lunes, 11 de marzo de 2013

Probamos el LG Optimus G, que llega en mayo al país

Te adelantamos cómo es el smartphone, que tiene un chip de 4 núcleos, 2 GB de RAM, una pantalla de 4,7 pulgadas y una cámara de 13 megapixeles; todavía no está definido su precio
Por Ricardo Sametband  | LA NACION
 
El Optimus G de LG tiene un chi de 4 núcleos y 2 GB de RAM. 

En mayo próximo LG planea comenzar a vender en nuestro país el Optimus G, un smartphone de gama alta que develó en agosto último y que la ayudó a recuperar algo del terreno perdido en los últimos años.
El Optimus G es célebre por dos motivos: uno, tener la estética propia de la compañía y no, como otros Optimus (la línea L, por ejemplo) un inesperado parecido con los Galaxy de Samsung. Su segundo elemento de fama es que, con unas mínimas variaciones, tiene el mismo hardware que el Nexus 4 de Google, el más reciente equipo "oficial" de Android.
Un tercer elemento debería importar: es un muy buen teléfono, aunque llega levemente tarde al país. En prestaciones compite con el Samsung Galaxy SIII, el HTC One X y el RAZR HD, pero cuando llegue a las calles nacionales lo hará bajo la sombra del Galaxy S4 (que se presentará el jueves próximo en Nueva York, aunque tardará en llegar al país), el LG Optimus G Pro anunciado hace unas semanas a nivel mundial y el Nokia Lumia 920 -que desembarcará en tierras argentinas muy poco después del Optimus G-, entre otros equipos.
Todo dependerá, en rigor, de su precio local. En cuanto al hardware, el LG Optimus G tiene una pantalla de 4,7 pulgadas y 1280 x 768 pixeles. Es del tipo True IPS-HD + (la misma tecnología de pantalla que usa el iPhone) y tiene buena visibilidad a la luz del sol, y excelente fidelidad en la reproducción de colores.
El equipo tiene en su interior un chip Qualcomm Snapdragon S4 Krait de cuatro núcleos a 1,5 GHz y 2 GB de RAM; así, está al tope de rendimiento de los equipos que pueden encontrarse hoy en el mercado local. El equipo que probamos venía con Android 4.1.2, que corre sin inconvenientes en este equipo. Los 2 GB de RAM -el doble que el SIII o el One X- ayudan a agilizar la carga de aplicaciones y contenido, y es una suerte que estén presentes; en mis pruebas, y usando la herramienta provista por LG (que no es para usuarios avanzados, que seguramente serán capaces de usar otras técnicas, pero sí es la que elegirá el usuario común) nunca pude liberar más de 1 GB de RAM para las aplicaciones.

El software y más allá

LG, como Samsung, implementó un menú de notificaciones con varios botones de control (para prender el Wi-Fi o el Bluetooth, detener la descarga de datos, etcétera) y suma accesos directos a aplicaciones, una buena idea que queda trunca por la imposibilidad de configurar esos accesos más allá de los que eligió LG. Se pueden reordenar y elegir de una lista predefinida, pero no sumar nuevos, lo que le quita atractivo.
La compañía eligió no modificar demasiado el aspecto de Android -lo que es una buena idea-, y sumar una herramienta omnipresente de dibujo y notas que es bastante eficiente. La elección estética de los gráficos para los iconos de las aplicaciones, sin embargo, no será del agrado de todos.
La cámara de 13 megapixeles, capaz de grabar video Full HD, es de gran calidad, y está a la par de la del Galaxy S3 o el One X (para los que investigan la compra de este equipo en el exterior: existe un modelo idéntico pero con cámara de 8 megapixeles). Resultó, sin embargo, un poco indecisa con el autofoco.
La batería, de 2100 mAh (no removible), permite llegar a la noche con el 3G prendido en forma permanente y tener algo de resto (no supera al Samsung Galaxy Note II , pero sí encontré un rendimiento similar al Motorola RAZR i ). Y tiene un modo que economiza el gasto de energía que realmente funciona (a costa de algo de performance del teléfono, por supuesto).
 
El nuevo smartphone de LG tiene casi el mismo hardware que el Google Nexus 4. 

El equipo viene con 32 GB internos (no expandibles) aunque sólo 25 GB están disponibles para el usuario.
Un elemento distintivo del Optimus G es su aspecto, con un look bien clásico de la estética de LG, pero que a la vez es muy moderno. El frente -sin botones- tiene una sola plancha de vidrio Gorilla Glass, con los botones capacitivos en la base y la cámara frontal y la luz de notificaciones arriba; todo el borde tiene un aro de metal, con los botones de bloqueo, volumen y la bandeja para la microSIM. La espalda lleva el lente de la cámara, que sobresale levemente, con lo que lamentablemente estará más expuesto que el resto del teléfono a golpes y raspones; más abajo está el flash LED; todo el plástico trasero tiene un tramado debajo de la superficie que lo hace muy atractivo. La base tiene el conector MHL (USB y HDMI en un mismo cable). La carcasa es de plástico, pero la construcción es de muy alta calidad. También tiene radio FM además de lo clásico: 3G, Wi-Fi, GPS y Bluetooth. La calidad de las llamadas era buena, sin sorprender.
Sacando la protuberancia del lente (que comparte con otros, y que es inevitable en un equipo con un perfil de 8,5 mm) no le encontré demasiados peros al teléfono, y tiene todo para competirle de igual a igual a sus congéneres. Pero habrá que esperar a mayo para ver qué precio le ponen las operadoras y el fabricante a este equipo y, así, evaluar de forma completa su atractivo. Aunque está al nivel del resto en prestaciones y rendimiento, tiene poco (la mayor memoria RAM, el estilo refinado y alguna cosa más) para aventajar claramente a equipos que le llevan varios meses en el mercado..

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