Paso clave para democratizar la producción de papel de diario
Publicado el 16 de Diciembre de 2011Por
Con el voto del kirchnerismo y aliados, Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto que declara de interés público la fabricación, distribución y circulación del insumo. Acceso igualitario y libertad de expresión, los ejes del debate.
Hubo que esperar algo más de un año para que la Cámara de Diputados diera media sanción al proyecto de ley que declara de interés público la producción, distribución y comercialización de pasta celulosa y de papel para diarios. La kirchnerista Juliana Di Tullio, quien como presidenta de la comisión de Comercio condujo las audiencias públicas de 2010, aseguró que esta ley “cuida, resguarda y promociona la libertad de expresión en el país”. Para que el acceso igualitario al papel y a precio único sea una realidad, resta que el Senado la apruebe, seguramente la próxima semana. Anoche ya consiguió despacho de comisión en la Cámara Alta.
El debate casi no tuvo entredichos y luego de siete horas, el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, dejó a un costado el mate que se cebó durante toda la sesión, para llamar a votar. El tablero marcó que el proyecto del Frente para la Victoria (FPV), junto a los bloques aliados, se impuso por 135 votos a favor, 92 en contra y 12 abstenciones. Fue en ese momento que el oficialismo repitió un festejó de esta semana, levantarse de las bancas, aplaudir y abrazarse ante la mirada impávida de la oposición.
Di Tullio justificó ante el recinto el proyecto. Lo conoce de memoria, de hecho fue quien en 2010 tuvo la responsabilidad de coordinar las audiencias por donde pasaron 120 expositores, entre ellos propietarios de medios de todo el país, periodistas, trabajadores gráficos e intelectuales. De esas audiencias surgió el marco regulatorio. La legisladora indicó que es responsabilidad del Estado “garantizar la libertad de imprenta de todos aquellos que necesitan tener ese bien, ese continente, para expresarse en un medio escrito”. Asimismo, aseguró que “en la distribución del papel existió y existe una inequidad absoluta”. Es por eso que el texto normativo establece “el acceso igualitario a ese bien preciado que necesitan los diarios y en el precio único para que no haya diferencias entre grandes y pequeños medios”, advirtió Di Tullio. “Creo que ningún político que tenga origen democrático y popular puede no acompañar este proyecto”, dijo, pero en las bancas opositoras ya estaban los argumentos para desmentir a la diputada.
Los legisladores de Proyecto Sur Fernando Solanas y Alcira Argumedo fueron de los primeros en anunciar que se abstendrían de votar. Fue la salida elegida para no enfrentar la contradicción de que fueron integrantes de su bancada los que permitieron que hubiese dictamen en 2010. Pero le quitaron respaldo al proyecto porque, afirmaron, no quieren quedar “mezclados en una pelea chiquita entre el gobierno y el Grupo Clarín”. Felipe Solá y su pequeño bloque Frente Peronista también eligió el camino de la abstención. El bonaerense reconoció que la batalla cultural y política entre el FPV y el Grupo Clarín fue ganada por el oficialismo. “Vamos en camino de la creación de un monopolio estatal, preferimos abstenernos”, argumentó. Los cinco diputados que quedan en la Coalición Cívica tuvieron a Alfonso Prat- Gay como vocero: “No cuenten con nosotros para legislar para la venganza”, afirmó. En la misma línea de pensamiento habló el jefe de los macristas, Federico Pinedo: “Esto es una confiscación”, se indignó.
Mientras los discursos se sucedían sin solución de continuidad, entre las bancas comenzaba una nueva costumbre: la ronda del mate que funcionaba tanto en el bloque oficialista como en el Frente Amplio Progresista (FAP), donde su jefe de bancada, Juan Carlos Zabalza, debutó como orador. Si bien se mostró favorable a la regulación de la actividad, consideró que debían abstenerse porque se le otorgaban al Ministerio de Economía “facultades exorbitantes sobre el mercado interno y externo del papel, en el marco de la disputa entre el gobierno nacional y un grupo empresario”.
