Medios / La transformación de la manera de ver
Guerra en la TV: el cable crece, pero las plataformas digitales acechan
Sociedad
Domina en abonados y rating, aunque enfrenta la ofensiva de Netflix
Ocho de cada diez hogares argentinos tienen algún sistema de TV por suscripción. En total, son más de 10 millones de familias. Incluso entre los sectores de menores ingresos, el cable o el satélite no falta a pesar de que el abono mensual medio está entre los más caros de la región.
De las más de siete horas que los argentinos miran TV en promedio, unas 3 horas y 40 minutos se destinan a ver señales de cable. Por primera vez en la historia, este año la TV por suscripción concentró la mitad del consumo televisivo total. Y eso, cuando de la mano del Estado -y una inversión de $ 3600 millones en los últimos tres años-, nunca hubo mayor disponibilidad de TV abierta, digital y gratuita, por lo menos en el 82,5% del territorio.
Sin embargo, aunque sigue batiendo récords, la TV paga empieza a sentir la presión de una nueva forma de ver: las plataformas digitales a demanda.
Según el servicio contratado, los abonados al cable pueden tener hasta 200 señales disponibles, casi 40 de las cuales son además en alta definición. Los dos principales actores del sector, los distribuidores (como Cablevisión, Telecentro o DirecTV) y los programadores (entre los que se destacan grupos globales como Disney, Time Warner y Fox) celebran la abundancia de abonados al servicio y de público para los contenidos, pero con una preocupación creciente por esa competencia nueva que crece mucho más rápido.
Según la consultora Business Boureau (BB), ya hay disponibles más de 60 plataformas de video a demanda con un total de 10.000 películas y 3000 series. Según una estimación difundida hace pocos meses en la NexTV South America Summit, al menos 200.000 hogares están abonados a algunos de esos servicios en la Argentina, la mitad de los cuales estarían en Netflix (que suma 37 millones de abonados en 40 países). Allí también compiten OnVideo (Telefónica), ClaroVideo (América Móvil) y Arnet Play (Telecom). Y sin descartar, por supuesto, a YouTube.
Según una encuesta de BB, los usuarios argentinos dicen que este tipo de plataformas es ideal para ver contenidos "tres veces por semana". En ese sentido, todavía no parecen competencia comparados con el menú televisivo diario de 3 horas 40 minutos de TV paga y 3 horas 33 minutos de TV abierta. Sin embargo, la semana pasada, Comcast -el cableoperador más grande de Estados Unidos, con más de 26 millones de abonados- inició conversaciones con Netflix sobre la posibilidad de incorporar ese catálogo en la oferta de la TV paga. Ese sólo hecho hecho marca un cambio de época en la configuración de la industria, forzado por las transformaciones en los hábitos de consumo de los espectadores, que ya no ven TV sólo en el televisor, ni mucho menos en los horarios que los programadores prefieran.
En las recientes jornadas internacionales de la TV por cable, José Félix, gerente general de Net (América Móvil), de Brasil, el mayor cableoperador de la región, con 5,8 millones de abonados, dio cuenta de este fenómeno. "Estamos en la era de la personalización, que nos exige estar en la movilidad." En la misma tribuna, Carlos Moltini, gerente general de Cablevisión (Grupo Clarín), enumeró los desafíos de la industria: "Netflix y Amazon están disponibles y hay que competir con ellos. Debemos ofrecer interacción con las redes sociales y facilitar la recomendación, tenemos que unir la oferta con la demanda. Hay que ir hacia la movilidad con wi-fi masivo y LTE-4G. Adaptar el ecosistema con un derecho unificado y multiplataforma que permita acceder a los contenidos lineales y a demanda, en todas las pantallas en las que el cliente quiera disfrutarlos. El acceso a los contenidos tiene que ser validado [el usuario tiene que identificarse]". El servicio OnDemand de Cablevisión y el flamante DirecTV Play avanzan en esa dirección, donde los programadores también están haciendo lo suyo con sitios web y aplicaciones que permiten ver los programas sin restricción de dispositivos ni horarios.
En cuanto al consumo de contenidos, según una investigación del Consejo Latinoamericano de Publicidad en Multicanales (Lamac, en inglés), las diferencias entre la Capital y el interior son llamativas. Mientras en el área metropolitana de Buenos Aires se prefieren las noticias y las señales infantiles, que empatan en 22% de la audiencia cada género, seguidos por el cine; en el interior, las noticias quedan relegadas al cuarto puesto, y son superadas por los contenidos infantojuveniles, el cine y las series.
"El argentino es exigente y siempre se caracterizó por ser first mover en tecnología en América latina, por lo que no dudamos del éxito en la adopción de segundas pantallas como tabletas o smartphones", opinó Horacio Gennari, presidente de BB. "Todo está por reinventarse. Hay luchas de poder por los espacios, y no se sabe quién va a ganar. ¿Serán los cableoperadores o terminarán siendo más hábiles los nuevos proveedores de contenidos? ¿El contenido terminará siendo gratuito?", se preguntó Luciano Cavalieri, presidente de Toolbox Digital, empresa argentina dedicada al desarrollo de nuevas plataformas e interfaces con foco en el futuro: la TV en la nube.
Completamente al margen de estos fenómenos está la ley de servicios de comunicación audiovisual, regulación que se basa en una grilla de canales con programación con horarios pautados. La legislación, que incluye entre sus definiciones los servicios de video a demanda, no alcanza hasta ahora a Netflix y sus clones.
El cable finalmente pudo con la TV abierta, que en Argentina hoy prácticamente no se ve si no es por medio de redes de TV paga. La pregunta ahora es hasta dónde será la propia televisión por suscripción transformada por Internet, la Nube que todo lo atrae y reinventa.
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