Será el primer proceso donde se debatan los derechos de autor en web
Tal como pretenden, los hermanos Matías y Hernán Botbol y Alberto Nakayama, responsables del sitio Taringa!, irán a juicio oral público. Los tres están imputados de infringir la Ley 11.723 de propiedad intelectual porque la justicia entiende que en el website que crearon –y que en nueve años se convirtió en un suceso con millones de usuarios registrados– se facilita la descarga de obras sin autorización. Los acusados quieren que cuanto antes llegue el momento de poder defenderse y explicar cómo funciona el sitio, que tiene mucho del corazón de la llamada red de redes. En el país será el primer proceso donde se debata los derechos de autor en la Web. En caso de ser encontrados culpables podrían recibir una condena de hasta seis años de cárcel.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay, rechazó el planteo de la defensa de uno de los imputados, contra la elevación a juicio dispuesta por el juez de instrucción Eduardo Daffis Niklisson, se informó ayer en Tribunales.
La resolución del máximo tribunal denegó el recurso elevado hace alrededor de un año por el abogado Carlos Beraldi, defensor de Nakayama, porque "no se dirige contra una sentencia definitiva ni equiparable a tal"; es decir, que como aún no hubo juicio oral, no hay resolución sobre la que expedirse esa instancia –último control de las garantías constitucionales– ni el anterior, la Cámara de Casación Penal.
El juez de primera instancia Daffis Niklison elevó el expediente en septiembre del año pasado con el procesamiento de los hermanos Botbol y Nakayama. La decisión fue confirmada por la Sala VI de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal. A los acusados se les adjudica facilitar la descarga ilegal de 29 obras jurídicas y 12 libros de computación, en presunta violación al artículo 72 de la ley de propiedad intelectual, que fija una escala penal de un mes a seis años de prisión a quien "edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derecho habientes".
La compañía expresó en un comunicado de prensa: "Tal como se manifestara oportunamente, es intención de las autoridades de Taringa! que esta cuestión se defina judicialmente lo antes posible. Por tal motivo, ya han comparecido ante el Tribunal Oral competente ofreciendo una gran cantidad de pruebas, hasta ahora no valoradas, que habrán de demostrar que el accionar de la empresa, así como también de las políticas comerciales establecidas para con sus usuarios, resulta acorde con la ley y con las pautas internacionales establecidas. Cualquier noticia que signifique algún avance del proceso, será comunicada fehacientemente a la opinión pública."
El abogado Beraldi explicó a Tiempo Argentino que hace ocho meses que el expediente está en el tribunal oral, y ahora en plena etapa de recolección de prueba preliminar, trámite que no se pudo ejercer en la instrucción. "Hemos pedido 12 declaraciones testimoniales; una pericia informática de 30 puntos y pruebas documentales en la Argentina y el extranjero", abundó el letrado.
La base de la defensa apunta a demostrar que no están alojados en los servidores de Taringa! las obras cuyos derechos reclaman cuatro autores y la industria discográfica. "Los proveedores de Internet no tienen responsabilidad por lo que hacen los usuarios y Taringa! tiene el mismo canal de denuncia que otros sitios como Facebook o Microsoft. De hecho la acusación cambió y al principio (los acusados) eran partícipes y ahora la fiscal les imputa ser coautores a partir de una interpretación un poco forzada para mí", agregó Beraldi. «
un crecimiento extraordinario
Taringa nació en 2004 de la mano de Fernando Sanz, un estudiante secundario porteño, sin más pretensión que compartir con los amigos contenidos que consideraba interesantes.
Un año después el sitio era un suceso, tenía unas 30 mil visitas y una cantidad similar de posteos o entradas.
En 2006, los hermanos Matías y Hernán Botbol y Alberto Nakayama tomaron la posta del proyecto y dos años más tarde ya tenían un millón de usuarios registrados.
En 2011 se lanzó Mi Taringa! y Socialphy –la versión en inglés de Taringa!–, pero ese mismo año la Cámara del Libro presenta la demanda contra el sitio, a la que se sumaron otras tres similares, por violación de derechos de propiedad intelectual.
El año pasado se lanzó Taringa! Música y Taringa! Juegos, además de modificarse la política de descargas.
El expediente recae en el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 28 de la Capital Federal, que integran Luis Marquez, Carlos Chediek y Carlos Rengel Mirat. Será el primer juicio oral que se realiza en la Argentina por violación de propiedad intelectual en Internet, que en el mundo tiene desde hace un par de años un gran debate a partir de sitios como Megaupload, que alojaba millones de archivos hasta que fue cerrado por el FBI.
La Corte rechazó un planteo y los dueños de Taringa! van a juicio oral
El máximo tribunal no hizo lugar a un recurso, por cuanto no se trata de una sentencia firme. Ahora, los responsables del sitio deberán responder, acusados de infringir la ley de propiedad intelectual en su sitio.