Los más enfáticos en oponerse fueron los radicales. En la mañana habían tenido una tensa reunión de bloque, porque el bonaerense Eduardo Santín había expresado su deseo de votar favorablemente el proyecto. El grito que recibió de sus pares se puede sintetizar en “preferimos quedar pegados a Clarín que al gobierno”.
Ya en el recinto fueron varios los radicales que se expresaron en ese sentido. Por caso, el presidente del bloque radical, Ricardo Gil Lavedra, sostuvo que el proyecto carecía de sentido. En principio porque “el marco regulatorio tiene nombre y apellido que es Papel Prensa”. Y agregó: “Estamos discutiendo ahora, en 2011, cuando se ve que va a desaparecer el papel, cuando van a ser remplazados por la tecnología, esta discusión parece ridícula.”
Antes de llamar a votar, y tal como marca el reglamento, Domínguez le dio la palaba al jefe de los diputados del FPV, Agustín Rossi. El santafesino destacó el cambio de actitud de la oposición que estaba presente casi con asistencia perfecta: “En 2009, cuando se debatió la Ley de Servicios Audiovisuales lo hicimos sin oposición porque los dueños de los principales medios les habían ordenado no participar y seguían las alternativas desde un hotel cercano al Congreso.” La frase enardeció a Oscar Aguad, que para aquellos días era el titular del bloque radical: “Mentiroso”, gritó. Rossi levantó la vista y siguió hablando.
Rossi aseguró que con este proyecto “se busca subsanar el deterioro de la libertad de expresión de estos años”, y tras responderle a Gil Lavedra sobre la finitud del uso del papel (“si va a desaparecer, entonces cuál es problema de votar la ley”), aseguró que el oficialismo vota esta norma para que “esta actividad comercial tenga un marco regulatorio y no que el mercado la regule. Todo esto regido por un fin superior que no es otro que garantizar la libertad de expresión.”
Anoche, mientras en Diputados continuaba el debate, en el Senado la titular de la comisión de Comunicaciones y Libertad de Expresión, Liliana Fellner (FPV-Jujuy), convocó a sus integrantes, que analizaron la media sanción. Los senadores emitieron dictamen para que la semana que viene se convierta en ley.<
Con el voto del kirchnerismo y aliados, Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto que declara de interés público la fabricación, distribución y circulación del insumo. Acceso igualitario y libertad de expresión, los ejes del debate.
Hubo que esperar algo más de un año para que la Cámara de Diputados diera media sanción al proyecto de ley que declara de interés público la producción, distribución y comercialización de pasta celulosa y de papel para diarios. La kirchnerista Juliana Di Tullio, quien como presidenta de la comisión de Comercio condujo las audiencias públicas de 2010, aseguró que esta ley “cuida, resguarda y promociona la libertad de expresión en el país”. Para que el acceso igualitario al papel y a precio único sea una realidad, resta que el Senado la apruebe, seguramente la próxima semana. Anoche ya consiguió despacho de comisión en la Cámara Alta.
El debate casi no tuvo entredichos y luego de siete horas, el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, dejó a un costado el mate que se cebó durante toda la sesión, para llamar a votar. El tablero marcó que el proyecto del Frente para la Victoria (FPV), junto a los bloques aliados, se impuso por 135 votos a favor, 92 en contra y 12 abstenciones. Fue en ese momento que el oficialismo repitió un festejó de esta semana, levantarse de las bancas, aplaudir y abrazarse ante la mirada impávida de la oposición.
Di Tullio justificó ante el recinto el proyecto. Lo conoce de memoria, de hecho fue quien en 2010 tuvo la responsabilidad de coordinar las audiencias por donde pasaron 120 expositores, entre ellos propietarios de medios de todo el país, periodistas, trabajadores gráficos e intelectuales. De esas audiencias surgió el marco regulatorio. La legisladora indicó que es responsabilidad del Estado “garantizar la libertad de imprenta de todos aquellos que necesitan tener ese bien, ese continente, para expresarse en un medio escrito”. Asimismo, aseguró que “en la distribución del papel existió y existe una inequidad absoluta”. Es por eso que el texto normativo establece “el acceso igualitario a ese bien preciado que necesitan los diarios y en el precio único para que no haya diferencias entre grandes y pequeños medios”, advirtió Di Tullio. “Creo que ningún político que tenga origen democrático y popular puede no acompañar este proyecto”, dijo, pero en las bancas opositoras ya estaban los argumentos para desmentir a la diputada.
