viernes, 27 de septiembre de 2013

Durante una semana 70 mil personas viven una experiencia única que combina la vida en comunidad y las más variadas expresiones artísticas..  Foto:  Kyle Harmon

 
Lo único que se necesita para participar en Burning Man es creer.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Una oficina de correo en medio del desierto.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Los ovnis son un favorito en el desierto de Nevada.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Las antiparras, elemento fundamental para combatir el polvo del desierto.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Construyendo una iglesia bajo el sino del evento, en comunidad.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Se pueden encontrar diversas expresiones artísticas.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Las instalaciones construidas serán quemadas al finalizar el festival.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Lo más rico del evento: La gente.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Una muestra de los "Autos Locos".  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Cualquier lugar es bueno para una siesta.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
La zonda de alojamiento de Black Rock City.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Esperando la fiesta de la noche.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Maravillas en el desierto.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Los baños de Black Rock City.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Vale todo en Burning Man.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Un oasis, móvil, en medio del desierto.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Un rato de descanso.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


 
Esperando la noche.  Foto:  Archivo  / Chantal Nahmad


Durante una semana 70 mil personas viven una experiencia única que combina la vida en comunidad y las más variadas expresiones artísticas..  Foto:  Kyle Harmon
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La ciudad que se levanta y desaparece en una semana

Sociedad
Todos los años, unas 70 mil personas van al desierto de Nevada, en Estados Unidos, para vivir una experiencia única, comunitaria y llena de expresión artística
Por   | LA NACION

Bajo el sol abrasador del desierto de Black Rock en Nevada, Estados Unidos, se erige una ciudad temporal, utópica y comunitaria llamada Black Rock City. Es el escenario del festival Burning man .
Durante una semana 70 mil personas se dan cita en este páramo para vivir una experiencia única: construir una ciudad y luego hacerla desaparecer sin dejar el mínimo rastro. Allí se combina la vida en comunidad y las más variadas expresiones artísticas.
"Burning Man es un mundo paralelo, utópico. Es la vida durante una semana. Lo que cualquiera vive en un mes, acá se vive en un día", dijo Chantal Nahmad es una argentina que vive en Londres y participó de la última edición del evento.
Durante el día se pueden realizar las más variadas actividades y como es un evento para que cada uno pueda expresarse está permitida casi cualquier cosa que se combina con muestras de arte, instalaciones y un desfile de autos "locos". Hay días temáticos en los que todos tienen que vestirse con un tutú o completamente de blanco. Durante la noche la festividad se extiende en diferentes carpas hasta la llegada del nuevo día.

Los principios de Burning Man

El festival se encuentra regido por 10 mandamientos que regulan la experiencia.
  • Inclusión radical

  • Regalar

  • No dejar rastros

  • Responsabilidad cívica

  • Participación

  • Inmediatez

  • Autosuficiencia

  • Esfuerzo comunitario

  • Expresión personal

  • Responsabilidad del medio ambiente

¿Qué como?¿Dónde duermo?

Black Rock City está organizado en campamentos temáticos. Hay cocina a gas, baños públicos y se duerme en carpas o casas rodantes. Se accede en auto desde San Francisco hasta Reno, la ciudad más cercana.
Es necesario llevar todos los elementos para vivir durante una semana: provisiones, bolsa de dormir, ropa y hasta la propia agua. Recomiendan llevar 4 litros por día por persona.
La manera de moverse por ese inmenso espacio es con bicicletas, que son esenciales porque las distancias son muy largas. Uno puede llevar su propia bicicleta o se pueden alquilar.

Una vez finalizado el evento los participantes se llevan todo lo que trajeron consigo y queman todas las estructuras montadas, de esta manera no dejan ningún rastro en el desierto, como dicta uno de los mandamientos..

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