sábado, 17 de agosto de 2013

"Es obvio que sin un plan con lo que hacer de aquí a cinco años, vas a desaparecer"

"Es obvio que sin un plan con lo que hacer de aquí a cinco años, vas a desaparecer"

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Y lo dice un optimista.
John Paton es el director ejecutivo de la Compañía Journal Register. Con 176 periódicos locales, 18 de ellos publicados a diario, ha puesto en práctica su estrategia de “Digital First” para rescatar a la compañía de la bancarrota. Hace dos semanas The Guardian anunció que le seguía los pasos, convirtiéndose en el primer gran medio que, con 190 años de historia, da prioridad a todas sus operaciones digitales por encima de la edición del periódico.
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La redacción de uno de los diarios de la Compañía Journal Register está abierta al público. Foto: Newsroomcafe
Paton explica con sorprendente sencillez en qué consiste lo que denominó Digital First: "Es una estrategia de transición para llevar a las compañías desde la situación en la que están ahora hacia el futuro". Desde las pérdidas económicas por el descenso en la inversión publicitaria y el aumento de la competencia por la democratización de contenidos en internet, hasta un modelo que todavía nadie ha encontrado y en el que se pueda garantizar la supervivencia de periódicos de todo el mundo.
“La mayoría de las empresas están intentando reproducir todo el contenido en internet y en plataformas como móviles o tabletas. Nosotros lo hacemos de otra manera, creando un modelo de negocio que pone los recursos allí donde están los consumidores. Esto significa que lo digital tiene prioridad”. Esto resulta radical porque el resto [de medios] están intentando proteger la edición impresa”.
El ejecutivo reconoce que la audiencia, que ya no consume la información igual que hace unos años, obliga a repartir recursos de otra forma. Hay más lectores en la red y los anunciantes les siguen de cerca.
"Necesitas un plan que sea más digital que impreso, porque ésta edición seguirá manteniendo económicamente a la empresa. Debes asumir que el periódico ya no es el componente más grande del medio de comunicación, que lo que publiques en la red tendrá mucho más poder y que debes estar en tantas plataformas como puedas", explica Paton.
Una de las primeras reacciones al escuchar hablar de Digital First es pensar que la edición impresa acabará por desaparecer. Como si Digital First fuera un eufemismo para la muerte de la prensa. Alan Rusbridger, director de The Guardian, aseguró que esta táctica no supone abandonar la edición impresa.
The Guardian Media Group, con 650 periodistas en plantilla, corre el riesgo de agotar su financiación entre tres y cinco años si no adopta estos cambios. La compañía que publica el diario británico junto al dominical The Observer perdió 33 millones de libras en los últimos doce meses, según afirmó su director ejecutivo Andrew Miller en junio. Paton se declara impresionado porque un periódico con la historia y recorrido de The Guardian haya apostado tan claramente por la estrategia Digital First.
"Es obvio que si no tienes un plan con lo que vas a hacer de aquí a cinco años, vas a desaparecer", comenta, aunque lamenta el pesimismo de quienes vieron en las palabras de Rusbridger el principio del fin de la prensa. "Algunos lo llevaron demasiado lejos diciendo que el periodismo impreso está muerto. Seguirá con nosotros, pero menos".
Paton basa la estrategia Digital First en dos pilares, el periodístico y el económico. Éste último es el que ha acelerado la decisión de The Guardian. En la mayoría de los periódicos, explica, dos tercios del coste siguen destinados a infraestructuras y tareas en las que los medios de comunicación no tienen por qué involucrase. "El coste del periodismo sigue siendo muy alto y las ediciones digitales todavía reciben menos ingresos que el papel. La única manera de salir adelante es externalizar todos estos servicios, como la impresión o la distribución, y contratar para ello a empresas especializadas que lo hacen mejor y más barato".
Para una explicación más práctica, siempre tenemos al experto en medios de comunicación e internet Jeff Jarvis. El autor de “¿Qué Haría Google?” explicó en una de sus últimas columnas que Digital First no significa poner las noticias en internet antes de que arranquen las máquinas de la rotativa. En ese caso, la edición impresa todavía dicta la forma y el ritmo de las noticias: todo lo que ocurre en la redacción está destinado a encajar noticias redondas en páginas cuadradas".

Nueva estrategia, nuevos hábitos

Según Jarvis, queda en los medios un vestigio de la cultura impresa, que obliga al periodista a aguantar hasta que sepa cuanta más información posible para publicarla a la hora del cierre. "[Digital First] impone que tan pronto como un periodista sabe algo, está listo para compartirlo con su público. Significa que puede compartir la información antes de tener todos los datos para que así pueda ayudarle la audiencia a completar lo que no sabe".
Paton coincide con Jarvis en que esto obliga a cambiar la relación del periodista con su audiencia. Para Jarvis "el medio de comunicación debe convertirse en una plataforma, invitando a compartir información y al periodista a añadir valor a todo el proceso". En la práctica, medios tan grandes como The Guardian y tan pequeños como los diarios locales de la Compañía Journal Register, ya ven los resultados de la nueva estrategia.
Screen shot 2011-07-03 at 7.26.46 PMLos diarios de la Journal Register han abierto "Laboratorios Comunitarios de Periodismo" que forman parte de la nueva estrategia. De todos ellos, The Register Citizen (en Connecticut), es pionero en la integración de la audiencia en el proceso de creación del periódico. La redacción cuenta con una cafetería (con usuario de Twitter) donde se reúnen reporteros, blogueros, estudiantes, vecinos y autoridades públicas pueden charlar con los periodistas.También pueden sentarse en la reunión editorial de la tarde.
"Cualquiera puede entrar en la redacción, acercarse a nosotros y hacernos una pregunta. Los separadores entre nuestras mesas son bajos, de forma que nos pueda ver cualquiera que cruce la puerta", explica Emilie Olson, editora de de The Register Citizen, en el último número de la revista Nieman Reports, de la Universidad de Harvard.
"Puede que los informadores más importantes que tenga son ciudadanos que no forman parte de nuestra redacción pero que nos visitan y pertenecen también a nuestro espacio digital. Estas voces pertenecen a miembros del público. En el pasado nuestros lectores, como todos, deben haber sentido como si hubiera un muro entre ellos y nosotros. Hemos retirado la pared que nos separaba y ahora escuchamos las voces que había detrás", dice Olson.
El experimento en los diarios de la Compañía Journal Register lleva funcionando dos años y ya ha dado sus frutos. En los últimos doce meses han duplicado su audiencia, de 5.5 millones de usuarios únicos, a 11 millones. Pero Paton reconoce que es una batalla diaria y que el grado de apertura de las redacciones a los lectores, insólito en el pasado, no resulta fácil para todos los periodistas. "Algunos realmente lo odian", comenta.