Los legisladores de Proyecto Sur Fernando Solanas y Alcira Argumedo fueron de los primeros en anunciar que se abstendrían de votar. Fue la salida elegida para no enfrentar la contradicción de que fueron integrantes de su bancada los que permitieron que hubiese dictamen en 2010. Pero le quitaron respaldo al proyecto porque, afirmaron, no quieren quedar “mezclados en una pelea chiquita entre el gobierno y el Grupo Clarín”. Felipe Solá y su pequeño bloque Frente Peronista también eligió el camino de la abstención. El bonaerense reconoció que la batalla cultural y política entre el FPV y el Grupo Clarín fue ganada por el oficialismo. “Vamos en camino de la creación de un monopolio estatal, preferimos abstenernos”, argumentó. Los cinco diputados que quedan en la Coalición Cívica tuvieron a Alfonso Prat- Gay como vocero: “No cuenten con nosotros para legislar para la venganza”, afirmó. En la misma línea de pensamiento habló el jefe de los macristas, Federico Pinedo: “Esto es una confiscación”, se indignó.
Mientras los discursos se sucedían sin solución de continuidad, entre las bancas comenzaba una nueva costumbre: la ronda del mate que funcionaba tanto en el bloque oficialista como en el Frente Amplio Progresista (FAP), donde su jefe de bancada, Juan Carlos Zabalza, debutó como orador. Si bien se mostró favorable a la regulación de la actividad, consideró que debían abstenerse porque se le otorgaban al Ministerio de Economía “facultades exorbitantes sobre el mercado interno y externo del papel, en el marco de la disputa entre el gobierno nacional y un grupo empresario”.
Los más enfáticos en oponerse fueron los radicales. En la mañana habían tenido una tensa reunión de bloque, porque el bonaerense Eduardo Santín había expresado su deseo de votar favorablemente el proyecto. El grito que recibió de sus pares se puede sintetizar en “preferimos quedar pegados a Clarín que al gobierno”.
Ya en el recinto fueron varios los radicales que se expresaron en ese sentido. Por caso, el presidente del bloque radical, Ricardo Gil Lavedra, sostuvo que el proyecto carecía de sentido. En principio porque “el marco regulatorio tiene nombre y apellido que es Papel Prensa”. Y agregó: “Estamos discutiendo ahora, en 2011, cuando se ve que va a desaparecer el papel, cuando van a ser remplazados por la tecnología, esta discusión parece ridícula.”
Antes de llamar a votar, y tal como marca el reglamento, Domínguez le dio la palaba al jefe de los diputados del FPV, Agustín Rossi. El santafesino destacó el cambio de actitud de la oposición que estaba presente casi con asistencia perfecta: “En 2009, cuando se debatió la Ley de Servicios Audiovisuales lo hicimos sin oposición porque los dueños de los principales medios les habían ordenado no participar y seguían las alternativas desde un hotel cercano al Congreso.” La frase enardeció a Oscar Aguad, que para aquellos días era el titular del bloque radical: “Mentiroso”, gritó. Rossi levantó la vista y siguió hablando.
Rossi aseguró que con este proyecto “se busca subsanar el deterioro de la libertad de expresión de estos años”, y tras responderle a Gil Lavedra sobre la finitud del uso del papel (“si va a desaparecer, entonces cuál es problema de votar la ley”), aseguró que el oficialismo vota esta norma para que “esta actividad comercial tenga un marco regulatorio y no que el mercado la regule. Todo esto regido por un fin superior que no es otro que garantizar la libertad de expresión.”
Anoche, mientras en Diputados continuaba el debate, en el Senado la titular de la comisión de Comunicaciones y Libertad de Expresión, Liliana Fellner (FPV-Jujuy), convocó a sus integrantes, que analizaron la media sanción. Los senadores emitieron dictamen para que la semana que viene se convierta en ley.<
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