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Abuelos "tecno": el 30% de los mayores de 70 tiene computadora y cuenta de Facebook

Cada vez más adultos mayores navegan por la web, leen mails y postean fotos y mensajes en las redes sociales. Ellos reconocen que así se conectan mejor con sus nietos y familia en el exterior.

Por Josefina Hagelstrom / Gisela Nicosia

11/08/12 - 03:54

Cancheros. Juan Pablo Daunine tiene cuenta de Twitter y Facebook. Usa un smartphone, y sube fotos de su bisnieta.

Como muchos afirman, “todos los días se aprende algo nuevo” y ellos dan prueba de que es posible. La tendencia de comunicarse por las redes sociales aumenta entre los adultos mayores de la tercera y cuarta edad. Según el último Censo 2010, el 30% de los adultos de entre 70 y 79 años, que viven en Capital Federal, utilizan la computadora como forma de comunicación, como así también el diez por ciento de la población porteña mayor de ochenta años. Esta tendencia es aún mayor en países como Estados Unidos, donde un relevamiento demuestra que el número de personas mayores de 65 que usa Facebook, creció 150 por ciento en los últimos dos años.
“Tengo cuenta en Facebook y Twitter y celebro con orgullo mis diez seguidores”, revela Juan Pablo Daunine (82), que comenzó a usar la PC recién cuando se jubiló.
“En principio fue una forma de distraerme y hoy es la forma de conectarme con mis nietos, además de ver fotos y videos de mi bisnieta Isabella, que es lo más hermoso de la vida”, cuenta.
Juan Pablo se describe curioso y fotografía todo lo que le llama la atención con su smartphone. Luego lo publica en su muro para compartirlo con sus contactos.
“Me gusta opinar y participar en los debates que se arman. Además de mandar alguna gracia o chiste a alguno. Mi señora también navega y nos contactamos con diversas amistades. Es una manera de disimular las arrugas y la edad que tenemos. Nos hace sentir jóvenes”, dispara.
Si bien los jóvenes entre 18 y 29 años siguen liderando por amplia mayoría el ranking de usuarios, la tercera edad se hace notar cada vez más en la red. Se pueden encontrar páginas como “Puentes digitales abuelos”, “Abuelos en la Red”, entre otras vinculadas también a sus intereses personales. Además, los centros de jubilados se aggiornaron y cuentan con conexión a internet de uso libre y difunden actividades desde sus propias páginas web.
Julia Possidoni de Albinati tiene 89 años y se define como una “usuaria neta”. “Uso la computadora para trabajar, buscar información, leer los diarios y estar actualizada”, asegura. Con ayuda de su nieta Flavia, aprendió a ver películas online, y desde siempre revisa los mails todos los días antes de irse a dormir. En su casa de Belgrano instaló también una cámara web y un micrófono para poder hablar con sus familiares y amigos que viven en el exterior, a través de Skype. “Me gusta porque puedo ver en simultáneo al que uno escucha. Le da más autenticidad a la conversación”, sostuvo. Y como si fuera poco, Julia tiene un smartphone y analiza comprarse una tablet por la practicidad que le brinda para leer varios libros al mismo tiempo.
Como ella, Patricio Stephani (74) siente que las distancias se acortan monitor por medio. Es por eso que chatea por MSN y Facebook con sus seres queridos. “Tengo dos hijos que viven en el exterior. Nos contactamos y ponemos horarios para vernos y no extrañarnos tanto. Mi hijo vive en España y mi hija en Nueva Zelanda. Además tengo a mis nietos en Facebook y puedo ver sus videos, fotos y seguir de cerca su crecimiento”, analiza y señala que “las redes sociales son una ventana al mundo, muy necesarias para estos tiempos”.
“Mi hijo me armó mi muro y yo lo mantengo. Subo fotos y escribo notas sobre cómo combatir los problemas de la drogadicción en los jóvenes, o sobre el sistema jubilatorio, para asesorar a personas de mi edad”, agrega.

Curso. El caso de Estela Otero es distinto. Tiene 68 años y una vez por semana camina desde su casa hasta el centro de Posta Digital (ver recuadro) donde realiza un curso de alfabetización digital. “Durante mucho tiempo estuve reacia a todo lo que es el sistema moderno, tuve que aprender porque estaba ya superada por el tiempo, es feo no tener contacto con la familia, los nietos, los amigos y me adapté al cambio”, afirma.
Paso lento pero seguro, transita por un nuevo mundo donde la información y los recuerdos se combinan. “Todo es conocimiento nuevo para mí, desde cómo manejar el mouse, hasta cómo abrir una página web”, dice la abuela que asegura “tener ganas de aprender” y coincide con que todos los días se puede aprender algo nuevo.

Alfabetización digital
Conectarse en cualquier momento y en cualquier lugar es la ventaja que brinda la tecnología y las personas de la tercera edad no se quedan atrás. La licenciada en Terapia Ocupacional Susana Rubeinstein explica la importancia de incorporar la tecnología a la vida de los adultos mayores. “Es muy interesante incluirlos porque no comprenden las nuevas formas de comunicación ni saben de qué se tratan. Escuchan en los medios palabras cómo Twitter o Facebook sin entender qué significan”, explica. Si bien reconoce que puede llevarles más tiempo y necesitan más repetición de ejercicios para utilizar las herramientas informáticas, asegura que “todos pueden lograrlo con constancia y sin ansiedad”.
“Manejar un mouse; entender la ubicación de las teclas; mirar la pantalla y no perderse entre tanta información lleva tiempo que con los nervios y la ansiedad de querer saber y manejar todo al mismo tiempo puede resultar dificultoso”, añadió.
Con ese objetivo Rubeinstein coordina las Postas Digitales, que cuentan con el aval del Ministerio de Desarrollo del Gobierno de la Ciudad. Por el momento, ya se instalaron catorce equipos en centros de jubilados y entidades barriales, para acercar clases de alfabetización digital gratuita a todos los interesados de la tercera edad. Para más información llamar al: 0800-222-4567.