Después del 8-N / Percepción de los analistas

Distintas visiones sobre el impacto de las protestas

Los encuestadores no coinciden sobre cuánto afectarán la imagen del Gobierno; no esperan cambios estructurales

Por Lucrecia Bullrich | LA NACION

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La reacción de Cristina Kirchner al masivo cacerolazo del jueves ratificó una tendencia que el kirchnerismo ya convirtió en sello: no cambiar el rumbo, por más contundente que sea un reclamo.

Encuestadores consultados por LA NACION evaluaron esa tendencia del Gobierno y el impacto de la multitudinaria concentración del jueves en la imagen de la Presidenta.
Los analistas se detuvieron en la ratificación de rumbo que la jefa del Estado hizo anteayer en su primera aparición pública tras la manifestación.
Evaluaron, también, la medida en que la protesta afecta a los dirigentes de la oposición, pese a que, salvo Mauricio Macri, optaron por no impulsarla activamente.
Fabián Perechodnik, director de Poliarquía Consultores, advirtió que la imagen de Cristina Kirchner podría resentirse "aún más", pero aclaró que "es demasiado pronto" para saber en qué medida. Convencido de que la marcha del jueves pasado "importa más en términos simbólicos que de cantidad de gente", Perechodnik advirtió que el 8-N, sumado al antecedente del 13 de septiembre, marca una ruptura clave.
"Hay un claro avance de la ciudadanía sobre dos cuestiones muy caras al kirchnerismo, dos de sus dominios casi excluyentes: el manejo de la calle y de la agenda pública", apuntó.
Se detuvo, además, en el hecho de que la Presidenta haya excluido la marcha de protesta del jueves de la lista de hechos destacados de la última semana, en la que incluyó las elecciones de los Estados Unidos y el Congreso del Partido Comunista Chino.
"Marcar dos hitos internacionales de importancia, pero que no tuvieron relevancia para la Argentina, y dejar afuera el cacerolazo vuelve a demostrar que la realidad pasa por un lado y la mirada del Gobierno por otro. Es una burla", evaluó.
También Manuel Mora y Araujo hizo foco en el discurso en el que Cristina Kirchner descalificó y minimizó la protesta. "No podíamos esperar otra cosa. Como ya es habitual, la Presidenta niega que haya pasado algo importante", advirtió.
Respecto del impacto en la imagen presidencial, diferenció: "Puede ser que aumente el rechazo entre quienes ya no tienen buena imagen, pero no veo tendencia a cambiar la percepción de personas ya definidas. Los que comulgan con el Gobierno no estaban en la marcha. La imagen [de la Presidenta] viene bajando gradualmente porque la gente no está satisfecha".
Analía del Franco, directora de la consultora Analogías, en cambio, opinó que quienes marcharon el jueves "ya tenían una imagen crítica o negativa" del Gobierno y negó que, pese a su magnitud, el cacerolazo pueda tener un "efecto contagio" en otros.
"Ya quedó claro que no va a haber un cambio en las cuestiones estructurales, aunque sí tal vez de estilo, como pasó después del 13 de septiembre, cuando bajó la frecuencia de uso de la cadena nacional", añadió.
Para la consultora Ibarómetro, de Doris Capurro, cercana al kirchnerismo, el 8-N fue básicamente una interpelación a la oposición. "En la imagen de Cristina no va a haber cambios. El desafío que quedó planteado el jueves debe ser recogido principalmente por la oposición, que tiene que metabolizar el malestar", sintetizó el director de la consultora, Ignacio Ramírez.
"Las marchas no cambian rumbos, refuerzan antipatías y simpatías preexistentes sobre un gobierno", completó.
El analista admitió que también la Presidenta es "en alguna medida" destinataria de los reclamos, pero insistió: "El deseo subyacente de la marcha es la consolidación de una alternativa política. El 8-N se movilizó para pedir una alternativa opositora, no un kirchnerismo mejorado".
Ricardo Rouvier, también cercano a la Casa Rosada, opinó que, aunque no lo demuestre, el cacerolazo "no le resulta indiferente" al Gobierno, pero destacó que "fiel a su estilo", Cristina Kirchner "no va a mostrar ninguna debilidad ni cambiar sus políticas".

Aprobación presidencial antes del 8-N

Encuestadores trabajan en nuevas mediciones

• 37%
  Imagen positiva
  El porcentaje de aprobación de la figura de Cristina Kirchner surge del último estudio de Poliarquía Consultores, que se hizo este mes, pero antes de la marcha

• 50%
  Otra medición
  Según la última encuesta de Ibarómetro, cercana a la Casa Rosada, la imagen positiva de Cristina Kirchner asciende al 50 por ciento. La consultora no cree que el 8-N provoque cambios en los niveles de aceptación de la Presidenta

• 1,67
  Confianza en el Gobierno
  El dato corresponde a una medición de la Universidad Torcuato Di Tella, que ubica esa variable en una escala entre 1 y 5. En octubre la confianza en el Gobierno se ubicó en 1,67, una leve caída respecto de septiembre (1,69)

Condenan la agresión a periodistas

La Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes (Cemci) condenó los ataques sufridos por periodistas de distintos medios de comunicación que cubrían los cacerolazos contra el Gobierno en distintos puntos del país, el jueves pasado.
La entidad, que agrupa a editores de diarios y revistas, radios privadas y televisión abierta y por cable de todo el país, expresó "su repudio" a las agresiones que sufrieron periodistas de C5N, Telefé y Canal 9 mientras trabajaban en notas sobre las protestas masivas del denominado 8-N.
"Cemci reclama que este tipo de conductas sean investigadas y sancionadas debidamente, pues no se compadecen con el clima de libertad y respeto que el país necesita", señaló la entidad, en un comunicado difundido el viernes.
El ataque más grave fue el que sufrió el cronista de la señal de cable C5N Néstor Dib, que fue brutalmente golpeado por la espalda por un manifestante mientras transmitía en vivo lo que pasaba el jueves por la noche cerca del Obelisco.
En ese caso -que mereció el repudio explícito de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) y de dirigentes políticos de todos los partidos-, el agresor fue identificado y detenido por la Policía Federal pocos minutos después de ocurrido el hecho.
Las otras agresiones se dieron a periodistas del programa Duro de domar, de Canal 9, y a un equipo del noticiero de Telefé, que también trabajaba en la zona de las pr