lunes, 30 de junio de 2014

Soy locutora

CELEBRACIÓN EL 3 DE JULIO

Soy locutora

En 1933 un columnista de la revista Atlántida escribía: “¿La radio? ¡Es la maravilla más grande de este siglo! Y siguió siéndolo desde aquel milagroso 7 de agosto de 1920 en que los “Locos de la azotea” realizaron el milagro.



E24-01-0629-DIA93617.JPG
El locutor o comunicador social, como se lo denomina ahora, sigue teniendo esa magia que le da la imaginación del receptor. Foto: Archivo El Litoral
Ana María Zancada
En 1933 un columnista de la revista Atlántida escribía: “¿La radio? ¡Es la maravilla más grande de este siglo! Y siguió siéndolo desde aquel milagroso 7 de agosto de 1920 en que los “Locos de la azotea” realizaron el milagro.
En nuestra ciudad también había visionarios “desvelados por un sueño”, oxímoron que bien describe a los que se dejan llevar por el deseo de concretar lo imposible.
Don Alfredo Roca fue uno de ellos y no fue fácil la tarea. Ahora, en este presente vapuleado de los argentinos los que hace muchos años pertenecemos al medio de las comunicaciones en nuestra región, sentimos el orgullo de haber hecho algo de esa historia. Sólo desempeñando este verdadero “oficio” se puede entender la pasión que significa pertenecer a esa legión de integrantes de la radiofonía.
Hace más de cincuenta años que comencé una carrera que en ese momento irresponsable de mi lejana juventud, no podía adivinar que se convertiría en algo tan importante en mi vida. Lo digo con orgullo: “Soy locutora”. No importa si tengo un carné nacional que ahora ya casi no tiene sentido. He tenido y tengo la responsabilidad del lugar que la sociedad me asignó, para desempeñar correctamente mi labor consciente de mi ignorancia pero también del efecto multiplicador de la tremenda fuerza que me da esa onda que estoy utilizando.
La reflexión
Quiero aprovechar la celebración del Día del Locutor para hacer esta reflexión. Ahora hay escuelas, no hay necesidad de viajar a Buenos Aires para obtener ese carné, que en un determinado momento, allá lejos en el tiempo, se nos retaceaba. Sabrá el público, que cuando excepcionalmente algún profesor del Iser de Buenos Aires se daba una vueltita por estas salvajes tierras del interior, prohibía terminantemente toda tonadita provinciana.
Todavía recuerdo mi asombro e indignación y el tono autoritario y condescendiente con que me explicaron que la locución debía tener un ritmo y decir neutro. Eran otros tiempos.
Mucha agua corrió bajo el puente. Luego tuve a mi cargo una cátedra en el Instituto de Locución de Santa Fe. Traté, dentro de mis límites, de hacer comprender a los jóvenes la importancia del rol que desempeñarían frente a un micrófono o una cámara.
Ahora, cualquiera hace locución. Ya el carné profesional que tanto nos costó, casi no tiene sentido. Cualquiera vende un producto: modelos de envidiable figura, jugadores de fútbol, extranjeros, ecónomas, escritores, humoristas, políticos.
Sin embargo el locutor o comunicador social, como se lo denomina ahora, sigue teniendo esa magia que le da la imaginación del receptor. Cuando enfrentamos un micrófono no dimensionamos totalmente el alcance de nuestras palabras. Viajamos por el espacio, cubriendo distancias, ahora más que nunca, atravesamos mares y continentes. Somos la compañía de millones de seres que nos eligen, compartimos espacios, tiempo, sentimientos. Nosotros hablamos, ellos nos eligen, nuestros queridos oyentes, fieles y pacientes. Soportan nuestros furcios, nuestro desgano o entusiasmo, pero siguen allí. A veces se comunican, nos recuerdan de esa manera nuestro rol profesional. Ellos son los que corporizan esta profesión maravillosa que hemos elegido.
Más de 50 años
Soy locutora con más de cincuenta años de profesión y creo que lo voy a ser para siempre. He trabajado en muchísimas radios de mi ciudad y de mi provincia. Me siento orgullosa de ello. Recuerdo con cariño y respeto a los grandes que fueron mis maestros formadores, locutores y periodistas: Lito Ayala, Reynaldo Carné, Sergio Kipler, Ricardo Ruiz, Javier Fernández Ortiz, Elsa Ramos, Adriano Daffis, Héctor Zeballos, Oscar De Bernardo, Enrique Muttis, Cotita Barletta, Alcides Cariaga, Agustín Brocal, Delia Montes, Beatriz Martos, José Manuel Abarno.
Actualmente y no pudiendo resistir la tentación que es la radio, sigo teniendo participación en la televisión con otra locutora y conductora “súper” que es la Sra. Marta Goyri y un programa nocturno en Radio M, de la Mutual Maestra. Y por supuesto, haciendo pequeños micros en mi querida LT9, en el programa de Roberto Galé, locutor también con quien hemos compartido tantos años de trabajo. Con él iniciamos juntos esta maravillosa profesión que amamos y respetamos.
Queridos compañeros locutores, estén donde estén, ¡feliz día para todos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario