lunes, 7 de abril de 2014

Encuesta: tremenda decepción de los mendocinos con la educación

Encuesta: tremenda decepción de los mendocinos con la educación
¿Cómo calificás la educación pública mendocino? ¿Estás conforme con la disciplina escolar? ¿Quién es responsable de la coyuntura actual? Esas y otras preguntas fueron respondidas por los lectores de MDZ. Sorprendete.
Ayer nomás, hicimos una de nuestras clásicas “encuestas MDZ” preguntando a nuestros lectores cómo evaluaban la educación pública mendocina.

No fue casual, sino después de un paro interminable que culminó tras una paritaria durísima. Por eso, nos pareció relevante debatir la calidad educativa, algo que casi nunca pasa en la educación.

La primera pregunta fue sobre la educación pública mendocina, valorada como “mala” por el 28% de los lectores de MDZ y como “muy mala” por el 21%. Es decir que, casi cinco de cada diez personas considera que la educación pública local no es buena. Si a eso se le agrega que el 30% la considera “regular”, el panorama se vuelve más preocupante.

Respecto de la educación de hoy comparada con la que se impartía hace 30 años, el 86% de los que votaron percibieron que sus hijos aprenden menos que entonces. Casi nueve de cada diez personas.

Pero hay más: “¿Cómo es el nivel de preparación de los maestros y profesores de tus hijos?”, preguntó MDZ. Y la respuesta no fue nada alentadora: el 36% la consideró “regular”, el 19% malo y el 14% muy malo. Solo el 9% se animó a hablar de una “muy buena” preparación.

“¿Mandarías a tu hijo a una escuela privada si pudieses?”, preguntó este diario más adelante. Siete de cada diez entrevistados admitió que sí lo haría. Solo el 30% insistió con la escuela pública.

Irma Ciani, de Sadop, asegura que “la estructura de las instituciones educativas de gestión privada, como sus proyectos educativos, reflejan a modo de espejo, las posibles soluciones a las innumerables expectativas ascenso social de estos sectores de la comunidad”.

Ciani asegura que con la mirada puesta en un futuro más promisorio y haciendo uso del derecho a elegir la educación que anhelan para sus hijos, los padres aspiran que ellos puedan obtener no sólo los mejores saberes, sino el “prestigio” de las titulaciones que les permitan lograr la ansiada movilidad social y el acceso al mundo del trabajo con mejores perspectivas. Esto podría sumarse a la preocupación que aseguran sentir quienes ven la educación pública “en picada” y, por ello, optan por cambiarse al sector privado.


Disciplina y responsabilidades

“¿Estás conforme con la disciplina escolar?”, preguntó este diario a sus lectores y la respuesta no se hizo esperar: nueve de cada diez encuestados dieron un rotundo “no”. “"El problema es que la mayoría de las normas escolares son enunciativas, son buenas intenciones que no describen cómo lograr los objetivos que se proponen y por eso cada colegio hace lo que puede. Son acciones aisladas”, asegura Adrián Dall'asta, fundador y presidente del Proyecto Padres.

A la hora de las responsabilidades respecto del no aprendizaje de los chicos, el 31% asevera que la culpa es de la sociedad toda. A su vez, el 29% pone la lupa sobre la Dirección General de Escuelas. El dato es llamativo, porque reparte las culpas entre el Estado y la sociedad. Y se agrega una curiosidad no menor: ninguno de los que votaron en MDZ cree que la responsabilidad sea de los alumnos ni de los gremios.

Respecto de la calidad de la educación chilena, el 63% de los lectores de este diario creen que estamos “peor”. Otro 17% asegura no saber, lo cual lleva a un preocupante 80%. ““El problema de Chile está centrado en la universidad, porque es muy cara. Pero en 25 años resolvieron graves problemas de desigualdad en la primaria y en la secundaria. Las universidades son muy caras, pero si surge el conflicto por la dificultad en el acceso es por el éxito del sistema secundario, que posibilitó que más gente pobre llegara a terminarlo y a buscar el ingreso a la universidad”, asegura Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación Para Todos.

Y agrega respecto de nuestro país: “En Argentina, como hay menos pobres que terminan la secundaria, y encima el ingreso es gratuito, no se presenta como un problema. Pero los niveles de acceso en el primer quintil de ingresos son igualmente inequitativos”.


Contenidos y exigencias
A la hora de evaluar los contenidos que reciben sus hijos, el 52% de los que votaron en la encuesta MDZ creen que son “francamente deficitarios” y que sus vástagos saldrán “muy mal formados”. Al mismo tiempo, el 38% advirtió que son “insuficientes” y “deberán estudiar mucho más para progresar”. ¿Qué más se puede agregar?

Luego, este diario preguntó directamente: “¿Te parece que la escuela exige lo suficiente?”. El 60% dijo sin pelos en la lengua que “no”: “Sólo les importa promocionar de grado a los alumnos y engrosar estadísticas”. Eso no es todo: un 38% aseveró que “la escuela no exige lo suficiente y los chicos son cada vez más vagos”. Ergo, casi nueve de cada diez personas son pesimistas respecto de la exigencia escolar.

Para agregar dramatismo a la cuestión, solo hay que ir al siguiente tópico: nueve de cada diez padres creen que sus hijos no leen lo suficiente en la escuela.

Tampoco hay optimismo a la hora de evaluar si los chicos adquieren en el colegio herramientas para razonar y resolver problemas: el 86% dijo que no, simple y claramente.

No obstante, los padres consideran que acompañan “lo suficiente” a sus hijos en el proceso escolar. Al menos eso dice el 50% de los que votaron. Solo el 5% aseguró no hacerlo. “Desde el momento en que el niño ingresa a la escuela, los padres y maestros necesitan trabajar juntos para desarrollar el potencial académico y social del niño. La meta de la familia y la escuela es trabajar juntos para desarrollar las habilidades del niño para obtener un aprendizaje que durará por toda su vida. La base fundamental del éxito en la escuela es creada en el hogar”, advierte al respecto German Cutz, especialista de la Universidad de Illinois.

Fuera del tema padres y maestros, a la hora de evaluar la actual escuela pública mendocina, el 35% de los lectores de MDZ la calificó de “mediocre” y el 33% de “lamentable”. Solo el 1% la consideró “de excelencia” y un 14% habló de instituciones “contenedoras”.

Sorprendió la siguiente respuesta, respecto del paro de los maestros: el 74% consideró que fue un “reclamo justo” y un 26% dijo que no, que “no podemos perder tantas clases”.

Finalmente, cuando se preguntó si deben recuperarse los días de clase perdidos por la medida, las opiniones estuvieron divididas: el 57% dice que sí y el 43% que no.

A quienes les quepa el sayo deberán sacar las conclusiones del caso respecto de lo aquí reflejado. Dijo Domingo Faustino Sarmiento que “es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Son las escuelas la base de la civilización”.

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