domingo, 10 de marzo de 2013

Hace unos 20 años me crucé con el libro de Alvyn Toffler "La tercera ola" en donde enunciaba las bondades del teletrabajo como una práctica que sería habitual en el futuro, gracias a la integración que facilitarían las nuevas tecnologías. Toffler valoraba que las personas no se fatigarían viajando de sus casas a la oficina. Se terminarían los embotellamientos de las grandes ciudades. Se ganaría tiempo y bienestar, trabajando en un entorno ideal, cerca de la familia, etc. Hoy descubren que el contacto con los otros, especialmente el informal,  incentiva la creatividad. Como puede verse no hay recetas perfectas. Ni  futuros soñados. Mucho menos soluciones generales. Tal vez algunas actividades sí, otras no, las más admiten un mix de soluciones entre presencialidad y distancia. Lo cierto es que, como puedo verlo en la educación universitaria de grado, la no concurrencia a clases le quita eso de construcción conjunta que caracteriza a la educación. Eso que se aprende compartiendo con otros, pensando juntos, discutiendo. El error de Toffler fue endiosar las tecnologías como la solución mágica de todo. No llegó a entender que los aparatos son lo que hacemos de ellos y que la sociedad es más compleja y dinámica que lo que hay adentro de los chip de las computadoras.

Saludos a todos!



Las modas del management ahora dicen que en el trabajo lo moderno es el encuentro cara a cara


La charla de pasillo vuelve para discutir la fantasía del teletrabajo


 Yahoo! acaba de ordenar a sus empleados que dejen de trabajar en sus casas y regresen a las oficinas. Aseguran que la creatividad se potencia en las conversaciones espontáneas. Los pro y contras de una tendencia en alza.





 La decisión de la consejera delegada de Yahoo!, Marissa Mayer, de prohibir el teletrabajo desató el debate. Hasta el momento, nadie dudaba del hecho de que el trabajo desde los hogares era una tendencia creciente en el mundo empresarial. Con la potencia de la fantasía que suelen ostentar los gurúes marketineros, hubo quienes incluso imaginaron un futuro sin oficinas, en el que cada uno trabajara desde su casa. Pero ¿puede Yahoo! haber tomado una decisión tan desacertada como para contradecir a las tendencias globales más profundas? ¿O no eran tan profundas?
"En las empresas surgen a veces verdades que de repente son descubiertas y se aplican como si fuera la última vez que se aplica una política –explica Raúl Bauer, director de la consultora de tecnología para empresas Trends Consulting– la mayoría de las veces, las empresas hacen inversiones millonarias en reingenierías que niegan absolutamente lo que habían asegurado tres años atrás y que van a ser negadas dentro de tres años por otra política", agrega. Según Bauer, esta conducta tiene que ver en parte con algunas modas que se dan en el management. "Pero también, –asegura–  suele suceder que  cada empresa encuentra una solución concreta para una dificultad concreta, que parecería ser el caso de Yahoo!: algo andaba mal y esta parece ser la solución, que el tiempo dirá si era o no correcta". 
SURTIDORES DE AGUA. El argumento de  Mayer, ex ejecutiva de Google que tomó en julio pasado el desafío de sacar del estancamiento a Yahoo!, es provocador: "Algunas de las mejores decisiones se generan en conversaciones en el pasillo o en la cafetería", dice en la carta en que comunica a los empleados su decisión y agrega que "es importante conocer a las nuevas personas o reunirse con el equipo de forma espontánea. Tenemos que ser un Yahoo! y eso empieza con estar juntos físicamente".
La idea central de la disposición de volver atrás con la descentralización de la oficina parece ser la revalorización del contacto cara a cara, el potencial creativo del encuentro.
 Pablo Marrone es Arquitecto de Soluciones Colaborativas      de Cisco, la empresa de redes informáticas. Desde hace 15 años, dice, su trabajo consiste en "acercar a la gente que está dispersa". Y para hacerlo, claro, utiliza el teletrabajo. "Creo que lo que dice la consejera de Yahoo tiene una parte de razonabilidad, eso de las ideas que surgen en los pasillos se conoce en la cultura sajona como "charla del water cooler", es decir, la conversación que surge fuera de la reunión que se programó específicamente para un tema, pero la realidad es que la tecnología hoy ya tiene herramientas para estimular esas conversaciones informales".   
Según Marrone, las últimas tecnologías de teletrabajo hablan de “telepresencia” y recrean la sensación de estar en la misma sala de reuniones con una persona que quizás está a miles de kilómetros. “Se puede ver si la otra persona se puso nerviosa, si le corre una gota de sudor, se pueden ver sus ojos de buena leche, es decir, en las relaciones laborales de hoy el video es determinante y se puede, además, plantear en entornos colaborativos con grupos de varias personas”. El avance tecnológico, dice Marrone, hace que, además se puedan establecer controles de dispersión de los interlocutores, saber si la otra persona está atenta o, por ejemplo, chequeando el correo o mirando Facebook mientras habla con uno. “Pero a pesar de todos los avances tecnológicos, que van a seguir acercando a las personas, lo central para que una empresa haga del teletrabajo un éxito es la readecuación de sus procesos internos, es decir, la evolución de su cultura de empresa”, dice Marrone, porque "a veces, ni los jefes ni los empleados se sienten seguros".
 La nueva política de Yahoo, que se anunció el 22 de febrero, llama a "todos los empleados con acuerdos de trabajo desde casa a trabajar en las oficinas de Yahoo!", aunque, según dicen, el cambio se pondrá en práctica en junio. 
PRÁCTICAS DESLEALES ENCUBIERTAS. El Ministerio de Trabajo de la Nación viene trabajando desde hace años en lograr que el teletrabajo sea una verdadera opción de mejora tanto para los trabajadores como para las empresas. Viviana Díaz, coordinadora del área de Teletrabajo en esa dependencia oficial, alertó, sin embargo contra las empresas que "disfrazan prácticas desleales de despidos arbitrarios bajo falsas medidas que aseguran trabajar lado a lado en oposición al trabajo a distancia. Es curioso cómo Marissa Mayer afirma querer mantener la '"identidad y unidad de la compañía"', y para ello requiere que todos sus trabajadores "convivan bajo un mismo techo", como si una empresa pudiera tener a todo el universo de trabajadores en la misma oficina, en el mismo edificio; cuando ni siquiera es posible a veces hacerlo en la misma ciudad”, dijo Díaz a Tiempo Argentino. 
En definitiva, la medida tomada por Yahoo sacudió la modorra de una tendencia que se suponía imparable y puso sobre la mesa la necesidad de pensar y repensar las prácticas creativas. Quizás como nunca antes la humanidad está frente a un nuevo paradigma que, al ir combinando modalidades diversas, permita ir desandando el viejo camino de la alienación que produce el trabajo, algo que se discutía en los albores de la Revolución Industrial.

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