Nancy Soderberg y Robert Shapiro mantuvieron un almuerzo reservado con representantes de los medios más receptivos al reclamo de ATFA
Cómo fue el operativo de los lobistas enviados por los buitres a Argentina
Los operadores de Paul Singer convocaron a un sector de la prensa en el Hotel Hyatt para que tomaran nota de sus críticas al gobierno nacional. La estrategia incluyó una solicitada en Clarín, La Nación y otros diarios. Repudio de militantes.
Enviados por los fondos buitre que litigan contra la Argentina, dos lobistas profesionales pasaron ayer por Buenos Aires y se reunieron con la prensa más receptiva a sus reclamos, como parte de una estrategia para mejorar su imagen en el país. Entre bocadillos de caviar ruso y champagne Dom Perignon, Nancy Soderberg y Robert Shapiro participaron de un almuerzo de negocios en el Hyatt, un lujoso hotel céntrico, donde cuestionaron la posición nacional en la negociación por el pago de bonos que entraron en default en 2001. Por la tarde, su presencia en el país despertó el rechazo de agrupaciones militantes nucleadas en Unidos y Organizados.
La American Task Force Argentina (AFTA) es una organización financiada por "holdouts", es decir, tenedores de bonos, que no entraron en los canjes de 2005 y 2010. Entre los patrocinantes del "grupo de tareas" (esa es la traducción en español de "task force") figuran la Asociación de Carne de Dakota del Norte o los Ganaderos de Montana y también el fondo Elliott Associates, LP, propiedad de Paul Singer, uno de los principales litigantes contra la Argentina. Desde su sitio web, la organización intenta presionar para que la Argentina negocie a su favor el pago de los bonos en default. Con ese fin, vienen publicando en su página noticias como "¿Cuál es la verdad sobre el acuerdo de la Argentina con Irán?", o "Argentina e Irán: Aliados Vergonzantes. Un pacto con el diablo" o a directamente frases del estilo "Basta K".
Mientras en los Estados Unidos el gobierno intenta hallar una salida al pleito, los presidentes de AFTA pasaron por Buenos Aires con el objetivo de limpiar el nombre de los buitres. Previamente a su desembarco, publicaron solicitadas en los diarios Clarín, La Nación, Ámbito Financiero y el Cronista Comercial. En los textos a toda página que titularon "Los hechos de la disputa sobre la deuda argentina", AFTA insistió con su prédica: aseguró que los acreedores están "esperando en la mesa de negociaciones deseosos de hablar, pero Argentina se niega". También afirmaron que "los líderes de la Argentina están divulgando mentiras" sobre el caso y, de forma amenazante, plantearon que "el tiempo se está acabando para el país". El escrito cierra con un imperativo "Argentina, es hora de negociar".
Para cultivar relaciones, los lobbystas de los fondos que compraron deuda a precio vil y cuando la Argentina estaba en default, brindaron un almuerzo al mediodía, estrictamente reservado –según consignó la agencia Télam– para los medios La Nación, Clarín, Perfil e Infobae, propiedad del empresario Daniel Hadad.
Durante la comilona en el coqueto Palacio Duhau, los codirectores de AFTA, Soderberg y Shapiro, invitaron a los presentes con caviar ruso, faisán en dos cocciones con salsa agridulce de mango y radicchio caramelizado. Para beber hubo agua mineral y champagne Dom Perignon, un espumante que cuesta en vinerías más de 1700 pesos por botella.
Entre plato y plato, según publicó Infobae, la organización reclamó "una negociación seria". Los lobbystas también cuestionaron al ministro de Economía, Axel Kicillof, y pusieron en duda que el país quiera cerrar los reclamos judiciales: "Kicillof no tiene capacidad de tener una negociación técnica con el mediador. No es un abogado, y ningún ministro responsable negociaría algo sin asesores", opinaron Soderberg y Shapiro.
Más tarde, pasadas las 17:30, llegaron hasta la puerta del hotel agrupaciones pertenecientes a Unidos y Organizados para protestar por la presencia de los enviados de los buitre. Bajo la leyendas "Yo elijo Argentina", "Patria o buitres", los militantes entonaron cánticos contra los bonistas que lograron un fallo favorable de la Corte Suprema de los Estados Unidos. "Organizamos el acto cuando supimos que esta gente venía al país a buscar adhesiones", explicó Martín, oriundo de Parque Patricios y militante de la Cámpora. "Me parece importante destacar que el pueblo va entendiendo de qué se trata. No es un ataque a la Cámpora o Cristina Fernández, sino a los 40 millones de argentinos", dijo a Tiempo el joven de 18 años.
"La Argentina no va a hipotecar su futuro ni negociar con el hambre del pueblo", subrayó Adrián Eslaiman, de Nuevo Encuentro. "Vinimos a repudiar su presencia. No por nada se autodenominan 'grupo de tareas', algo que remite a la parte más oscura de la historia argentina", recordó.
