Columna de opiniónMedios y periodistas: una invitación a la reflexión sobre el modo de cubrir el dolor
Por estos días en que el manejo irresponsable de un conductor provocó la herida de un niño y la muerte de su hermano a la entrada de la escuela Centenario; invito a los periodistas y dueños de medios de comunicación a hacer una pausa y reflexionar sobre cómo cubrimos el dolor y qué buscamos al hacerlo.Por Aixa Boeykens*
Conviene quizás recordar que los medios de comunicación y los periodistas cumplen un servicio público fundamental que -justamente por ello- demanda responsabilidad. Sobre todo, cuando se trata de contar el dolor. Al mismo tiempo, la transmisión de este tipo de situaciones en la que están involucradas menores, debe realizarse dentro del respeto a las normas legales que garantizan la preservación y protección de los niños, niñas y adolescentes en todo aquello que puede menoscabar sus integridades o dañarlos. Esto genera la obligación de no difundir imágenes de los niños ni su identidad.
Dicho esto, conviene remarcar que no se trata exclusivamente de la decisión individual de un periodista o medio de dar o no el nombre de un niño; de mostrar o no fotografías, sino de respetar lo que establece la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN) a la que adhiere la Constitución Nacional en su artículo 75, inciso 22, así como la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Estas normas -que deben regir el trabajo cotidiano de construcción de la noticia- destacan que el respeto al interés superior del niño, niña y adolescente debe ser el principio rector desde el cual informar en toda cobertura que los involucre. El periodismo debe atender al interés público y tener siempre en cuenta los derechos de la niñez y adolescencia al momento de elaborar una noticia.
¿Por qué entonces, al cubrir el hecho, elegimos mostrar y repetir imágenes y fotos de los cuerpos y sangre que provocó el choque que sólo contribuye a amplificar el dolor? ¿Por qué se entrevista al niño herido -hermano del pequeño que falleció- de un modo invasivo mientras está yéndose en sillas de ruedas y apenas si tiene la posibilidad de reaccionar?¿Por qué se le pide a la madre que hable sobre un dolor y angustia que todos sabemos previsible? ¿Qué esperábamos que dijera? ¿Estamos cuidando al niño y a la familia? ¿Estamos ejerciendo con responsabilidad social el trabajo periodístico o sólo buscamos escarbar sobre la desazón? ¿Agregan las imágenes traumáticas del hecho más valor informativo al hecho de por sí doloroso?
Este tratamiento periodístico desplaza al niño y su familia como sujetos de la noticia para transformarlos en objetos. No hay aquí un interés social sino una espectacularización del dolor.
Creo que no valen las respuestas que intentan saldar estos planteos refugiándose en el interés del público, en el hecho de que “es lo que la gente consume”. Hay una responsabilidad social en el ejercicio del periodismo en donde debe primar el resguardo al cumplimiento de los derechos humanos, dentro de los cuales está el Derecho de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Hace apenas unos días se recordó el Día del Periodista. En un panel que se realizó el jueves 5 de junio en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), trabajadores de prensa que estudiaron comunicación social reflexionaron sobre el vínculo entre la formación académica y el ejercicio laboral. En la introducción saludamos la posibilidad de tener un espacio que nos permite reflexionar sobre el trabajo cotidiano en los medios y los trabajos conjuntos que podemos proponer entre Universidad, periodistas y medios. Con respeto, desde el lugar que ocupamos junto a otros colegas en el espacio público que es la Facultad, invito a realizar una reflexión autocrítica sobre la labor periodística. A la vez, está abierto el espacio para -si así les parece- podamos desarrollar una capacitación para reflexionar e intercambiar todo aquello que recomienda la Guía para un Tratamiento Periodístico Adecuado de las temáticas de Niñez y Adolescencia. Es muy importante el rol de los medios de comunicación y los periodistas dentro de la sociedad. Por ello, es fundamental que ejerzamos el derecho a la información y expresión con responsabilidad social.
