lunes, 17 de septiembre de 2012

Las cinco caras del sexo

De cómo el cine abordó la temática con distintos recursos
Por Milagros Amondaray | LA NACION
En unas semanas se estrena Histeria, el film de Tany Wexler que se centra, nada menos, que en el origen y posterior desmitificación de dicho término (la histeria, claro) y en cómo un doctor de fines del siglo XIX, casi sin quererlo, confecciona el primer vibrador eléctrico para, justamente, apaciguar la insatisfacción femenina. La película no es pretenciosa ni demasiado rigurosa en el plano histórico. Sin embargo, lo que la salva es su sentido del humor, su naturalidad para hablar de sexo y las interpretaciones que van por el mismo carril (especialmente la de Maggie Gyllenhaal). Con motivo de este inminente estreno, recordemos otros films que han hablado de sexo con un particular enfoque:

*1. LA SECRETARIA (2002, Steven Shainberg)

Foto: Archivo

Lo que me gusta del film de Shainberg (y de Fur, su biopic libre sobre Diane Arbus que vendría luego) es que, más allá de las situaciones complejas que sondea (entre ellas, un trastorno psíquico), en el fondo está contando una historia de amor. Claro que, y también como en la mencionada Fur, las vías que elige no son las convencionales, y esto está estrictamente ligado a sus personajes principales. Un jefe (James Spader) y la secretaria del título (nuevamente Maggie Gyllenhaal), dos personas que se atraen y que terminan por aceptar que esas necesidades que tienen (cierta tendencia sadomasoquista, por ejemplo) solo pueden ser satisfechas por el otro y nadie más. La construcción de un mundo personal, de un romance que no obedece a ninguna regla. Eso es La secretaria. Una película con un final provocador y, al mismo tiempo, consecuente con todo el relato. Un final sobre la importancia de serle fiel al deseo.

*2. ATRACCIÓN FATAL (1987, Adryan Lyne)

Foto: Archivo

El sexo que se va de las manos parece ser un tópico que le interesa a Lyne, quien en Infidelidad había mostrado cómo una mujer no lograba conseguir que las citas ocasionales con su amante no se convirtieran en una amenaza para su vida establecida. En Atracción fatal - un clásico, a esta altura - sucede lo mismo, pero el eje se invierte y todo lo vemos a través de los ojos de un hombre ( Michael Douglas ), quien luego de unos encuentros intensos con el personaje interpretado por Glenn Close, no le puede poner freno a la obsesión de esa mujer por (re)tenerlo a su lado. Curiosamente, Atracción fatal, a pesar de sus escenas de sexo, trascendió por la secuencia en la que esa amante despechada pone a hervir un conejo, secuencia citada y parodiada en infinitas ocasiones.

*3. BLUE VALENTINE (2010, Derek Cainfrance)

Foto: Archivo

Blue Valentine es una película compleja de ver. Desafía al espectador continuamente y va en contra de cómo se supone que nos tienen que contar, como lo dice tramposamente su título en castellano, una historia de amor. Porque se trata, en realidad, de una historia sobre la pérdida del amor, sobre el deterioro, sobre lo difícil que es la aceptación de que ese vínculo destinado a perdurar se nos escurrió entre las manos. En ese sentido, el sexo es mostrado desde el fuerte deseo inicial hasta la última fase de la relación, cuando ya no se disfruta y se convierte, para ese matrimonio, casi en un acto tortuoso. Pocos actores iban a entregarse tanto a ese vaivén interpretativo como lo hicieron Ryan Gosling y, sobre todo, Michelle Williams, cuyas miradas pasan de encandilar a ser completamente devastadoras.

*4. OJOS BIEN CERRADOS (1999, Stanley Kubrick)

Foto: Archivo

Las fantasías son un tema que se ha abordado mucho en el cine y que, particularmente, nadie pudo explicar mejor que Rob Gordon (o Nick Hornby, para el caso) en una de las últimas (y grandes) escenas de Alta fidelidad. Lo de Kubrick va por otro lado. Una mujer ( Nicole Kidman ) le confiesa a su marido ( Tom Cruise ) una fantasía sexual que tuvo con otro hombre. Ese es el disparador de un viaje nocturno que él lleva adelante como si no supiera bien qué es lo que está buscando (¿venganza?), un viaje que lo sumerge en orgías, asesinatos y una duda persistente (esa máscara sobre la cama) que Kubrick nunca quiere evaporar. Por el contrario, el realizador concluye toda su filmografía con un "Fuck" sin cabida para los eufemismos y, así, en su obra maestra (y póstuma) descomprime y se ríe de todos nuestros tabúes con una pronunciada perversión.

*5. AMIGOS CON BENEFICIOS (2011, Will Gluck)

Foto: Archivo

Se preguntarán qué hace esta película en una lista con varios clásicos. Bueno, la respuesta es sencilla: acá se nos muestra el sexo con desprejuicio y comicidad. El núcleo es trillado: dos amigos deciden acostarse sin involucrar sentimientos, para apaciguar necesidades y no despertar sentimentalismos o falsas expectativas. El final, incluso, es igual de trillado (por si acaso, no voy a revelarlo). Entonces, ¿qué tiene de interesante el film de Will Gluck? La química entre Mila Kunis y Justin Timberlake y la manera en la que, en las escenas de sexo, se generan situaciones tanto tensas como irrisorias, tanto excitantes como incómodas. Todo se percibe como sumamente real. En ese aspecto, Amigos con beneficios trata el tema principal con sorprendente y bienvenida naturalidad..
¿Qué otra película sumarías a la lista?

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