martes, 11 de septiembre de 2012

EX EMPLEADOS DEL CANAL DENUNCIAN 28 DESPIDOS; EL NUEVO DIRECTOR CRISTIAN TURRINI AFIRMA QUE SON 19, “POR FALTA DE FONDOS”

Franco purga la TV pública de Paraguay

Marcelo Martinessi, director del canal público hasta la destitución de Lugo, y Diego Segovia, ex jefe de políticas públicas, denuncian que los despidos en la emisora son una depuración ideológica. Podrían levantarse programas.
 
Por Mercedes López San Miguel
“Un proceso de dos años no se cierra en dos horas”, le dijo Marcelo Martinessi, director de la televisión pública de Paraguay, al señor corpulento de traje que llegó al estudio exigiendo conocer la grilla de programación del canal el mismo día que el Congreso destituía a Fernando Lugo. La imagen aparece en YouTube fechada el 22 de junio con el título “Atropello TV Pública”, compilada con otra en la que Martinessi lee un comunicado ante las cámaras, rodeado de trabajadores de la emisora, en el que dice que, “más allá de este momento político, esperamos que se respete el derecho de la ciudadanía a informarse y haya un escenario de diálogo para todos y todas”, y anuncia su dimisión al cargo. Dos meses y medio después, Martinessi y otros trabajadores denuncian los despidos de 28 personas y lo atribuyen a que se expresaron en contra del golpe institucional. El sucesor de Martinessi, Cristian Turrini, ha declarado 19 despidos y los justificó por falta de recursos del canal.
Paraguay recién empezó a trabajar en un proyecto de televisión pública a mediados de 2010. Y la primera vez que el canal salió al aire fue en diciembre del año pasado. “El golpe de Estado nos sorprende con sólo seis meses al aire y cuando la televisión estaba consolidando su alianza con movimientos sociales y sectores académicos, estudiantiles y culturales”, afirma Martinessi. Como ocupaba un cargo de confianza con el gobierno de Lugo, el cineasta se sintió obligado a renunciar. “Los compañeros grabamos un mensaje en vivo esa noche, diciendo que hasta aquí nosotros éramos responsables de la independencia de este medio, pero a partir de ahora no sabemos qué puede llegar a pasar”, afirma en su visita a Buenos Aires, a donde vino a contar su experiencia en una charla sobre medios. Viajó con él Diego Segovia, quien hasta hace poco se desempeñaba como director de políticas públicas del canal. Segovia señala que los despidos comenzaron después de que la televisión pública se convirtiera en un lugar de resistencia a donde la gente podía ir a expresarse.
El programa Micrófono abierto era un espacio de tres a cuatro minutos por semana en el que la gente podía hablar y decir lo que quería desde una plaza, desde un mercado, desde una peatonal. Durante los días posteriores a la destitución de Lugo, muchas personas se acercaron a la puerta del canal a dar su opinión. Martinessi señala que lamentablemente ahora “el micrófono está ausente de los lugares de política”. Segovia se muestra convencido de que existe un nexo entre los despidos y las manifestaciones. “Después de lo ocurrido en Micrófono abierto, las autoridades de la Secretaría de Información empezaron a buscar la manera de desarticular el equipo de trabajo. Fueron despedidos 28 trabajadores, casualmente la mayoría de ellos había tenido una participación activa en la semana de resistencia. Argumentan que no hay presupuesto, pero es una excusa para justificar esta depuración ideológica que está ocurriendo.”
Hace una semana y media asumió Cristian Turrini como nuevo director de la TV pública de Paraguay. Turrini fue CEO y presidente de la empresa de telecomunicaciones Calypso Wireless en Estados Unidos y afirma que su perfil es de gestión. “No pertenezco a ningún partido, hace cinco meses volví a Paraguay después de vivir 22 años en EE.UU., ellos necesitaban un administrador.” Se le pregunta si es verdad que despidió a 28 empleados del canal, a lo que contesta: “No hay fondos, los contratos se vencieron hace tres meses. Se hizo un esfuerzo por mantener a los más imprescindibles. Pedí una lista de quienes eran los imprescindibles y quedaron afuera 19 personas. No había un contrato directo con la TV pública: eran contratados a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI)”.
Turrini insiste en que tenían que hacer una reducción de personal y no descarta que se levanten programas. “Cuando una empresa no tiene fondos para pagar tiene que ajustar el cinturón. Durante el gobierno de Lugo no se hizo un presupuesto para la TV pública. Se financió con fondos de la ONU y la OEI. Vamos a tener un presupuesto recién en octubre. Por ahora no se levantaron programas, pero en septiembre puede ser que tengamos que prescindir de alguno.”
Sin embargo, los programas periodísticos Entre nos y Patrimonio cultural desaparecieron de la grilla, porque sus conductores fueron considerados prescindibles. Y un tercer programa, De igual a igual, se levantó porque los conductores Milda Rivarola y Alfredo Boccia decidieron no seguir tras el golpe parlamentario.
Se le pregunta a Turrini qué responde a la acusación de que existe una cacería de brujas. “Son suposiciones, argumentos que se usan que no son válidos. Muchas personas afines a Lugo están trabajando.”
Martinessi polemiza con los dichos de su sucesor. “Durante el gobierno de Lugo no se logró la aprobación parlamentaria de la TV pública (que debía ser regulada por ley), pero dentro del presupuesto 2012 de la Secretaría de Comunicación, el gobierno asignó 2,5 millones de dólares a la TV pública. Lugo firmó el decreto 9097 en junio (antes del golpe), asignando al canal este monto de recursos del Tesoro nacional y que iban a ser destinados a una primera red de repetidoras, entre otras cosas. No se sabe por qué alegan no contar con recursos.”
El cambio de dirección en la TV pública es el broche de oro de una concentración de medios privados que se manifiestan afines al gobierno de Federico Franco. Los diarios ABC Color y La Nación y el canal Tele Futuro fueron los que más criticaron a Fernando Lugo por la masacre de campesinos ocurrida el 15 de junio durante el desalojo de una hacienda. “El diputado Tuma dice que Lugo facilitó la matanza en Curuguaty”, tituló ABC Color en su edición del 21 de junio. Al día siguiente, el ex obispo era sentado en el banquillo de acusados y destituido de su cargo. La concentración de medios en Paraguay es quizá tan injusta como la de la tierra.

El informante

El presidente de Paraguay, Federico Franco, removió ayer al comandante en jefe de las Fuerzas Militares, Felipe Melgarejo, y nombró en su reemplazo el actual comandante de la Fuerza Aérea, Miguel Christ Jacobs. La designación se produjo en medio del debate de una polémica solicitud de las Fuerzas Armadas para adquirir aviones de combate y armamentos.
Ambos jefes militares se presentaron ayer en el Palacio de Gobierno para confirmar la noticia. El general Christ Jacobs es un leal a Franco: fue el único oficial que informó de una supuesta arenga a los altos jefes castrenses de parte del canciller venezolano, Nicolás Maduro, para que los militares resistieran la destitución de Fernando Lugo. La investigación de la fiscalía de Paraguay terminó con una declaración de inexistencia de pruebas sobre esa acusación. Con Melgarejo en el cargo, se registró un fuerte rechazo popular cuando la Dirección General de Reclutamiento decidió que, para mantener su puesto en el Estado, cada trabajador debía poseer la libreta de baja del servicio militar. Igualmente, Melgarejo pidió casi 600 millones de dólares para la compra urgente de aviones de combate y otros armamentos

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