquizofrénico derrotero que eligió desde que salió la entrevista en La Nación". Luego asegura que esa columna fue publicada porque "lo están despedazando en las filas K", y que ya desde el comienzo de la nota "imaginé que lo iban a triturar por las críticas contra el kirchnerismo".

Feinmann señala en el artículo de Página: "Me veo compelido a escribir estas líneas por las incómodas e inusitadas reacciones que tuvo una nota que me hicieron en el diario La Nación. Mis palabras fueron tan distorsionadas (sobre todo en la edición para internet de la nota) que pareciera que he pasado a ser el líder ideológico de la 'oposición'".

"Uno es un tonto que cree en la posibilidad de romper el esquema binario y abrirse a un diálogo amplio, democrático, que posibilite un país más armónico y menos esquizofrénico, menos bélico, acepta, va y dialoga", dice, al explicar cómo fue que dio la entrevista a La Nación. Al tiempo que termina asegurando: "Jamás aceptaré un reportaje en La Nación".

Y explica, también, en qué contexto fue que dijo la frase que fue utilizada por la versión on line del diario para titular la nota que salió en el suplemento "Enfoques" de la edición impresa, en el marco de la campaña para "empujar la venta" de su último libro.
Feinmann cuenta que ante la pregunta del periodista sobre el incremento patrimonial de los Kirchner, respondió: "Habría que hacer un muy buen análisis de cómo creció ese patrimonio". Y luego señala: "Y si fui cauto, si mi firmeza no fue la deseada por los cuadros "K" es porque el tema de la sola sospecha o acusación de corrupción en un gobierno popular me desquicia. De aquí que (viniendo de un largo razonamiento que había empezado con la condición de hacer 'un muy buen análisis' del bendito tema del patrimonio) haya concluido diciendo la consecuencia lógica que se produciría si eso fuera verdad: 'Porque es muy incómodo adherir a un gobierno de dos gobernantes multimillonarios que están comandando un gobierno popular, nacional y democrático'. Ahí cavé mi tumba".

Carpena, en tanto, le contesta que "no hubo trampa" en la charla que tuvieron, tal como lo desliza Feinmann en su columna. "Hay un primer problema para la teoría de la trampa: gracias a que la entrevista fue filmada para que pudiera difundirse una versión en lanacion.com, cualquiera puede apreciar cómo, desde el minuto 7.11 hasta el minuto 9.22, sin cortes ni edición alguna, Feinmann dice, en aparente pleno uso de sus facultades mentales" la cita que utilizó LaNación.com para titular

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Jorge Lanata vuelve a la radio y a la tele



Parece que las sorpresas en materia de pases e incorporaciones a la radio no se acaban. Cuando faltan pocos días para que termine el 2011, se confirma la vuelta de uno de los periodistas más reconocidos del país a la radio: Jorge Lanata.
El escritor y columnista de Perfil tendrá su programa en Mitre, de lunes a viernes de 13 a 14:30.
Si bien aún faltan detalles, la noticia está ratificada y, según indica Ciudad.com, el regreso de Lanata a la radiofonía se producirá el 6 de febrero. Lo curioso (y divertido), es que compartirá el pase con Chiche Gelblung. Habrá que ver qué surge de esa extraña mezcla…
Además, según trascendió, Lanata también tendría un programa de televisión en El Trece, los domingos a la noche. Según las versiones, tendría el formato de Día D, y contaría con las participaciones de María O’Donnell, Nicolás Wiñazki y el humorista Ariel Tarico. De esta forma, El Trece vuelve a apostar a un programa de actualidad política, en un horario significativo.

la enfermedad de Cristina en la tapa de los diarios

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Por Omar Tobío *

Entender la comunicación entre distintos saberes geográficos como posible camino de interrogación sobre los grandes temas de la Nación podría ser la derivación de algunas de las conclusiones del Simposio recientemente realizado sobre Didáctica de la Geografía, inscripto en el marco del 3º Congreso de Geografía de Universidades Públicas organizado por la Universidad Nacional del Litoral. En ese espacio, docentes y académicos de distintos puntos del país han discutido sobre esta práctica disciplinar. Trabajar sobre el qué y cómo enseñar supuso también tener en cuenta las dificultades con las que se encuentran los profesores de Geografía cuya labor (lograr enseñar) está condicionada por la actual profunda heterogeneidad sociocultural. El título docente habilitante, en estos términos, se torna una abstracción, porque se requiere de tipos de profesores de Geografía muy diferentes entre sí para actuar en contextos socioterritoriales tan disímiles. Se puede, entonces, pasar de sólo pensar “qué es” un profesor formado o en formación hacia ver “qué papel cumple”, es decir, cómo se posiciona con su saber geográfico ante este marco.

Un cambio de posición docente en ciernes está orientado hacia la recuperación del vínculo entre el actor (docente) y su papel (lograr enseñar). Este giro es comunicacional y orientado hacia la adquisición permanente de conocimientos rigurosos y claramente recortados de la disciplina geográfica para sintetizarlos críticamente a partir de la circunstancia sociocultural en la que cada docente se encuentra. Esta tarea apunta a poner esos saberes así procesados al servicio de amplias poblaciones, en este caso –de manera capilar– la enormidad de estudiantes en las aulas de Geografía. Así, muchos profesores, desde su propio contexto, usan materiales rigurosos para realizarle certeras preguntas a la realidad social (distanciándose críticamente), no para contestarlas desde una explicación académica o para cerrarlas desde una resolución política (militante o no), sino para enriquecer esas preguntas junto a alumnos de heterogéneos contextos socioterritoriales.

Un número nada menor de profesores trabaja en escuelas inscriptas en territorios afectados por la megaminería, la explotación sojera o la instalación de polos petroquímicos, donde no es posible desarrollar con libertad plena la tarea de interrogar críticamente la realidad circundante, ya sea porque los padres de los chicos viven de esas actividades económicas o porque existe la amenaza de perder el trabajo en la escuela o por el riesgo de quedar aislado en el rincón escolar reservado a las atrevidas y politizadas ovejas negras. Emerge una circunstancia novedosa para los profesores de Geografía, pero no para los intelectuales desde fines del siglo XIX: la lógica del campo en el que se desarrolla la tarea puede obligar a sesgar las preguntas o directamente a silenciar la propia voz. No obstante, se puede contar con algunas herramientas didácticas para eludir ese obstáculo: se pueden trabajar problemas locales de otros lugares de la Argentina distantes al que uno se encuentra, pero que experimentan el mismo padecimiento (de contaminación o erosión, entre otros posibles). Similares problemas resuenan en distintos lugares, ya que nunca son estrictamente locales sino expresiones de procesos sociopolíticos a escala nacional y global.

Junto al de los docentes también empieza a verse un cambio de posición en algunos académicos: lentamente unos y otros empiezan a desplazarse de un modelo jerárquico hacia uno rizomático: se migra de un esquema con un tronco central (académico, asociado a la labor de creación intelectual) del cual salen ramas subordinadas (docentes, ligados al trabajo de aplicación manufacturera en el aula) hacia uno en red más horizontal donde en cada conexión se puede encontrar un significado diferente (que borra progresivamente la vidriosa dicotomía trabajo intelectual/trabajo manual). Esto no implica, por supuesto, que los docentes secundarios se “academicen” ni tampoco que los académicos deban o necesiten ir a dar clase a las escuelas secundarias, aunque podamos ver personas que desarrollan simultáneamente tareas en ambos ámbitos, en algunos casos de manera fecunda.

Todavía son relativamente pocos quienes están cambiando de posición. Pero son más ahora que hace cinco u ocho años: se va así pudiendo expandir la interrogación y el pensamiento crítico en torno de los poderes fácticos que aspiran a continuar perpetuándose como dueños de los destinos de las geografías de esta Nación.