Tal como pretenden, los hermanos Matías y Hernán Botbol y Alberto Nakayama, responsables del sitio Taringa!, irán a juicio oral público. Los tres están imputados de infringir la Ley 11.723 de propiedad intelectual porque la justicia entiende que en el website que crearon –y que en nueve años se convirtió en un suceso con millones de usuarios registrados– se facilita la descarga de obras sin autorización. Los acusados quieren que cuanto antes llegue el momento de poder defenderse y explicar cómo funciona el sitio, que tiene mucho del corazón de la llamada red de redes. En el país será el primer proceso donde se debata los derechos de autor en la Web. En caso de ser encontrados culpables podrían recibir una condena de hasta seis años de cárcel.La Corte Suprema de Justicia de la Nación, con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda, Raúl Zaffaroni y Carmen Argibay, rechazó el planteo de la defensa de uno de los imputados, contra la elevación a juicio dispuesta por el juez de instrucción Eduardo Daffis Niklisson, se informó ayer en Tribunales.
La resolución del máximo tribunal denegó el recurso elevado hace alrededor de un año por el abogado Carlos Beraldi, defensor de Nakayama, porque "no se dirige contra una sentencia definitiva ni equiparable a tal"; es decir, que como aún no hubo juicio oral, no hay resolución sobre la que expedirse esa instancia –último control de las garantías constitucionales– ni el anterior, la Cámara de Casación Penal.
El juez de primera instancia Daffis Niklison elevó el expediente en septiembre del año pasado con el procesamiento de los hermanos Botbol y Nakayama. La decisión fue confirmada por la Sala VI de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal. A los acusados se les adjudica facilitar la descarga ilegal de 29 obras jurídicas y 12 libros de computación, en presunta violación al artículo 72 de la ley de propiedad intelectual, que fija una escala penal de un mes a seis años de prisión a quien "edite, venda o reproduzca por cualquier medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin autorización de su autor o derecho habientes".
La compañía expresó en un comunicado de prensa: "Tal como se manifestara oportunamente, es intención de las autoridades de Taringa! que esta cuestión se defina judicialmente lo antes posible. Por tal motivo, ya han comparecido ante el Tribunal Oral competente ofreciendo una gran cantidad de pruebas, hasta ahora no valoradas, que habrán de demostrar que el accionar de la empresa, así como también de las políticas comerciales establecidas para con sus usuarios, resulta acorde con la ley y con las pautas internacionales establecidas. Cualquier noticia que signifique algún avance del proceso, será comunicada fehacientemente a la opinión pública."
El abogado Beraldi explicó a Tiempo Argentino que hace ocho meses que el expediente está en el tribunal oral, y ahora en plena etapa de recolección de prueba preliminar, trámite que no se pudo ejercer en la instrucción. "Hemos pedido 12 declaraciones testimoniales; una pericia informática de 30 puntos y pruebas documentales en la Argentina y el extranjero", abundó el letrado.
La base de la defensa apunta a demostrar que no están alojados en los servidores de Taringa! las obras cuyos derechos reclaman cuatro autores y la industria discográfica. "Los proveedores de Internet no tienen responsabilidad por lo que hacen los usuarios y Taringa! tiene el mismo canal de denuncia que otros sitios como Facebook o Microsoft. De hecho la acusación cambió y al principio (los acusados) eran partícipes y ahora la fiscal les imputa ser coautores a partir de una interpretación un poco forzada para mí", agregó Beraldi. «
un crecimiento extraordinario
Taringa nació en 2004 de la mano de Fernando Sanz, un estudiante secundario porteño, sin más pretensión que compartir con los amigos contenidos que consideraba interesantes.
Un año después el sitio era un suceso, tenía unas 30 mil visitas y una cantidad similar de posteos o entradas.
En 2006, los hermanos Matías y Hernán Botbol y Alberto Nakayama tomaron la posta del proyecto y dos años más tarde ya tenían un millón de usuarios registrados.
En 2011 se lanzó Mi Taringa! y Socialphy –la versión en inglés de Taringa!–, pero ese mismo año la Cámara del Libro presenta la demanda contra el sitio, a la que se sumaron otras tres similares, por violación de derechos de propiedad intelectual.
El año pasado se lanzó Taringa! Música y Taringa! Juegos, además de modificarse la política de descargas.
El expediente recae en el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 28 de la Capital Federal, que integran Luis Marquez, Carlos Chediek y Carlos Rengel Mirat. Será el primer juicio oral que se realiza en la Argentina por violación de propiedad intelectual en Internet, que en el mundo tiene desde hace un par de años un gran debate a partir de sitios como Megaupload, que alojaba millones de archivos hasta que fue cerrado por el FBI.
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