martes, 9 de julio de 2013

TV: el control remoto evoluciona y anticipa una nueva forma de ver

Sociedad
Los televisores inteligentes se pueden controlar con smartphones y tablets que además permiten enriquecer la experiencia con contenido personalizado y compartirlo en las redes sociales
Por   | LA NACION
El primer control remoto desarrollado para un televisor se conectaba al aparato por medio de un cable. Fue bautizado lazy bones (para vagos) y tuvo un paso fugaz por las manos de los antepasados de Homero Simpson allá por 1950. Desde entonces, los fabricantes lo intentaron todo: fotocélulas, ultrasonido e infrarrojo.
Desde aquella época hasta ahora, los hogares se llenaron de dispositivos, y éstos, de controles. Según la consultora Business Boureau, en cada hogar argentino hay en promedio cuatro controles remotos. Dos o tres para operar el televisor y sus distintos decodificadores (set top box), equipo de audio, reproductor de DVD y consola de juegos.
Dos son muchos, tres son multitud y cuatro o más, un gran fastidio que empieza a ser superado gracias a aplicaciones para smartphones que permiten comandar televisores inteligentes y suman funciones que van mucho más allá de cambiar de canal o subir y bajar el volumen. Esa evolución pone en evidencia los cambios en la forma de ver contenidos audiovisuales, caracterizada por la creciente atomización de las audiencias (la caída del rating de la TV abierta es un indicio innegable) y el boom de los servicios de video a demanda.
Expresiones como second screen, multitasking, Over the top (OTT) -como Netflix - y TV Everywhere -como ESPN Play - integran una larga lista de términos que la industria audiovisual empieza a usar para referirse a sí misma y a sus productos, cada vez más personalizables. Otra pista de que los mass-media avanzan hacia los my-media.
Hace diez días, Moviecity -paquete de canales premium de televisión paga- presentó su nueva aplicación Connect, que "permite usar el smartphone o la tableta como control remoto. Podés estar viendo algo en tu tablet y pasarlo al smart TV, ponerle pausa con el móvil y luego darle play en el televisor, o viceversa", contó Edgar Spielmann, presidente y CEO de la empresa, cuyo servicio MoviecityPlay permite ver a demanda series y películas por Internet en múltiples dispositivos y de manera legal.
"No es que vaya a desaparecer. Va a existir un control remoto, pero vamos a empezar a ver cómo los operadores de TV paga van a evolucionar hacia el concepto de second screen y todos los operadores de TV de pago en América latina van a incorporar aplicaciones que se puedan descargar en dispositivos móviles", agregó Spielmann.
De hecho, existen accesorios para agregar al celular y convertirlo en un control remoto tradicional con infrarrojo. En esa línea, Samsung, HTC y LG también lanzaron celulares con puerto infrarrojo incorporado para copiar los códigos del control remoto tradicional y comandar con el móvil los viejos televisores.
En eso estaban cuando fabricantes de televisores y desarrolladores de software pisaron el acelerador: algunas compañías como LG, Sony, Samsung y Phillips tienen sus apps gratuitas para sistemas operativos iOS o Android que permiten usar los móviles como control remoto para smart TV.
"Tal como sucede hoy con los controles remotos universales, que almacenan cientos de códigos infrarrojos de diversos equipos y marcas, es posible avizorar un futuro cercano en el cual las tablets y los smartphones con los sistemas operativos más populares serán compatibles con los sistemas de mando a distancia de un gran número de televisores inteligentes. En el largo plazo, sin embargo, se espera que el uso del control remoto directamente no sea necesario, ya que éste será reemplazado por interfaces aún más intuitivas como el desplazamiento de las manos, los ojos o el pensamiento de los televidentes", pronostica Juan Pablo Conti, senior analyst de Dataxis, consultora especializada en medios y telecomunicaciones. Las apps de control remoto permiten personalizar en el smartphone listas de canales de TV y guía de programación favorita.
Los que saben sostienen que el uso de los teléfonos para dirigir el consumo cultural es apenas una estación intermedia hacia el uso del cuerpo mismo para "dar órdenes", al estilo de los comandos por voz o gestos como Kinect (de Xbox, Microsoft) o Move (PlayStation, Sony) en las consolas de juegos. Samsung, por ejemplo, ya ofrece en el mercado televisores que permiten cambiar los canales con movimientos humanos. Y aplicaciones de reconocimiento de voz como las de Apple, Google o Microsoft. ¿Y qué decir de los Google Glass y su promesa de "realidad aumentada"? La llegada: una nueva forma de ver contenidos audiovisuales, a demanda o en vivo, y comandar distintas ofertas de entretenimiento en el hogar, el trabajo o el espacio público. Es más: si la Argentina dispusiera de Internet móvil de alta velocidad (lo que exige la incorporación de tecnología LTE o 4G), podría empezar a hablarse de la portabilidad de los contenidos: de poder seguir viendo en el colectivo o el tren un contenido que empezó a consumirse en el hogar.