La agenda ya no es de los medios

Para el gerente el verdadero obstáculo para que periodistas y editores asuman este cambio es que reconozcan que han perdido el control: "Cuando yo era editor de un periódico todo lo que salía publicado por la mañana estaba ahí porque yo lo había dicho. Yo decidía lo que era importante. Ahora el público tiene las mismas herramientas para publicar que nosotros [sin embargo] hemos ganado el acceso a miles de voces que añaden valor al periodismo y no puedes ignorarlas".
Parte del éxito de las publicaciones de la Compañía Journal Register, rescatada por Paton de la bancarrota hace tan sólo dos años, radica en la flexibilidad que poseen redacciones tan pequeñas. ¿Cómo puede dar este paso un gran medio tradicional? "Con grandes dificultades y mucho dolor. No hay una forma sencilla de hacerlo", admite Paton. The Guardian anunció el pasado viernes que prescindirá de sus ediciones internacionales, aunque no despedirá a los periodistas afectados. En el caso de Gannett, la empresa norteamericana que publica USA Today y 80 diarios locales, los recortes obligan a prescindir de 700 personas.
Paton tiene un consejo para los más grandes: no separar la transición que debe hacer el departamento económico del periódico del editorial. "Tiene que ocurrir simultáneamente, no hay tiempo para hacer una cosa y después otra".
"Si destinas tus recursos adecuadamente y pones a la mayoría de tus periodistas a crear contenido, empiezas a resolver la mayoría de los problemas. Una vez que el contenido está en la red, la audiencia responde y después llegan los anunciantes". Según el ejecutivo, es lo que ha ocurrido en su compañía. "Cuando construyes este tipo de producto y empiezas a acumular audiencia mientras reduces costes, estás ganando tiempo hasta que los inversores en publicidad lo entienden".

De cara al futuro

Cuando The Guardian reveló que adoptaba la estrategia de priorizar todas las operaciones digitales, poniendo la edición impresa en un segundo plano, muchos lo interpretaron como el anuncio de que la prensa tiene los días contados. La periodista y analista Suw Charman-Anderson fue una de ellos. El anuncio de Rusbridger, no fue para ella una buena noticia sino "admitir que la plataforma está en llamas".
Y como ejecutivo que ha sentado las bases del Digital First, Paton también se apresura a defender que la prensa estará con nosotros para siempre, aunque "de manera mucho más reducida". "Me encantan los periódicos, pero están cambiando. Y debo decir que por mucho que me gusten los periódicos, no me gustan más que el periodismo".
A Paton le preocupa que la industria esté tan obsesionada con dudas sobre si leeremos periódicos dentro de cinco o diez años. "Tenemos que dejar de hacer como si los periodistas no tuvieran ni idea de cómo se financia una empresa. Es bueno mantener estos debates, pero creo que hemos dejado pasar un aspecto fundamental que es cómo hacer mejor periodismo independientemente de la plataforma en que vaya a ser publicado".
El objetivo de la Compañía Journal Register, y uno de los pilares fundamentales del Digital First, según Paton, es provocar un debate entre lectores, empresarios, periodistas y autoridades con el que crear periodismo de la mayor calidad, con todos los datos que necesiten los ciudadanos para tomar decisiones informadas. "Tenemos que ir más allá del periodismo actual de 'él dijo, ella dijo'".
The Guardian es uno de los medios que más se ha abierto en los últimos años a las posibilidades de colaboración con los lectores a través de la red. Emily Bell, su editora hasta 2010 y ahora directora del Centro Tow de Periodismo Digital de la Universidad de Columbia de Nueva York, definió al diario como un medio “de internet, no sólo en internet”. Rusbridger añadiría después que se trata de un tipo de periodismo “mutualizado”, porque lectores y expertos que no forman parte del proceso de creación de la información pueden participar en él. Han aprovechado el conocimiento de la audiencia en proyectos como Wikileaks, una investigación sobre los gastos de los ministerios o el vertido de la empresa británica Trafigura en Costa de Marfil.
La sencillez con la que Paton describe esta transición choca con el manido debate de la distinción entre blogueros y periodistas, si debe pagarse por la información en internet o no, y la verdadera utilidad de las redes sociales para el periodismo. Tiene una cosa muy clara: en internet tienes que estar abierto a todas las opciones. Sabemos que avanzamos pero sin saber a dónde nos lleva este camino.
"¿Podría Twitter haber imaginado la Primavera Árabe cuando lo inventaron?" se pregunta el ejecutivo. "No, la clave era estar listo para responder".

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