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Universidad Nacional de Córdoba
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Creación de la Facultad de Comunicación Social
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La creación de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Córdoba, surge como cristalización de una serie de procesos históricos que incidieron, hasta nuestros días, en el desarrollo particular de la Escuela de Ciencias de la Información. Los avatares de esa historia y el alto grado de protagonismo de su comunidad educativa, brindaron a esta Escuela ciertas peculiaridades (de índole académico, institucional y político) que, a esta altura, evidencian la necesidad de dar respuestas urgentes a las demandas reales y legítimas del conjunto de su Comunidad Académica.
El recorrido de esta institución da cuenta de la prolífica tarea realizada en estos años por la Escuela de Ciencias de la Información y el gran esfuerzo de su comunidad educativa por sobreponerse a condiciones adversas para seguir creciendo y mejorando su calidad institucional.
La ECI se encuentra inmersa hoy en un fuerte proceso de institucionalización que implica a todos los claustros, áreas, secretarías y espacios. Como todo proceso de cambio, no está exento de dificultades y conflicto. Sin embargo, estamos convencidos que ese es el camino correcto y posible para una institución que está dispuesta a dar un salto cualitativo tanto en el orden académico como administrativo.
Las razones que fundamentan la necesidad de facultarización de la Escuela de Ciencias de la Información son múltiples y diversas. Mencionaremos solo algunas que consideramos relevantes y que serán desarrolladas en este documento.
El desarrollo y consolidación del campo disciplinar, las profundas transformaciones de los medios de comunicación, los avances tecnológicos de los artefactos comunicacionales, el desarrollo creciente de las redes sociales con su consecuente transformación en los modelos de relación y vínculos de los sujetos sociales y el escenario que propone como desafío comunicacional la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en octubre de 2009, son potentes razones contextuales que fundamentan la necesidad de facultarización de la Escuela de Ciencias de la Información.
En otro orden, la notable madurez institucional y crecimiento administrativo, de la propuesta académica en carreras de grado y posgrado, del sostenido aumento de la matrícula en el grado y posgrado alcanzados por la ECI, la autonomía presupuestaria y paradójicamente, la lenta y compleja burocracia administrativa producida por las diferencias de criterios disciplinares y de cultura organizacional en la que se encuentra la ECI por su dependencia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; son entre otras, las razones institucionales por las que se torna imprescindible su transformación en Facultad de Comunicación Social.
Estamos convencidos de que la facultarización de la la ECI, tendrá como resultado no sólo la consolidación y mejoramiento de aspectos administrativos, culturales y académicos de nuestra institución, con los consecuentes beneficios para su comunidad educativa; sino que redundará, por su vocación de servicio, su dinámica transformadora y su compromiso con la universidad pública y los intereses democráticos del pueblo, en un sustancial aporte a toda la comunidad universitaria y a la sociedad en su conjunto.
La creación de nuevas facultades obedece a razones de orden diverso. Razones disciplinares, epistemológicas, históricas, políticas, administrativas, entre otras. Las argumentaciones disciplinares y epistemológicas, aún cuando son las de mayor peso en la construcción del imaginario académico que sustenta los motivos de creación de una facultad, no son sin embargo determinantes en la efectiva creación de la misma. Las razones políticas y las administrativas son las que generalmente tienen mayor relevancia decisiva a la hora de definir la creación de una facultad. Si se observa el mapa que conforman las diferentes universidades nacionales y el de la Universidad de Córdoba en particular, se verá que los agrupamientos de carreras no obedecen a una lógica que privilegie la pertinencia disciplinar por encima de los otros aspectos. Por el contrario, puede afirmarse que a lo largo de la historia, el agrupamiento de carreras en las distintas Facultades obedeció a múltiples y diversos motivos coyunturales, dejando de lado cualquier consideración de pertinencia disciplinar o epistemológica. Un claro ejemplo de ello es la Escuela de Ciencias de la Información y la de Trabajo Social colocadas bajo la órbita de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, durante los primeros años de la última dictadura militar, con el objeto de “disciplinar” a la comunidad educativa de las mismas.