Otras tecnologías buscan integrar en un solo comando todos los dispositivos del hogar. Sony presentó hace un año la tecnología NFC, un estándar que permite interconectar mediante bluetooth TV, notebooks, tablets, smartphones, auriculares, speakers, stereos, cámaras fotográficas y home theaters, entre otros, para hacerlos funcionar en conjunto, transfiriendo información de uno a otro en función de las necesidades. La empresa está apostando a esa tecnología para convertir sus teléfonos y tablets en controles remotos del hogar como centro de entretenimiento.
Detrás de la experiencia de consumo y la manera en la que como usuarios nos vinculamos con dispositivos y contenidos (conocida como interfaz de usuario) emerge el fenómeno de la TV social y todo un nuevo ecosistema. Parece ciencia ficción, pero no lo es.
Además de las apps de control remoto, ese nuevo "ecosistema social" incluye redes sociales; aplicaciones de segundas pantallas, que permiten interactuar con los contenidos que se están viendo; software de análisis que permite conocer información sobre la audiencia en tiempo real, y sistemas de reconocimiento automático de contenidos, que permite usar fragmentos de audio o video en lugar de palabras escritas para buscar series o programas. Y detrás de todas esas novedades está la llamada computación en la nube o cloud computing, que convierte a Internet en el lugar donde se almacenan la información y el software necesario para procesarla.
"A medida que crece la cantidad de contenido, más se complica la navegación por los programas y más necesario es encontrar mecanismos de búsqueda más amigables y poderosos. Es decir que el usuario pueda encontrar lo que busca en este nuevo ecosistema, que incluye la TV tradicional, la Web, los OTT y el contenido doméstico, las fotos y videos familiares, todo eso en un hogar conectado. Ésa es la visión futura que tenemos y hacia donde se está avanzando", opinó Christian Frenza, director de Soluciones de TV y Multimedia de Ericsson para América latina y el Caribe, para quien será clave que el usuario pueda personalizar, que el sistema recuerde sus preferencias y le recomiende aquello que esté vinculado a esos intereses.
"El consumidor es el rey. Las personas están viendo más contenido, en más formas y sobre más y más pantallas. El hogar multipantalla es una realidad, pero hay una demanda de mayor portabilidad y fluidez de los contenidos a través de distintos dispositivos. El consumo de contenidos grabados emergió fuertemente, pero coexiste con el consumo de programas en vivo. El control está en manos del consumidor, que mezcla y usa simultáneamente pantallas", concluyó el informe global Motorola Media Engagement Barometer, un relevamiento global del consumo de medios que incluyó a la Argentina.
"La TV ya no compite con ella misma. Compite con otros dispositivos, segundas pantallas, la misma TV no lineal -o sea ver el programa grabado y en otro momento-. El zapping es casi inofensivo al lado de la voracidad de consumo de contenidos que busca la gente", opinó Horacio Gennari, presidente de la consultora especializada Business Boureau.
Para Alberto López Carnabucci, especialista de Deloitte en medios y tecnología, los proveedores tradicionales de TV de aire y de cable "están desarrollando aplicaciones móviles para ver el contenido online desde smartphones y tabletas (ya sea en vivo o contenido histórico); aplicaciones específicas que permiten interactuar instantáneamente con el contenido que se difunde por la plataforma principal (por ejemplo: una aplicación que puede bajarse al smartphone y permita votar preferencias durante un programa de TV, o participar en sorteos en el programa), y aplicaciones que permiten interactuar con el hardware (por ejemplo, simulando un control remoto). Todas estas variantes apuntan a lo mismo: atraer al consumidor digital y alejarlo de potenciales competidores".
Sea con infrarrojo, bluetooth o wi fi, el control remoto inició una era de progresivo empoderamiento de las audiencias que tiende a profundizarse. Y en ese reparto de poder nadie quiere salir perdiendo.
 

tecnología en red para controlar dispositivos

Con nuevas aplicaciones, los smartphones están reemplazando al tradicional control remoto de la TV y ofreciendo funciones personalizadas

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