El artista plástico Daniel Santoro, que casualmente se encontraba por la zona, se sumó a los rechazos y pidió denunciar a los dirigentes políticos argentinos que se reunieron con los lobbystas a quienes llamó "traidores a la patria" (ver parte).
Si bien en un primer momento trascendió que fue la consultora local Gunner & Asociados la encargada de la logística del evento buitre, su directora, Rafaela Gunner –de nacionalidad inglesa– explicó a este diario que, en rigor, sólo facilitó nombres de periodistas y teléfonos de contacto a un viejo conocido suyo, Kevin Ivers, jefe del Center Strategies LLC, firma de responsabilidad limitada con oficinas Boston.
Nacida en 2002, esta consultora despliega sus servicios de "estándares estadounidenses" sobre países de América Latina, el Caribe y África subsahariana, según explica en su sitio web. Para eso, ofrece "conocimiento y contactos real sobre el terreno", gracias a un "experimentado know-how americano en cualquier contexto local", valiéndose para ello de una "extensa red de consultores y empresas aliadas de todo el mundo". En este caso, todo eso redundó en el reservado almuerzo de trabajo que los dos enviados de Singer mantuvieron con un grupo de periodistas a quienes los representantes de ATFA querían dejar, de primera mano, su mensaje pro buitres. «
La American Task Force Argentina (AFTA) es una organización financiada por "holdouts", es decir, tenedores de bonos, que no entraron en los canjes de 2005 y 2010. Entre los patrocinantes del "grupo de tareas" (esa es la traducción en español de "task force") figuran la Asociación de Carne de Dakota del Norte o los Ganaderos de Montana y también el fondo Elliott Associates, LP, propiedad de Paul Singer, uno de los principales litigantes contra la Argentina. Desde su sitio web, la organización intenta presionar para que la Argentina negocie a su favor el pago de los bonos en default. Con ese fin, vienen publicando en su página noticias como "¿Cuál es la verdad sobre el acuerdo de la Argentina con Irán?", o "Argentina e Irán: Aliados Vergonzantes. Un pacto con el diablo" o a directamente frases del estilo "Basta K".
Mientras en los Estados Unidos el gobierno intenta hallar una salida al pleito, los presidentes de AFTA pasaron por Buenos Aires con el objetivo de limpiar el nombre de los buitres. Previamente a su desembarco, publicaron solicitadas en los diarios Clarín, La Nación, Ámbito Financiero y el Cronista Comercial. En los textos a toda página que titularon "Los hechos de la disputa sobre la deuda argentina", AFTA insistió con su prédica: aseguró que los acreedores están "esperando en la mesa de negociaciones deseosos de hablar, pero Argentina se niega". También afirmaron que "los líderes de la Argentina están divulgando mentiras" sobre el caso y, de forma amenazante, plantearon que "el tiempo se está acabando para el país". El escrito cierra con un imperativo "Argentina, es hora de negociar".
Para cultivar relaciones, los lobbystas de los fondos que compraron deuda a precio vil y cuando la Argentina estaba en default, brindaron un almuerzo al mediodía, estrictamente reservado –según consignó la agencia Télam– para los medios La Nación, Clarín, Perfil e Infobae, propiedad del empresario Daniel Hadad.
Durante la comilona en el coqueto Palacio Duhau, los codirectores de AFTA, Soderberg y Shapiro, invitaron a los presentes con caviar ruso, faisán en dos cocciones con salsa agridulce de mango y radicchio caramelizado. Para beber hubo agua mineral y champagne Dom Perignon, un espumante que cuesta en vinerías más de 1700 pesos por botella.
Entre plato y plato, según publicó Infobae, la organización reclamó "una negociación seria". Los lobbystas también cuestionaron al ministro de Economía, Axel Kicillof, y pusieron en duda que el país quiera cerrar los reclamos judiciales: "Kicillof no tiene capacidad de tener una negociación técnica con el mediador. No es un abogado, y ningún ministro responsable negociaría algo sin asesores", opinaron Soderberg y Shapiro.
Más tarde, pasadas las 17:30, llegaron hasta la puerta del hotel agrupaciones pertenecientes a Unidos y Organizados para protestar por la presencia de los enviados de los buitre. Bajo la leyendas "Yo elijo Argentina", "Patria o buitres", los militantes entonaron cánticos contra los bonistas que lograron un fallo favorable de la Corte Suprema de los Estados Unidos. "Organizamos el acto cuando supimos que esta gente venía al país a buscar adhesiones", explicó Martín, oriundo de Parque Patricios y militante de la Cámpora. "Me parece importante destacar que el pueblo va entendiendo de qué se trata. No es un ataque a la Cámpora o Cristina Fernández, sino a los 40 millones de argentinos", dijo a Tiempo el joven de 18 años.
"La Argentina no va a hipotecar su futuro ni negociar con el hambre del pueblo", subrayó Adrián Eslaiman, de Nuevo Encuentro. "Vinimos a repudiar su presencia. No por nada se autodenominan 'grupo de tareas', algo que remite a la parte más oscura de la historia argentina", recordó.