Esperamos, que las autoridades de la Universidad Nacional de Córdoba puedan interpretar la problemática en el sentido con el que esta propuesta académica, institucional y política ha sido elaborada. Su aceptación implicará no sólo un resarcimiento histórico que la Universidad debe a nuestra Escuela, sino, además, un gesto de confianza, reconocimiento y responsabilidad frente a quienes desde hace años venimos construyendo, con gran esfuerzo, desde diversos lugares, la vida institucional de la Escuela de Ciencias de la Información.
El recorrido de esta institución da cuenta de la prolífica tarea realizada en estos años por la Escuela de Ciencias de la Información y el gran esfuerzo de su comunidad educativa por sobreponerse a condiciones adversas para seguir creciendo y mejorando su calidad institucional.
La ECI se encuentra inmersa hoy en un fuerte proceso de institucionalización que implica a todos los claustros, áreas, secretarías y espacios. Como todo proceso de cambio, no está exento de dificultades y conflicto. Sin embargo, estamos convencidos que ese es el camino correcto y posible para una institución que está dispuesta a dar un salto cualitativo tanto en el orden académico como administrativo.
Las razones que fundamentan la necesidad de facultarización de la Escuela de Ciencias de la Información son múltiples y diversas. Mencionaremos solo algunas que consideramos relevantes y que serán desarrolladas en este documento.
El desarrollo y consolidación del campo disciplinar, las profundas transformaciones de los medios de comunicación, los avances tecnológicos de los artefactos comunicacionales, el desarrollo creciente de las redes sociales con su consecuente transformación en los modelos de relación y vínculos de los sujetos sociales y el escenario que propone como desafío comunicacional la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en octubre de 2009, son potentes razones contextuales que fundamentan la necesidad de facultarización de la Escuela de Ciencias de la Información.
En otro orden, la notable madurez institucional y crecimiento administrativo, de la propuesta académica en carreras de grado y posgrado, del sostenido aumento de la matrícula en el grado y posgrado alcanzados por la ECI, la autonomía presupuestaria y paradójicamente, la lenta y compleja burocracia administrativa producida por las diferencias de criterios disciplinares y de cultura organizacional en la que se encuentra la ECI por su dependencia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; son entre otras, las razones institucionales por las que se torna imprescindible su transformación en Facultad de Comunicación Social.
Estamos convencidos de que la facultarización de la la ECI, tendrá como resultado no sólo la consolidación y mejoramiento de aspectos administrativos, culturales y académicos de nuestra institución, con los consecuentes beneficios para su comunidad educativa; sino que redundará, por su vocación de servicio, su dinámica transformadora y su compromiso con la universidad pública y los intereses democráticos del pueblo, en un sustancial aporte a toda la comunidad universitaria y a la sociedad en su conjunto.
La creación de nuevas facultades obedece a razones de orden diverso. Razones disciplinares, epistemológicas, históricas, políticas, administrativas, entre otras. Las argumentaciones disciplinares y epistemológicas, aún cuando son las de mayor peso en la construcción del imaginario académico que sustenta los motivos de creación de una facultad, no son sin embargo determinantes en la efectiva creación de la misma. Las razones políticas y las administrativas son las que generalmente tienen mayor relevancia decisiva a la hora de definir la creación de una facultad. Si se observa el mapa que conforman las diferentes universidades nacionales y el de la Universidad de Córdoba en particular, se verá que los agrupamientos de carreras no obedecen a una lógica que privilegie la pertinencia disciplinar por encima de los otros aspectos. Por el contrario, puede afirmarse que a lo largo de la historia, el agrupamiento de carreras en las distintas Facultades obedeció a múltiples y diversos motivos coyunturales, dejando de lado cualquier consideración de pertinencia disciplinar o epistemológica. Un claro ejemplo de ello es la Escuela de Ciencias de la Información y la de Trabajo Social colocadas bajo la órbita de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, durante los primeros años de la última dictadura militar, con el objeto de “disciplinar” a la comunidad educativa de las mismas.
Esperamos, que las autoridades de la Universidad Nacional de Córdoba puedan interpretar la problemática en el sentido con el que esta propuesta académica, institucional y política ha sido elaborada. Su aceptación implicará no sólo un resarcimiento histórico que la Universidad debe a nuestra Escuela, sino, además, un gesto de confianza, reconocimiento y responsabilidad frente a quienes desde hace años venimos construyendo, con gran esfuerzo, desde diversos lugares, la vida institucional de la Escuela de Ciencias de la Información.
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