miércoles, 14 de diciembre de 2011

Internet

Miércoles 14 de diciembre de 2011 | 01:06

Twitter le ganó a Tinelli

Los fans de Tinelli ya saben lo que se puede hacer con Twitter: armar una audiencia paralela, con alguna autonomía, capaz de hacerle pasar un papelón aún sin quererlo

Graciela Alfano discute con un productor de ShowMatch. Foto: Ideas del Sur

Tinelli no sabe de Twitter pero ahora va a tener que aprender. Anoche Graciela Alfano le dió una lección de la peor manera. El jurado de Bailando por un sueño, que ella integra, había decidido quiénes se quedaban en el certámen y quiénes quedaban a merced del voto telefónico. Antes de anunciar ese veredicto, Tinelli mandó una pauta publicitaria: un suspenso pleno y un rating que pasaba los 30 puntos eran el mejor clima para que la gente se quedara con la mente aferrada al televisor, absorta y porosa, las defensas intelectuales bajas: el espíritu crítico dormido es la condición ideal para cualquier publicitario.

Mejor que Tinelli se ponga a estudiar Twitter. Sus fans ya saben lo que se puede hacer con ella: armar una audiencia paralela, con alguna autonomía, capaz de hacerle pasar un papelón aún sin quererlo
Ahí fue cuando Alfano empuñó su teléfono y disparó varios tuitazos a sus 800.000 seguidores y a los seguidores de sus seguidores (un millón, dos millones en total.??). Reveló el resultado de la votación secreta y propuso votar en el teléfono a su pareja preferida . Había puenteado a los otros jurados, y más que a nadie a Tinelli, enojada porque la votación secreta del jurado la había dejado en minoría.

Ahora, esto es lo importante: fue la tribuna la que se enteró por Twitter de la infidencia y la divulgó a los gritos. Recién entonces se enteraron los bailadores y posiblemente Tinelli. Alfano armó, con Twitter, un circuito de comunicación enorme que dejó malparado a Tinelli (él anuncia los veredictos con un ritual de suspenso) y en alguna medida sirvió para que su protegida Coki Ramírez resultara la más votada en el teléfono. ¡Qué poder, la señora Alfano!
Dos de las víctimas anunciadas, rumbo al telefono, se enfurecieron. Silvina Escudero, chica de carácter fuerte, corrió a la tribuna a buscar las pruebas de la traición: le leyo los tuits a Tinelli desde la pantalla de un celular. Sofía Pachano, lloraba. Hernán Piquín (había zafado) era atendido en los camarines: la pelea le había producido un soponcio. La beneficiada por Alfano guardó prudente silencio.

Twitter también sirve para cosas de mayor valor social, como la acción política, la educación, la circulación de conocimiento y muchas más. Es sólo una herramienta
Tanta emoción -verdadera, actuada, inducida, qué importa-no le ocultó a Tinelli que él era la víctima principal. Reconoció el poder del tuitazo -censuró el "voto cantado" en una red social- y prohibió a los jurados tuitear de ahora en más en el set. Apeló a una autoridad superior: "La primicia debe ser de Canal 13". La realidad virtual de Twitter se unía a la realidad virtual del show-realidad. Una mezcla potente que le ganó a Tinelli.

La pareja eliminada, Sofía Pachano y Silvina Escudero, en el centro de la polémica. Foto: Ideas del Sur

Twitter también sirve para cosas de mayor valor social, como la acción política, la educación, la circulación de conocimiento y muchas más. Es sólo una herramienta. Pero no es una herramienta inocua. Como pasó en el programa de Tinelli, esa red social distribuye poder: para bien, para mal o para trivialidades. Mejor que Tinelli se ponga a estudiar Twitter. Sus fans ya saben lo que se puede hacer con ella: armar una audiencia paralela, con alguna autonomía, capaz de hacerle pasar un papelón aún sin quererlo. El problema es que para usar las redes sociales hay que estar dispuesto a ceder control; no es como las llamadas a las radios y las cartas a los diarios, fáciles de filtrar. Pettinato a veces se ha comido críticas muy fuertes de sus fans de Facebook en medio de su programa. Y no podía hacer otra cosa porque en una red social estás a la vista de todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario