viernes, 1 de agosto de 2014

La huella inca del Shincal es la nueva propuesta antropológica en Tecnópolis

Una reproducción de esa ciudad del imperio, hoy en Catamarca

La huella inca del Shincal es la nueva propuesta antropológica en Tecnópolis

La réplica de ese asentamiento cuenta con dos edificios. En uno de ellos se celebraba el Inti Raymi, el solsticio de invierno. En otro lugar, los chicos pueden convertirse en arqueólogos o dejar sus manos dibujadas en la Cueva de las Manos.

Roly Villani
La huella inca del Shincal es la nueva propuesta antropológica en Tecnópolis
Sector Etnografía - En este espacio el público puede conocer las vestimentas y tecnologías de siete pueblos que habitaron el actual territorio argentino - Foto: Santiago Pandolfi

En esta cuarta edición de Tecnópolis, el espacio Antropología del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva incorpora una reproducción de la ciudad de Shincal de Quimivil, situada en el actual territorio catamarqueño. Shincal fue un asentamiento del imperio incaico que, es su época de esplendor, llegó hasta el centro de la actual provincia de Mendoza, en su límite sur. 
Tiempo Argentino estuvo ayer en ese espacio de la feria de ciencia y técnica visitando la réplica de Shincal junto a cientos de niños y adultos que preguntaban a los guías sobre las utilidades de los dos edificios que sirven de referencia: una es la Kallanka, una construcción que cumplía múltiples funciones: alojamiento, espacio de taller y depósito de maíz, quínoa o semillas para el intercambio. La otra estructura es el ushnu o plataforma ceremonial, que actualmente se usa en shincal para celebrar el Inti Raymi, o año nuevo incaico, el día del solsticio de invierno. 
"Esto se planteó como una propuesta para dar testimonio de la presencia en el país del Tahuantinsuyo, el imperio inca, y todas estas son edificaciones que estaban cerca del camino del Inca y eran parte de una estructura más amplia", le explicó a este diario Ramiro Acevedo, antropólogo recibido en la UBA que funciona como guía del MinCyT en este espacio.
En la kallanca hay una representación del Quipucamayoc, que era un fucionario que trabajaba para el Inca y hacía censos e inventarios de todo lo que había en el imperio mediante el uso de  cuerdas y nudos que se utilizaban para contar. "Es una de las atracciones del espacio –cuenta Acevedo– la gente pregunta cómo era el sistema y se interesa mucho por la tecnología que usaban."
Para los más chicos, el espacio Antropología cuenta con dos propuestas para que vivan una divertida experiencia al tiempo que se acercan a nuestra historia. Por un lado pueden convertirse en arqueólogos y desenterrar objetos en una excavación arqueológica preparada especialmente para ellos. Por el otro, pueden dejar sus huellas marcadas en la Cueva de las Manos, imitando lo que hicieran los antiguos pobladores de nuestra Patagonia hace 9000 años. 
En el sector El hombre y el fuego hay una muestra que propone desde la ambientación una línea de tiempo desde la primera fogata descubierta hace 300 mil años hasta el uso del fuego hoy en día. Los contenidos abarcan los diferentes usos del fuego, su simbología, su significación religiosa y su dimensión lingüística. En el sector de Etnografía se puede recorrer una presentación original de las máscaras e indumentaria de siete grupos de pueblos originarios. "Es otra de las atracciones de la muestra –dice Acevedo– Hay una pantalla interactiva que te escanea el cuerpo, vos elegís qué indumentaria, de qué grupos étnicos (podés combinar hasta tres) te sacas la foto, le ponés tu correo y te manda las fotos que elegiste”. Una forma actual y divertida de tomar cntacto con estos conocimientos. «


La historia de la diversidad
Este espacio de Antropología es uno de los 24 que tiene el MinCyt en Tecnópolis. Y, según Acevedo, "la idea es dar cuenta de la diversidad cultural de la Argentina y esa diversidad tiene una historia", dice. 
En el anfiteatro, las Cuentandantes acercan al público rondas de relatos y leyendas sobre animales salvajes que habitan nuestro suelo. El espacio es un lugar de encuentro abierto, dinámico e interactivo y, en jornadas como las de ayer, en que la lluvia amenaza, los relatos se organizan en el interior del espacio Etnografía.
Para quienes quieran visitarlo antes de la finalización de las vacaciones de invierno, es importante tener en cuenta que Tecnópolis no cierra los días de lluvia y que hasta el domingo hay una Feria del Libro Infantil con actividades diarias y grandes ofertas de libros.

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