Gerardo Romano discutió con una panelista de 678: "Hay garantismo con mala leche"

El actor, que defendió a un ladrón de las agresiones de vecinos, cuestionó a Cinthia García por decir que "está bien" que un delincuente "entre por una puerta y salga por la otra"

Gerardo Romano no oculta su indignación con el accionar de la Justicia ante los hechos de inseguridad. El actor asistió anoche al programa ultraoficialista 678, que se emite por la TV Pública, y discutió con la panelista Cinthia García, quien intentó justificar al juez que liberóen menos de doce horas al ladrón que Romano había ayudado a atrapar días atrás en pleno Palermo. Según García, robar un reloj es "un hecho mínimo".

"Vos lo minimizas por robar un reloj y no es por eso, hay un hecho con mucho riesgo para la vida de la víctima, de la mía. Cuando corríamos a este delincuente no sabíamos si tenía un chumbo o no", señaló el actor, en plena discusión con la panelista. "Existe un garantismo con mala leche", añadió Romano.

Durante su intervención en 678, el actor apuntó contra el juez que liberó en menos de doce horas al delincuente que había sido detenido por el robo en Palermo. "El juez menciona el grado de tentativa, ya con eso acomoda la cosa como para largarlo, pero tiene que tener en cuenta la conmoción social y salir del ritualismo formal apegado a la ley", pidió.

"Este muchacho tiene tres entradas por robo, tres veces estuvo en cana, como la Justicia es una cagada que no avanza y es lenta, ninguna de las entradas se transformó en un juicio con condena, no son referencia para que puedan dejarlo preso", explicó el actor.

Y agregó: "Cómo no vas a acercarte a mirar, cómo no vas a tener en cuenta la conmoción social, cómo lo vas a largar en doce horas, yo perdí mi día. Me daba vergüenza lo que estaba viviendo esa mujer [por la turista extranjera asaltada]".

Además, Romano contó detalles del violento episodio ocurrido el miércoles pasado cuando evitó que un grupo de vecinos linchara a un delincuente que había robado un reloj a una turista extranjera en Palermo. "Lo que gritaban cuando yo estaba ahí era «negro hijo de puta», «negro de mierda». Me decían «es que este hijo de puta entra por una puerta y sale por otra», y entró y salió por otra puerta gracias al juez", apuntó..