* Director de la Licenciatura en Enseñanza de las Ciencias Sociales. CEGeo/EHu, Universidad Nacional de San Martín.

MEDIOS Y COMUNICACION

La escuela del pulgarcito

Para Juan Pablo Ringelheim los medios de comunicación y las redes virtuales configuran modos educativos y éstos entran en tensión con la escuela. ¿Cómo debería ser la escuela de acuerdo con las demandas de los medios?

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Por Juan Pablo Ringelheim *

1 Hasta la aparición de la televisión, la escuela formó un sentimiento de comunidad y crió jóvenes con destinos definidos en la nación. Así como el más alto estaba atrás en la formación y el más bajo adelante (y la hilera hacía gala del moderno sentido de la perspectiva), así también el esforzado estudiaría medicina, y el optimista, ingeniería; los descarriados se dedicarían al arte. Pero todos tendrían de por vida un sentimiento primario de la comunidad nacional.

Luego llegó la televisión, que formaría la comunidad de los televidentes y competiría con las instituciones educativas. En el comienzo el Topo Gigio le decía a toda una generación: “Veo la tele cuando salgo de la escuela/ Pero siempre antes hago la tarea”. Destacado. Pero en verdad, y esto hay que decirlo, el Topo Gigio admiraba a Brigitte Bardot; tal vez por esto no tardó ni un verso en apostar enteramente al nuevo paradigma: “Con café, con leche y mantecadas / a la tele no la cambio yo por nada”.

En aquella vieja escuela se pensaba que las lecturas correctas apaciguan la barbarie que habita en cada alumno. Esa idea llega hasta hoy: para disminuir la violencia nada es tan adecuado como construir más escuelas (y menos cárceles). Pero esas escuelas no deberían ser construidas con la lógica del espectáculo: ¿no fue acaso Señorita maestra un fenómeno que contradijo las aspiraciones más humanistas de la educación? En el programa Señorita maestra los niños se mantenían sanos, salvos y “escolarizados”, pero adentro de la televisión. Y una vez que el ciclo concluyó, la barbarie fue el destino de buena parte del elenco y hubo quienes terminaron en la cárcel. Esa historia alimentó a su vez a la televisión, que bajó línea y educó sobre los perjuicios de una fama temprana. Y “vamos a ver, a ver la tele / que a la vez nos educa y entretiene”.

2 Aquella escuela hacía comunidad y un director ganaba bastante dinero: su rol como formador de identidad era necesario para el capitalismo y la nación. En la actualidad, los medios de comunicación hacen lazos y no debe extrañar que Tinelli, como principal funcionario, sea millonario. ¿Qué tipo de comunidad crea Tinelli? (Su “¡Buenas noches, América!” no busca consolidar una identidad nacional ni regional, sino que es un gesto grandilocuente que dice que la red que nos reúne podría atrapar también a Moby Dick). La comunidad que produce Tinelli es plural y se basa en las adhesiones y rechazos que crean los televidentes hacia las figuras; las comunidades que se forman en cada programa son de fans, parciales y efímeras. El televidente sube el pulgar o lo baja ante los famosos, y en las tribunas del circo las butacas son móviles para que el espectador pueda rotar de posición.

En Internet las redes sociales también forman comunidades parciales y efímeras. Cada usuario de Facebook, pertrechado de gigas de amor, produce una sociedad de amigos. Y cada vez que algunos de sus amigos ven una foto divertida se suman al pulgar elevado para decir “me gusta”; así crean una comunidad en torno de la foto o evento. A diferencia de la nación, Facebook no nos pedirá que vayamos por él a la guerra, de momento. Apenas exige que cumplamos un servicio de disponibilidad obligatorio.

3 Por alguna razón, en la política las manos han tenido privilegio de aparición por sobre los otros miembros del cuerpo. El símbolo del socialismo es una mano empuñando una flor (no deja de ser curioso que el socialista pretenda batallar con una flor por arma: uno queda perplejo y le desea suerte... o lo acompaña desde lejos). El símbolo del peronismo es dos dedos que se bifurcan, uno hacia la izquierda y el otro hacia la derecha, indicando la ambivalencia que cifra su supervivencia. La nueva política debería aprender de esta tradición y capitalizar el símbolo de la época: el pulgar elevado del “me gusta” de Facebook. Los partidarios transmitirían de paso el optimismo que elevaría la autoestima del argentino a niveles brasileños.

Si aquella vieja escuela creaba comunidad, ¿cómo debería ser la nueva escuela? El sentimiento de unidad se crea hoy en los medios de comunicación y las redes virtuales, se forma en el sistema de adhesiones y rechazos a las figuras del espectáculo, a los productos de consumo y también culturales. La nueva escuela debería enseñar a armar un perfil popular en Facebook, a resumir un concepto en 140 caracteres, a retocar una foto, a subir el pulgarcito, a orientar el destino del usuario en Internet. Esa nueva escuela nacería con la lógica del espectáculo. Así estaría a tono con la nueva política que reclaman los usuarios de la ciudad más exigente del país.

* Docente e investigador UNQ y UBA.

martes, 27 de diciembre de 2011

EL ROL DE INDYMEDIA DESPUES DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE

Antes de la web 2.0

Indymedia Argentina tuvo un rol central en 2002, cuando Argentina sufría la crisis. Un repaso sobre cómo era la web social cuando la “idea” todavía no existía y una comparación con Faceboo
Por Mariano Blejman
¿Por qué Indymedia no se convirtió en Facebook? La pregunta es por demás provocadora y el lector más entrenado tenderá a pensar que la pregunta es “aberrante” en términos epistemológicos. Pero el emblemático sitio de las revueltas contraculturales de fines de los ’90 y comienzos de 2000 intenta mantener el tren como faro globalofófico, que fue cuando Internet todavía no había acuñado el concepto de la web social 2.0. En estos años, Indymedia ha sido una fascinante experiencia de contrainformación, de producción colaborativa de periodismo, de trabajo en las “bases” y de conexiones sociales. Además, en la Argentina cumplió un rol fundamental, sobre todo después del 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando la lucha entre piquete y cacerola era, vale el versito, una sola.
Tal vez si Indymedia –quien fuera que pueda autoproclamarse su creador– hubiese comprendido que la red no se trata sólo de información sino también de personas, el destino de esta red habría sido diferente. Quién lo sabe. Uno podría decir, a casi 13 años de su nacimiento, que Indymedia fue Facebook antes de Facebook, pero (con sus propias discusiones políticas) la red nunca terminó de aprovechar el concepto que había creado. La comparación con Facebook es también capciosa en un gran sentido: los intereses de manipulación de los datos de las personas que tiene la red creada por Mark Zuckerberg están en la antítesis de lo que cualquier militante promedio de Indymedia hubiese querido alguna vez. Pero Indymedia se anticipó a la idea de conectar gente, de socializar el contenido, de establecer convocatorias para actos concretos, muchos años antes que Facebook. El sitio se había organizado políticamente como un centro de contrainformación luego de las iniciáticas protestas en contra de la Organización Mundial de Comercio ocurrida en Seattle en 1999, el punto de comienzo de las corrientes globalofóbicas. Y desde entonces la semilla de la contrainformación (cada persona un corresponsal era la premisa) se expandió por todo el mundo, hasta llegar a América latina.
En la Argentina, los comienzos de Indymedia están directamente vinculados con la generación del 19 y 20. Aunque el porcentaje de población que se informó a través de esta red en ese momento haya sido minoritario, la experiencia de informar desde el terreno pareciera haber sido liberadora y haber captado la atención internacional. Rodrigo Paz (Indymedia video) participó en 2003 del Festival de Cine Latinoamericano en Toulouse y, según recuerda Marilina Winik, “el texto del cuerpo editorial del catálogo hablaba sobre Compañero cineasta piquetero, un trabajo de 12 minutos. Otro de los videos recordados de aquella época es La bisagra de la historia, del grupo Venteveovideo. Uno de los iniciáticos fue Sebastián Hacher, actualmente al mando de la revista THC, por ejemplo. También pasaron por Indymedia Argentina Tomás Eliaschev, Pablo Badano, Nicolás Pousthomis, Ignacio Smith y Manuel Palacios, entre otros.
Siempre es difícil escribir sobre Indymedia. Porque, ¿quién es Indymedia? La mayoría de sus textos siguen siendo anónimos o con seudónimos fluctuantes. Lo que se entiende como una justa decisión para evitar castigos sobre la información publicada tal vez haya dilapidado algo de referencia. Cuando uno lee Indymedia, finalmente tiene que terminar creyéndole al sitio y no al autor. En la Argentina, la idea de tener un espacio independiente, colaborativo y sin filtros de las “corporaciones” iba a calar en profundidad durante los meses previos a la gran crisis de 2001, y explotaría en 2002 cuando la red tuvo un rol fundamental para “contar” los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. “La cobertura que hicimos de aquella situación trágica tuvo mucha repercusión a nivel global”, recuerda para Página/12 Winik, quien participó de los primeros tiempos de Indymedia en la Argentina, pero dejó el colectivo promediando 2004.
“En ese momento teníamos una mirada sobre la web que no existía, que era la web 2.0 antes de la web 2.0. Pero no se trataba sólo de la web donde pasaban cosas sino que había un trabajo territorial. Había caravanas de activistas antiglobalización que iban en gira, abriendo nodos de la red por diferentes lugares”, cuenta Winik. Como se escribió en estas páginas la semana pasada, el 19 y 20 de diciembre encontraron a la sociedad argentina en una etapa de pre-digitalización: “El periodismo militante existió siempre, pero lo que hizo Indymedia fue volver a usar esa fuerza social para generar comisiones de prensa en sectores militantes, fábricas, aprender, entender y visualizar qué era eso de Internet, que hasta ese momento no había tenido tanta pregnancia”, dice Winik.
Indymedia Argentina tuvo un momento de esplendor y reconocimiento mundial en 2002, cuando el país sufría el duro momento de post-corralito. El sitio sigue actualizando información cotidianamente, pero pareciera haber perdido ese lugar central. Sin embargo, Zula Lucero –activa militante de Indymedia Argentina y una de las iniciáticas– explica su posición: “Indymedia sigue siendo el espacio anónimo para que puedan expresarse los movimientos sociales. Mucho de lo publicado es de organizaciones sociales, de base o de grupos de trabajadores combativos con dificultad para llegar a las redes sociales. Twitter es un boom todavía entre la gente de clase media. Sobre el caso de Marita Verón, por ejemplo, una de las primeras entrevistas la hice yo, porque la madre nos contactó”, cuenta Zula Lucero, quien resalta en la sección de género.
Esta conjunción de hackers a favor del software libre, geeks y militantes sociales estuvo siempre cruzada también por corrientes políticas internas que iban desde el Partido Comunista al trotskismo, pasando por los anarcolibertarios que vieron en esa gran plataforma la posibilidad de recuperar la producción de discurso perdida después de la caída de la Unión Soviética. Indymedia ha sido, efectivamente, una forma de conocer gente, de viajar por el mundo y cambiar la idea de que los medios estaban en el centro. Durante las revueltas árabes, el flujo de información que estimuló algunos levantamientos circuló a través de las grandes redes sociales estadounidenses antes que por Indymedia, lo cual hubiese sido un espacio natural tiempo atrás. “Indymedia es un espacio para visibilizar lo que sucede: Twitter es una empresa e Indymedia no. La seguridad que tenemos para que la gente que postee no la tienen Twitter o Facebook, que acumula información acerca de sus usuarios.” Por eso, justamente por eso, Indymedia nunca pudo convertirse en Facebook.