lunes, 25 de noviembre de 2013

"Santa Fe tiene una razonable prestación de servicio en 3G"

"Santa Fe tiene una razonable prestación de servicio en 3G"

Tomás Bracalenti, experto en telecomunicaciones, brindó un análisis sobre el camino que recorre hoy la tecnología. El crecimiento en la venta de smartphones y la falta de inversión en el mercado.

Todos los días nuevos modelos de celulares salen a la venta, en un mercado que nos obliga a consumir más allá de lo necesario y donde estar conectado es casi una consigna obligatoria. Dispositivos inteligentes, tablets, smartphones son algunas de las opciones que tientan a muchos, pero cuáles son las ventajas y desventajas de dejarse seducir por estas ofertas.
Para interiorizar al usuario sobre estos aspectos, Diario UNO dialogó con Tomás Bracalenti, profesional dedicado al mercado de las telecomunicaciones y profesor en la Universidad Tecnológica Nacional, sobre el crecimiento en la venta de los smartphones en el mercado argentino y la falta de inversión.
El profesional fue tajante al remarcar que las redes crecieron para atender la demanda de smartphones en la tecnología que podríamos llamar "anterior", hoy hay una nueva tecnología que se llama ELT (significa evolución a largo plazo) y que es la verdadera 4G.
-¿El crecimiento de la venta de los smartphones estuvo acompañada de inversiones en las redes?
-La tecnología se divide en generaciones, hoy tenemos una generación que podríamos denominar la 3 y media. Estamos a mitad de camino viviendo lo que se puede calificar como 3G y medio, entre la 3 y 4.
Los smartphones en los últimos dos años han crecido mucho más rápido que la oferta de red, la cual está muy buena para tecnología 3G, que los smartphones argentinos están obligados a trabajar en 3G hoy, no tienen alternativa.
En la actualidad, la oferta de red acompaña a los smartphones pero no lo suficiente, esto está apoyado en dos fenómenos, primero un problema de precio relativo donde el mercado de los dispositivos bajo drásticamente y además las compañías siguieron adelante con una política de subsidio para estos aparatos. En segundo lugar, se da esta situación que todo el mundo quiere tener acceso a internet y el medio más idóneo es el smartphone.
-¿Por qué las compañías quieren que se pueble de smartphones el mercado?
-Porque con éstos las compañías ganan dinero, las empresas viven de facturar los servicios que prestan. Los servicios con las redes anteriores de segunda generación y la aproximación a la tercera generación es de servicios muy limitados.
Al inundarse la plaza de smartphones, los servicios que se utilizan son de mayor complejidad, porque todo el mundo quiere internet libre. Y arriba de los servicios de conectividad que vienen con la compañía, están los servicios llamados OTT, que son los que están sobre el tope, arriba del servicio ofrecido.
-¿Cuál es el servicio que se ofrece?
-La conectividad. Dentro de éstos, están los servicios de los cuales muchos de ellos son gratis. Muchos están monetizados y quien lo recauda es la misma compañía que ofrecen el transporte. Cuando no lo logran comienzan los conflictos. Es lo que pasa con Google.
Una compañía de Argentina o cualquiera tiene el servicio de conectividad pero no puede cobrar los servicios por acceder a los lugares que se llega por la red.
Éste es el fenómeno por el cual hay tantos smartphones, la participación de éstos va a seguir creciendo, pero no va a ser completa, ya que la red celular está compuesta por dispositivos del tipo smartphone, celulares no smartphones, dispositivos de otro tipo que no son celulares (tabletas, netbook, TV) que ya tienen conectividad 3G, y sirve para conectar máquina a máquina.
Todo esto hace que el smartphone no vaya a ocupar la totalidad del mercado pero se presume que para el 2015 la participación de los smartphones va a ser aproximadamente de un 50 o 60 por ciento, hoy es un 5 por ciento del total de acceso. Aún es bastante porque Argentina tiene un número de accesos de líneas que es difícil determinar, porque en primer lugar para ver cuántas líneas hay, se debe analizar cuántas están activas (y no vendidas). Cada argentino promedio tiene 1,4 celulares.
-Desde su perspectiva, ¿el mercado va a seguir creciendo?
-El mercado argentino no está maduro, va a seguir creciendo en una política en la que probablemente, sobre principios del año entrante y si el mercado no se revela, las compañías muy probablemente terminen con la política de subsidios de terminal. Entonces el que se vaya a comprar un Iphone con la línea nueva debe comprar el aparato en un ciento por ciento y no en un 50 por ciento como pasa ahora. En ese momento, quizás la idea de seguir vendiendo líneas no tenga sentido. El mercado no está maduro, todavía hay lugar para mucho crecimiento y en la medida en que los smartphones se vuelvan más atractivos, el desafío va a ser poder darle servicio. Hoy los paquetes de venta han progresado mucho respecto a otros años, en un observatorio que hace el seguimiento se puede ver cómo cambiaron las estrategias de ventas. Hoy existe para los smartphones la venta de un plan full con internet ilimitado. Esto no quiere decir que vas a usar todo el internet que venga bien, significa hasta una cantidad importante y un usuario común es difícil que lo alcance.
-¿Qué define la capacidad de una red?
-Si en Argentina hoy las compañías quisieran brindar el servicio de 4G, no podrían porque la telefonía celular, a diferencia de la fija -que se instala con un cable fijo- depende del uso del espectro (esto es el conjunto de frecuencia que las compañías pueden utilizar). Este conjunto de frecuencias está regulado por la CNC y además una compañía no puede ir y comprar espectro. Tiene que esperar a que haya una subasta, la CNC subasta el ancho de banda que le va a dar el total a la compañía para que ésta pueda prestar el servicio. En la Argentina no hay una subasta efectiva desde la que se realizó a principios de 2000. La última que iba a haber en el 2012 y que iba a incluir la posibilidad de que las compañías prestaran el servicio de 4G, se anuló y todo ese espectro se reservó para la compañía pública Arsat.
-¿Por qué la red de Argentina tiene las características en apariencia deficientes?
-Es en cierto modo en apariencia. La red en ciertos lugares es deficiente y en otros, no tanto. En general la capacidad de una red se mide por la cantidad de comunicaciones simultáneas que pueda tener. La sola existencia de la antena no asegura que vayamos a tener señal, podemos tener señal de la antena, nuestro teléfono puede estar viéndola y viceversa, pero sin que nosotros la tengamos se está comunicando que la antena no lo puede atender porque está al borde de la saturación.
Esta saturación es dinámica, cuando la antena lo capta y lo atiende. Si la antena en un momento determinado tiene una cantidad de llamadas en curso, que la tienen muy cercana a la capacidad máxima y le entran nuevas demandas, el sistema colapsa y cuando lo hace necesita soltar las comunicaciones para poder arrancar. En ese momento, el cliente que estaba hablando, ya perdió la llamada. Ése es el fenómeno por el cual decimos que hace falta más inversión, en forma de antenas y en segundo lugar una tecnología más avanzada que permita que cada una puede tener una mayor cantidad de atenciones.
-En Santa Fe, ¿cómo calificaría el funcionamiento?
-La realidad es muy distinta por empresas, pero en términos globales podemos decir que Santa Fe tiene una razonable prestación en 3G. Aproximadamente entre la mitad y dos tercios de los usuarios 3G en general no tienen problema para utilizar la tecnología 3G, y dependiendo las circunstancias, el tiempo y las condiciones entre un tercio puede llegar a tener un problema que puede ser temporario o casi constante. Las redes están saturadas por el transporte de datos y por el de voz. El concepto de internet es muy amplio, son más las aplicaciones que usan datos que las que usan voz. Reemplazamos el uso de las PC por el de los teléfonos y a medida que los smartphones se desarrollen, paulatinamente van adueñándose, junto con las tablets, del tiempo de dedicación a la computadora fija de escritorio. Todo lo que es movilidad, sigue siendo un dispositivo ideal para el consumo de contenidos pero no para la producción. Ésta tiene que ser libre y esporádica. Alguien en su sano juicio no se sentaría a escribir un libro con un teléfono -pero sí podés filmar un corto-, cosa que sí podés hacer con la computadora.

-¿El paradigma de esta época cuál es?
-No creo que los sociólogos le hayan puesto un nombre, creo que el paradigma de la época fue el despegue de la movilidad. Hoy hemos abandonado la internet de consumo para asumir una internet de producción de contenidos, hoy todos los individuos somos productores de contenidos. En la jerga se lo llama el paradigma de la internet 2.0, pero quedó remanido, porque en la práctica está vigente. Hay otros que están creciendo y están impuestos pero no son populares ni masivos, tienen que ver más con las redes de investigación

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