domingo, 20 de julio de 2014

Cómo funcionan las aplicaciones móviles para pedir autos que desafían a los taxistas

Cómo funcionan las aplicaciones móviles para pedir autos que desafían a los taxistas

Un recorrido por Uber y Lyft, dos de las empresas que nacieron en el mundo online y se imponen en las calles con tarifas bajas y protestas de choferes en Europa
 
Foto: Gentileza Uber
 
Cuando el servicio de remis que se llama mediante la aplicación de un teléfono móvil, y sus competidores aparecen en las noticias, en general es por algo como las ruidosas protestas de los taxistas en toda Europa, o por incidentes bizarros como el (ahora ex) chofer de Uber que según se dice llevó a un pasajero en una persecución a alta velocidad en Washington.
Pero el futuro del transporte urbano está siendo modelado este verano boreal, no por de estos eventos llamativos, sino por anuncios aparentemente no relacionados con ello, que involucran conceptos económicos como elasticidad de la demanda y fijación dinámica de precios, y el muy importante concepto (no económico) de instalar los mostachos rosa gigantes frente a los vehículos que funcionan bajo esta modalidad.
Quizás tenga que forzar la vista para verlo, pero la economía de cómo se transporta la gente está al borde de grandes cambios, y se está preparando una batalla para determinar quién será el chofer de Estados Unidos y qué compañía se hará rica por esa vía.
El mayor desarrollo ha sido el anuncio de Uberde que está reduciendo las tarifas para su servicio UberX en docenas de mercados en Estados Unidos y en el extranjero.
UberX es la oferta más barata, de transporte de nivel inicial de la compañía -piense en un Nissan Sentra manejado por un estudiante universitario, antes que en un Lincoln Town Car manejado por un profesional experimentado que ofrece el servicio Uber Black de la compañía.
La rebaja de tarifas es del 20 por ciento en Nueva York y del 25 por ciento en San Francisco y Los Ángeles. De acuerdo a las cuentas de la compañía, eso hace que el precio del viaje sea más bajo que en un taxi en Nueva York y en otras ciudades. En algunos de esos mercados, incluso el recorte de la tarifa sale casi en su totalidad de la comisión del 20 por ciento que cobra normalmente la empresa.
¿En qué anda Uber? ¿Qué compañía reduce voluntariamente sus tarifas, en particular al punto de que termina perdiendo con cada transacción?
La clave para comprender la estrategia de Uber es el concepto de la "elasticidad de la demanda", qué es cómo reacciona la gente con un precio más bajo. Si la demanda de los consumidores es altamente elástica, significa que un precio ligeramente más bajo llevará a la gente a tomar mucho más viajes de UberX. Es lo que la compañía espera que suceda y, suponiendo que sea así, los precios más bajos pueden quedar permanentes.
Si podemos bajar lo suficiente la tarifa de UberX, podemos llegar al punto de que viajar con Uber sea más barato que tener un auto, dijo Travis Kalanik, CEO de Uber
Considere cómo resulta esto en la práctica. El otro día tuve que ir a casa rápido en el horario de trabajo. Tenía varias opciones: podía caminar 20 minutos en medio del calor para ir a casa; podía tomar un ómnibus, lo que significaría menos sudor pero igual tiempo; o podía tomar un taxi de Washington D.C., que costaría entre US$ 8 y US$ 9, según el tráfico y la propina.
O, gracias a la reciente rebaja de tarifa, podía tomar un UberX por lo que resultó ser un viaje de US$ 5,74. Y a diferencia de lo que sucede con muchos taxis en Washington, el aire acondicionado ya estaba encendido cuando subí al auto y no estaba roto el lector de tarjeta de crédito, problema común que resulta en la necesidad de pagar con efectivo.
Esencialmente, Uber apuesta a que las tarifas más bajas inducirán a gente como yo a usar el servicio más a menudo, para el viaje ida y vuelta al trabajo, a reuniones durante el día, y así siguiendo. Cuanto más pueda lograr que la gente adopte el hábito de hacer varios viajes al día, tanto más se impondrá esto: la gente planificará su día en torno a la posibilidad de tener fácil y rápido acceso a un transporte barato.
"Todo el sentido de la rebaja de tarifas es ubicar los precios de UberX por debajo del costo de poseer un auto", me dijo Travis Kalanik, CEO de Uber. "Digamos que en promedio hace tres o cuatro viajes al día. Si podemos bajar lo suficiente la tarifa de UberX, podemos llegar al punto de que viajar con Uber sea más barato que tener un auto".
 