*Profesora del Taller de Producción Periodística
Licenciatura en Comunicación Social
UNER
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| Conviene recordar que los medios y periodistas cumplen un servicio público fundamental que demanda responsabilidad. |
Conviene quizás recordar que los medios de comunicación y los periodistas cumplen un servicio público fundamental que -justamente por ello- demanda responsabilidad. Sobre todo, cuando se trata de contar el dolor. Al mismo tiempo, la transmisión de este tipo de situaciones en la que están involucradas menores, debe realizarse dentro del respeto a las normas legales que garantizan la preservación y protección de los niños, niñas y adolescentes en todo aquello que puede menoscabar sus integridades o dañarlos. Esto genera la obligación de no difundir imágenes de los niños ni su identidad.
Dicho esto, conviene remarcar que no se trata exclusivamente de la decisión individual de un periodista o medio de dar o no el nombre de un niño; de mostrar o no fotografías, sino de respetar lo que establece la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN) a la que adhiere la Constitución Nacional en su artículo 75, inciso 22, así como la Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Estas normas -que deben regir el trabajo cotidiano de construcción de la noticia- destacan que el respeto al interés superior del niño, niña y adolescente debe ser el principio rector desde el cual informar en toda cobertura que los involucre. El periodismo debe atender al interés público y tener siempre en cuenta los derechos de la niñez y adolescencia al momento de elaborar una noticia.
¿Por qué entonces, al cubrir el hecho, elegimos mostrar y repetir imágenes y fotos de los cuerpos y sangre que provocó el choque que sólo contribuye a amplificar el dolor? ¿Por qué se entrevista al niño herido -hermano del pequeño que falleció- de un modo invasivo mientras está yéndose en sillas de ruedas y apenas si tiene la posibilidad de reaccionar?¿Por qué se le pide a la madre que hable sobre un dolor y angustia que todos sabemos previsible? ¿Qué esperábamos que dijera? ¿Estamos cuidando al niño y a la familia? ¿Estamos ejerciendo con responsabilidad social el trabajo periodístico o sólo buscamos escarbar sobre la desazón? ¿Agregan las imágenes traumáticas del hecho más valor informativo al hecho de por sí doloroso?
Este tratamiento periodístico desplaza al niño y su familia como sujetos de la noticia para transformarlos en objetos. No hay aquí un interés social sino una espectacularización del dolor.
Creo que no valen las respuestas que intentan saldar estos planteos refugiándose en el interés del público, en el hecho de que “es lo que la gente consume”. Hay una responsabilidad social en el ejercicio del periodismo en donde debe primar el resguardo al cumplimiento de los derechos humanos, dentro de los cuales está el Derecho de las Niñas, Niños y Adolescentes.
Hace apenas unos días se recordó el Día del Periodista. En un panel que se realizó el jueves 5 de junio en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), trabajadores de prensa que estudiaron comunicación social reflexionaron sobre el vínculo entre la formación académica y el ejercicio laboral. En la introducción saludamos la posibilidad de tener un espacio que nos permite reflexionar sobre el trabajo cotidiano en los medios y los trabajos conjuntos que podemos proponer entre Universidad, periodistas y medios. Con respeto, desde el lugar que ocupamos junto a otros colegas en el espacio público que es la Facultad, invito a realizar una reflexión autocrítica sobre la labor periodística. A la vez, está abierto el espacio para -si así les parece- podamos desarrollar una capacitación para reflexionar e intercambiar todo aquello que recomienda la Guía para un Tratamiento Periodístico Adecuado de las temáticas de Niñez y Adolescencia. Es muy importante el rol de los medios de comunicación y los periodistas dentro de la sociedad. Por ello, es fundamental que ejerzamos el derecho a la información y expresión con responsabilidad social.
*Profesora del Taller de Producción Periodística
Licenciatura en Comunicación Social
UNER
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