El artista plástico Daniel Santoro, que casualmente se encontraba por la zona, se sumó a los rechazos y pidió denunciar a los dirigentes políticos argentinos que se reunieron con los lobbystas a quienes llamó "traidores a la patria" (ver parte).
Si bien en un primer momento trascendió que fue la consultora local Gunner & Asociados la encargada de la logística del evento buitre, su directora, Rafaela Gunner –de nacionalidad inglesa– explicó a este diario que, en rigor, sólo facilitó nombres de periodistas y teléfonos de contacto a un viejo conocido suyo, Kevin Ivers, jefe del Center Strategies LLC, firma de responsabilidad limitada con oficinas Boston.
Nacida en 2002, esta consultora despliega sus servicios de "estándares estadounidenses" sobre países de América Latina, el Caribe y África subsahariana, según explica en su sitio web. Para eso, ofrece "conocimiento y contactos real sobre el terreno", gracias a un "experimentado know-how americano en cualquier contexto local", valiéndose para ello de una "extensa red de consultores y empresas aliadas de todo el mundo". En este caso, todo eso redundó en el reservado almuerzo de trabajo que los dos enviados de Singer mantuvieron con un grupo de periodistas a quienes los representantes de ATFA querían dejar, de primera mano, su mensaje pro buitres. «
la oposición eligió mantener la distancia
El viaje relámpago de los representantes del American Task Force Argentina (ATFA), los norteamericanos Nancy Soderberg y Robert Shapiro, se limitó a una reunión con periodistas, mayormente de medios opositores. No incluyó, según pudo reconstruir Tiempo Argentino con fuentes de diversas fuerzas, contactos con políticos del espectro no oficialista. De hecho, los dirigentes que hablaron con este medio señalaron que "no hubieran aceptado" reunirse con los lobistas de los buitres.
En la UCR remarcaron que "nadie" los convocó para un encuentro con la dupla Soderberg-Shapiro. Además, el diputado de la UCR Miguel Bazze resaltó que si bien su fuerza "tiene diferencias" con el gobierno nacional en la forma en que se manejaron ciertas cosas, en "la cuestión de fondo hay que respaldar al gobierno en su posición de privilegiar a los bonistas que entraron al canje". Bazze agregó: "Sabemos quiénes son los buitres, que no quisieron participar de ninguno de los canjes. A nosotros tampoco nos gusta el fallo del juez (Thomas) Griesa, aunque tengamos que buscar una salida para el tema".
En el massismo también negaron cualquier contacto con los miembros de ATFA y aseguraron no tener "ningún interés" en mantener un encuentro con ellos. "Conocemos la forma en que los buitres se mueven por el mundo", remarcó el diputado del Frente Renovador José Ignacio De Mendiguren. "Compran deuda barata –agregaron– y después contratan a los estudios de abogados más caros para buscar cualquier resquicio en la legislación. A eso se dedican. Ese es su negocio."
Un diputado nacional del PRO que prefirió el anonimato también señaló que no recibieron ninguna invitación para mantener algún encuentro con los lobbistas. El mismo dirigente sostuvo incluso que sería "contraproducente" para su partido participar de una reunión de ese tipo. "Ante cualquier comentario que hagamos sobre la forma en que se maneja el gobierno, después de una reunión como esa, nos acusarían de decir lo mismo que los buitres", sostuvo.
En la UCR remarcaron que "nadie" los convocó para un encuentro con la dupla Soderberg-Shapiro. Además, el diputado de la UCR Miguel Bazze resaltó que si bien su fuerza "tiene diferencias" con el gobierno nacional en la forma en que se manejaron ciertas cosas, en "la cuestión de fondo hay que respaldar al gobierno en su posición de privilegiar a los bonistas que entraron al canje". Bazze agregó: "Sabemos quiénes son los buitres, que no quisieron participar de ninguno de los canjes. A nosotros tampoco nos gusta el fallo del juez (Thomas) Griesa, aunque tengamos que buscar una salida para el tema".
En el massismo también negaron cualquier contacto con los miembros de ATFA y aseguraron no tener "ningún interés" en mantener un encuentro con ellos. "Conocemos la forma en que los buitres se mueven por el mundo", remarcó el diputado del Frente Renovador José Ignacio De Mendiguren. "Compran deuda barata –agregaron– y después contratan a los estudios de abogados más caros para buscar cualquier resquicio en la legislación. A eso se dedican. Ese es su negocio."
Un diputado nacional del PRO que prefirió el anonimato también señaló que no recibieron ninguna invitación para mantener algún encuentro con los lobbistas. El mismo dirigente sostuvo incluso que sería "contraproducente" para su partido participar de una reunión de ese tipo. "Ante cualquier comentario que hagamos sobre la forma en que se maneja el gobierno, después de una reunión como esa, nos acusarían de decir lo mismo que los buitres", sostuvo.
D.M.
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