Foto: Gentileza Uber
La estrategia de la compañía este verano boreal es reducir las tarifas temporariamente y ver cuánto aumenta la demanda y usar esa información para decidir las tarifas para el futuro. Si las tarifas más bajas llevan a suficiente uso extra del servicio como para compensar por los ingresos perdidos en cada viaje, será permanente. Lo ha hecho en el pasado y por lo general llegó a la conclusión de que los precios más bajos generan suficiente demanda extra como para justificarse, en particular cuando una reducción de tarifas hace que el servicio pase de ser ligeramente más caro que un taxi a ligeramente mas barato.
Al mismo tiempo que explora la cuestión de hasta dónde puede bajar los precios del servicio barato, Uber también se debate con hasta dónde puede elevar las tarifas del servicio más caro. Se lo ha criticado por elevar las tarifas a un múltiplo de lo habitual cuando la demanda supera la oferta.
Esto enfurece a los clientes en los mejores momentos, como vísperas de Año Nuevo. Plantea cuestiones legales en los momentos peores, como durante tormentas de nieve o huracanes. El fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, ha denunciado a Uber por subir los precios en esos momentos extremos, sosteniendo que cobrar a la gente ocho veces la tarifa habitual viola las mismas leyes que impiden a las estaciones de servicios cobrar de más por nafta o agua embotellada luego de una tormenta.
Esta semana llegaron a un acuerdo: Uber tendrá como techo de sus tarifas durante desastres el precio máximo de los últimos 60 días. Dicho de otro modo, eso de subir los precios en situaciones extremas vino para quedarse, pero la compañía no llevará las tarifas a niveles extraordinarios. Ha dado señal de que aplicará los mismos principios para la fijación de sus tarifas en todo el país.
Esta semana también tenemos nuevas señales de cómo podría verse el escenario de este sector de servicios en auge. Lyft, un competidor de Uber, dijo que comenzaría a ofrecer su servicio en Brooklyn y Queens, su primera incursión en Nueva York. Es un recordatorio de que más allá de los taxis tradicionales que son los primeros adversarios de Uber en términos regulatorios, seguramente enfrentará más competencia.
Sin embargo, la batalla tendrá que esperar. El viernes Schneiderman inició acciones legales para bloquear a Lyft en Nueva York, diciendo que está en "abierta violación" de de las leyes estaduales y municipales de licencia y seguro.
 
Los bigotes rosados de Lyft, una marca distintiva de los vehículos que forman parte de la plataforma móvil. Foto: Gentileza Lyft
 
Un desarrollo interesante: Lyft parece estar dejando de lado sus elementos más simpáticos, que dan a su servicio el tono de amigos que llevan a sus amigos en su auto, que lo diferencia de Uber y lo hacen menos atractivo para usar en algunos tipos de viajes, incluyendo los que se hacen por cuestiones de trabajo. Sus autos en Nueva York no llevarán los mostachos rosa que normalmente aparecen en la trompa de las unidades de Lyft y lo mismo sucederá con un servicio de alta gama en 4x4 con el que está experimentando en San Francisco.
Por más que a los usuarios del servicio les guste el aspecto comunitario de Lyft, es difícil imaginarse ir a una reunión de trabajo en un auto con mostacho rosa gigante.
Consejo gratis para Lyft: eliminen la costumbre de llevar a los pasajeros en el asiento delantero y hacer que estos choquen el puño con el conductor a modo de saludo al comenzar el viaje. Muchos de sus clientes potenciales quieren llegar a su almuerzo a tiempo, no hacer un nuevo amigo.
La gente ha tendido a ver a Uber, junto con sus rivales, como un competidor de más alta tecnología de los servicios de taxi, pero eso no es del todo cierto. Lo que están tratando de hacer es reinventar la manera en que la gente se mueve de un lugar a otro. Y las novedades en materia de precio y competencia últimamente están dando una visión más concreta de eso:
El mercado del transporte de pasajeros será más barato, con más disponibilidad de autos de la que ha habido antes, lo que debiera hacer más fácil usar estos servicios para transporte habitual. Los precios subirán como cosa normal cuando haya mucha demanda, pero con limitaciones en emergencias. Y se trate de Lyft, otros nuevos competidores como Sidecar, o incuso compañías de taxi tradicionales que mejoren sus tarifas, está claro que va a ser un escenario de una competencia brutal.
Traducción de Gabriel Zadunaisky.

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